Macrooperación contra una red criminal de estafas: 21 detenidos, algunos residentes en Toledo
Estafaron a 500 personas con la venta agresiva de enciclopedias.
16 septiembre, 2021 13:51La Guardia Civil ha desmantelado una red criminal altamente especializada que se dedicaba a estafar a colectivos vulnerables, personas de edad avanzada, dependientes y en situación de discapacidad. La operación, denominada 'Abanterum', se ha saldado con 21 detenidos (11 hombres y 10 mujeres) algunos, residentes en Toledo.
La investigación, que ha sido presentada esta mañana por la delegada del Gobierno de La Rioja, María Marrodán, junto al portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, Miguel Ángel Sáez, y el coronel jefe de la X Zona de la Guardia Civil en la comunidad, José Antonio Cubel, ha determinado la existencia de más de 500 personas a las que esta red estafó en diferentes puntos de la geografía española. La investigación comenzó gracias a la denuncia de un vecino riojano.
En concreto, tal y como ha explicado Miguel Ángel Sáez, la víctima de La Rioja recibió una llamada de una persona explicándole que "en 1981 había comprado una colección de enciclopedias" y, en su contrato, "se le obligaba a comprar los siguientes volúmenes. El hombre se niega a pagar, pero miembros de la banda fueron a su domicilio haciéndose pasar por abogados para coaccionarle e incluso acompañarle al banco directamente". Además, como ha indicado, también poseían terminales -como en los comercios- para proceder al pago directamente sin salir de casa.
Tal y como han informado, algunas de las víctimas llegaron a perder hasta 100.000 euros. Gracias a esta operación también se ha impedido que la misma red criminal utilizara otra base de datos adquirida con la que podrían haber continuado generando estafas con idéntico perfil.
Los integrantes de este entramado criminal empleaban tácticas de venta agresiva para generar confusión en las víctimas, con constantes coacciones y amenazas bien de manera presencial o a través del teléfono. En concreto, la red criminal adquiría paquetes de identidades en el mercado negro de personas que habían comprado colecciones de libros con anteriores a otras empresas o bien habían sido víctimas de múltiples estafas. Una vez estudiaban el perfil de cada uno de ellos definían el método para defraudar el máximo dinero posible.
Investigación abierta
Según ha explicado el portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, Miguel Ángel Sáez, la investigación sigue abierta actualmente y, hasta el momento, se ha determinado la existencia de 592 víctimas en La Rioja, Asturias, Ávila, Barcelona, Burgos, Cádiz, Cantabria, Galicia, Granada, León, Málaga, Madrid, Navarra, País Vasco, Segovia, Soria, Tarragona y Valladolid. Con estas prácticas, la organización criminal ha obtenido un beneficio ilícito de más de 1.500.000 euros.
Hasta el momento se ha procedido a la detención e investigación de 21 personas (11 varones y 10 mujeres), naturales de España y Argentina, con edades comprendidas entre los 23 y los 49 años y residentes en Alcorcón, Getafe, Madrid, Parla y Toledo, como presuntas autoras en diferentes grados de participación de los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa y falsificación de documento mercantil.
Como ha detallado Sáez, tras la primera denuncia y el comienzo de la investigación se han llevado a cabo un total de cinco registros en empresas y domicilios --2 en Madrid, 2 en Getafe y 1 en Mejorada del Campo--, en los que se intervinieron numerosos ordenadores, material informático y numerosa documentación relacionada con la actividad delictiva.
¿Cómo engañaban a las víctimas?
Uno de los 'modus operandi' consistía en engañar a las víctimas explicándoles que habían comprado colecciones de libros con anterioridad a otras empresas y que el contrato de compra les obligaba a adquirir las nuevas ediciones de forma que, ante la posibilidad de tener problemas legales, las víctimas compraban las colecciones valoradas entre los 1.900 y 3.000 euros.
En una ocasión se personaron en el domicilio de una víctima, manifestando ser abogados de la editorial e instándole a abonar la deuda bajo amenaza de denuncia por impago.
Si las víctimas tenían problemas económicos, les ofrecían la posibilidad de financiar la deuda falsificando contratos de los que los afectados asumían las consecuentes responsabilidades contractuales. Además, "en una ocasión en la que una mujer dijo que no podía pagar más porque no tenía para comer, le dijeron que 'se apretara el cinturón', con lo que se demuestra los pocos escrúpulos que tenían".
En ocasiones estafaban doblemente a las víctimas, al ofertarles la subasta de las colecciones de libros que les habían vendido, embaucándolos con precios sobredimensionados que garantizaban siempre que adelantasen unas cuantías que oscilaban entre los 3.000 y 8.000 euros para llevar a cabo la subasta.
El último escalón de la trama delictiva iba dirigido a víctimas que habían sufrido diversas estafas o ventas abusivas durante los últimos años. Los integrantes de la red se ponían en contacto con ellas haciéndose pasar por una asesoría jurídica ofreciéndoles sus servicios, mediante la firma de un contrato anual de entre 2.400 a 3.400€.