Una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y vinculada al serbio Clan Kavac ha sido derrocada tras la detención de 16 miembros por parte de la Policía Nacional. Ha sido en una operación que se ha desarrollado en Toledo, Guadalajara y Madrid.
Según han informado fuentes del cuerpo de seguridad, han intervenido ocho armas de fuego, una de ellas un subfusil, más de 3.000 plantas de marihuana, 150 kilogramos de marihuana envasada al vacío y 54.000 euros en efectivo. Además, en los 15 registros, de los que dos de ellos han sido en los domicilios de los líderes de la organización, los agentes también han incautado dos vehículos y abundante documentación.
Tras las averiguaciones pertinentes, los agentes de la Policía Nacional pudieron trazar un mapa criminógeno de las plantaciones 'indoor' en diferentes áreas rurales de las tres provincias citadas. El operativo logró desmantelar ocho plantaciones en la provincia de Toledo, cuatro en Madrid y una en Guadalajara.
De esta forma, la Policía detuvo a 12 personas en Toledo y otras 4 en Madrid, que formaban parte de esta organización que exportaba la droga a países del norte y este de Europa. En la operación, por la alta peligrosidad de los miembros de la organización, participaron agentes del Grupo Especial de Operaciones y de la Unidad de Intervención Policial.
Lujosas viviendas, vehículos de alta gama…
Los principales integrantes de esta organización criminal residían en urbanizaciones de alto nivel adquisitivo en Madrid, en viviendas que están valoradas en más de millón y medio de euros. Además, utilizaban vehículos de alta gama.
La organización contaba con cultivos hidropónicos 'indoor', gestionados por los integrantes de la organización, y ajenos, que procedían de una nutrida red clientelar de grupos criminales repartida por distintos puntos del país.
Tal y como explica la Policía Nacional, habían perfeccionado su 'modus operandi', a través de la conformación de diferentes canales de abastecimiento tanto de la marihuana como de su cultivo, por lo que se les permitía una continua recepción de la droga. Los miembros realizaban la carga de la droga utilizando vehículos caleteados, furgonetas y turismos, contando siempre con un vehículo "lanzadera" para hacer las funciones de contravigilancia.
Asimismo, tenían armas para defenderse de posibles ataques o para perpetrar atentados contra miembros de otras organizaciones, debido a que en Serbia se encuentran enfrentados a grupos rivales. En este sentido, la Policía confirma que era frecuente que los integrantes de esta organización cambiaran de domicilio y de vehículos para dificultar su detección.