La provincia de Toledo sigue consternada por los asesinatos de dos menores que han tenido lugar este fin de semana en Otero y Mocejón. Por ello, las puertas de la Diputación han acogido este lunes un minuto de silencio como muestra de repulsa de estos dos actos que han acabado con la vida de una chica de 17 años a manos de su padrastro y de un niño de 11 apuñalado por un encapuchado al que todavía buscan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Empleados de la institución provincial, dirigentes y ciudadanos se han sumado a este acto en memoria de los dos jóvenes y han mostrado su solidaridad con los familiares y amigos de las dos víctimas.
Justo antes de que las puestas del palacio de la Diputación se quedasen en silencio, la presidenta de la institución, Conchi Cedillo, que además es la alcaldesa de Mocejón, ha leído una declaración institucional en la que daba voz la "consternación" de toda la sociedad toledana por estos tristes hechos.
"Quiero transmitirles mi condena más absoluta, en mi nombre y en el de la Diputación de Toledo, y reiterarles nuestra confianza absoluta en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y en especial la Guardia Civil, que están realizando un esfuerzo titánico para capturar y poner a disposición de la justicia al asesino de Mateo, sobre el que deberá caer todo el peso de la ley", ha afirmado en referencia al suceso de este domingo en Mocejón.
Sobre el asesinato de la otra menor en Otero, en el que su madre resultó gravemente herida, ha asegurado que "afortunadamente ya se ha producido la detención del presunto asesino de Otero", mientras "su madre se recupera favorablemente en el hospital".
"Hago un llamamiento a la ciudadanía para que, de una vez por todas, acabemos con estas noticias y que seamos capaces de vivir en paz y que estos asesinatos sean los últimos que tengamos que lamentar", ha finalizado Cedillo.
Fin de semana negro
Toledo ha vivido un fin de semana negro con estos dos brutales asesinatos en apenas 24 horas. El sábado, poco antes de las 7:00 horas, una joven de 17 años moría de un disparo en la cabeza a manos, presuntamente, de su padrastro en una pelea en la que su madre, de 36 años también resultaba gravemente herida de bala en el abdomen. El autor de los disparos era detenido instantes después cuando intentaba huir de la escena del crimen.
En este caso de violencia machista y vicaria, la que se practica sobre los hijos para dañar a sus madres, no existían denunciar entre la pareja, aunque la mujer herida se encontraba en el sistema VioGén contra la violencia de género por tres denuncias previas contra tres parejas anteriores.
Mientras, la paz que habitualmente vive la localidad de Mocejón, a escasos 15 kilómetros de Toledo capital, se veía sacudida cuando minutos antes de las 10 de la mañana, un encapuchado accedía al polideportivo Ángel Tardío y mataba a puñaladas a Mateo, un niño de 11 años.
Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado siguen buscando al asesino, que salió huyendo a toda prisa del lugar en un vehículo de color gris, según apuntan los testigos. Las últimas noticias apuntan a que la Guardia Civil podría tener una pista sólida gracias a las grabaciones de la zona. El Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo ha decretado secreto de sumario sobre las actuaciones.