La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha denunciado la "escasez de agentes en el ámbito rural, en zonas como Toledo". Ha apuntado que en los asesinatos de una joven de 17 años en Otero y de un menor de 11 en Mocejón de este fin de semana, el tiempo de respuesta de las patrullas superó los 40 minutos.

Según detalla la asociación mayoritaria en la Benemérita, "estas trágicas muertes revelan que el actual despliegue de la Guardia Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de los pueblos en España".

JUCIL precisa que, en el brutal crimen de Mateo, el niño de 11 años asesinado a puñaladas mientras jugaba con sus amigos en el campo de fútbol de Mocejón (Toledo) este domingo, el tiempo de repuesta "fue de 40 minutos".

Este intervalo de tiempo, que "permitió huir al criminal", se dio pese a que activaron dos patrullas: una desde Seseña a 39 kilómetros de distancia y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona de Illescas, a 30 minutos.

"Tiempo de respuesta inaceptable en Otero"

Según la asociación, la situación en el crimen de Otero, en el que murió una menor de 17 años tras recibir un disparo en la cabeza a manos de su padrastro y resultó gravemente herida la madre de la víctima, "la situación fue todavía más grave".

"El primer aviso de la discusión se produjo a las siete y fue media hora después, según los testigos, cuando se escucharon los disparos, sin que ninguna patrulla hubiese llegado en este lapso. Estos tiempos de respuesta son inaceptables", ha asegurado el portavoz de JUCIL, Javier Montero.

"Cada minuto cuenta"

Según Montero, en estas situaciones de emergencia "cuenta cada minuto" y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta "situación de desprotección". "No podemos permitir que la distancia y la falta de recursos pongan en riesgo la vida de los ciudadanos", ha indicado.

Por todo ello, JUCIL reclama ampliar la cifra de efectivos y que se abra una reflexión sobre la forma de despliegue de la Guardia Civil, "porque todos los ciudadanos, sin importar donde vivan, tienen derecho a una protección sin demoras, adecuada y eficaz".

Asimismo, la asociación ha cifrado en unos 200 guardias civiles más los que se necesitarían en la provincia de Toledo. "Es un déficit preocupante también en el resto de las provincias de Castilla-La Mancha y en toda España, que deja a muchas regiones rurales en una situación creciente de vulnerabilidad", ha sentenciado.