El pasado martes tenía lugar una irrupción por parte de tres hombres armados en una de las residencias que alojaba a voluntarios provenientes de España en Winneba, Ghana. Según cuenta Vanitatis, entre los jóvenes amedrentados que veían cómo sus derechos eran revocados se encontraba Tana Rivera, hija del torero Francisco Rivera Ordóñez y la aristócrata Eugenia Martínez de Irujo.

La estudiante de 18 años y sus compañeros vivían un susto mayúsculo al verse sometidos a amenazas y advertencias que aseguraban que “si se portaban mal, podrían incluso no llegar al aeropuerto de la ciudad”. De hecho, se les anunció que la embajada española no tenía poder sobre ellos en dicho territorio. Después de este malogrado incidente, casi 100 jóvenes que se encontraban en dicha zona por razones humanitarias eran repatriados a España mientras eran escoltados por la policía local. Por suerte, todos llegaron sanos y salvos el pasado jueves a Madrid. Todo este embrollo se enmarca en lo que Fran Rivera ya ha tachado de “estafa” por parte de la ONG Yes We Help, que habría cobrado 1.500 euros a cada voluntario por asistir a dicho pueblo donde, al final, acabaron como meros oyentes en clases de colegios privados.

Según afirman algunos afectados que ya están en tierras españolas, allí no había nada que hacer. “Éramos más voluntarios que niños, no había ningún trabajo de cooperación y no había acuerdos”, aseguran fuentes cercanas. Esto habría desembocado en unas quejas por parte de los padres de estos chicos (algunos de ellos menores de edad). Así, Lourdes Montes, esposa de Rivera, aseguraba a Mujer Hoy. “Todo ha sido un fraude. Es una pena que ocurran este tipo de cosas con fines solidarios”. Como otros tantos afectados, han perdido el dinero y se han llevado un sobresalto que difícilmente olvidarán. Asimismo, la organización sigue defendiéndose vía Instagram, donde comparten fotos de los trabajos llevados a cabo.