El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lleva meses exigiendo al Gobierno de Pedro Sánchez una nueva legislación que permita actuar con mayor rapidez y contundencia contra los okupas puesto que teme que el fenómeno se acabe descontrolando en algunas comarcas calientes donde ya se están produciendo problemas de convivencia, como puede ser el caso del Corredor del Henares, en la provincia de Guadalajara.
Allí, concretamente en la localidad de Azuqueca de Henares, este lunes por la tarde se vivieron momentos de máxima tensión entre un centenar de vecinos y un grupo de personas que semanas atrás okuparon un local comercial en desuso ubicado en la Plaza de Castilla.
Los vecinos, que culpan a los okupas de ser los responsables de una oleada de robos y amenazas en la zona, convocaron una manifestación a las siete de la tarde. La marcha acabó frente al local en cuestión y los ánimos se enrarecieron rápidamente. Según informa el diario guadalajareño Nueva Alcarria, algunos de los concentrados llegaron a golpear las ventanas del establecimiento okupado y sus moradores respondieron lanzando objetos como platos y otros enseres contra los manifestantes.
Incluso, algunos testigos acusan a los okupas -varios de ellos niños y adolescentes menores de edad- de portar palos y armas blancas pese a la amplia presencia de agentes tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, que a duras penas pudieron contener los enfrentamientos entre ambas partes. Los insultos y las amenazas fueron constantes.
Pese a ello, la Benemérita todavía no ha informado todavía sobre si se produjeron detenciones. Los guardias civiles, eso sí, acabaron desalojando a los okupas y este martes por la mañana dos operarios han procedido a reforzar el cierre exterior del local para que nadie vuelva a instalarse allí de manera ilegal.
El alcalde de Azuqueca de Henares, José Luis Blanco, se ha mostrado tajante ante la situación generada en la tarde noche de este lunes y se ha mostrado al servicio de la ciudadanía para solucionar este asunto, sobre el que ha dicho que genera "inquietud y preocupación".
"Queremos que Azuqueca siga siendo la ciudad en la que la gente vive tranquila, garantizando que en los barrios hay seguridad y no hay sitio para quienes pretenden quebrar la convivencia", ha defendido Blanco.
"Como alcalde de Azuqueca, tengo como prioridad absoluta garantizar la seguridad de mis vecinas y vecinos. Vamos a trabajar de manera conjunta con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con un claro objetivo: erradicar, siempre bajo el amparo de la Ley, todas las situaciones de conflicto y confrontación", ha indicado.
"Haremos todo lo que tengamos que hacer para que en nuestras calles y plazas las niñas y los niños puedan seguir jugando felices, las personas mayores puedan pasear tranquilas y los comerciantes puedan trabajar con seguridad", ha concluido.