Un fugado de la cárcel de 35 años de edad que estaba sembrando el pánico en distintos pueblos de Toledo con violentos robos y una agresión sexual ha sido detenido por la Guardia Civil tras el despliegue de un amplio operativo y bajo la acusación de cometer varios delitos graves y ser considerado un delincuente de "gran peligrosidad", tal como ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Un amplio dispositivo desplegado en las inmediaciones de localidades toledanas de Pantoja y Bargas ha permitido la detención de este hombre, que se encontraba fugado tras un permiso penitenciario, como presunto autor de dos delitos de robo con violencia e intimidación, un delito de agresión sexual, siete delitos de robo con fuerza, tres delitos de atentado a los agentes de la alturidad, tres delitos de desobedicencia grave, dos delitos contra la seguridad del tráfico, un delito de robo de vhículo y finalmente otro delito más de falsificación de documentos.

Según la información facilitada por la Guardia Civil, estas actuaciones delictivas se cometieron en las localidades toledanas de Bargas, Olías del Rey y La Puebla de Montalbán. A finales del pasado año, la Benemérita inició una investigación por delitos de robo con fuerza en el interior de más de cuatro domicilios en Bargas y Olías, donde "autores desconocidos" lograron sustraer joyas, dinero y aparatos electrónicos, entre otros efectos.

Hechos repetidos

Los hechos se volvieron a repetir un mes después en los mismos pueblos, con el agravante de que los moradores de una vivienda de Olías del Rey, un matrimonio septuagenario, fueron intimididados y amenazados por una persona que les apuntó con arma corta mientras se llevaba el dinero y las joyas. La investigación permitió conocer también la comisión de un robo con violencia y una agresión sexual en una vivienda de La Puebla de Montalbán, hechos que fueron denunciados por dos mujeres a las que apuntaron con una pistola y una de ellas fue agredida sexualmente.

Ante estos hechos, agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil y el Equipo Territorial de la Policía Judicial de la localidad toledana de Illescas pusieron el marcha la Operación Meganto-Cantúa, identificando a un fugado de presión tras un permiso penitenciario.

Una vez identificado el autor, en el momento de su detención se da a la fuga en su vehículo, intentando atropellar a uno de los guardias civiles que intervenían en la operación y dañando un vehículo oficial. Esa misma tarde se le vuelve a localizar y se le detiene conduciendo un vehículo que llevaba placas de matrícula y número de bastidor falsificados. Se comprobó que se trataba de un vehículo robado.

Gran peligrosidad

El resultado de toda la investigación culminó con la detención de este peligroso delincuente en las inmediaciones de su localidad de residencia. Fue puesto a disposición del Juzgado de 1a Instancia e Instrucción de Illescas, desde donde se decretó el ingreso en prisión de esta persona que se encontraba huído de la justicia.

"El detenido era conocido por su gran peligrosidad, acumulando antecedentes de más de 160 delitos de diferente índole y casi 50 detenciones", afirma el comunicado oficial de la Guardia Civil.

Cabe destacar, que para el desarrollo de esta operación se contó con la colaboración de la Guardia Civil de las localidades de Bargas, Villaluenga, Olías del Rey, Torrijos y el Grupo de Investigación y análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Castilla–La Mancha.