Las heridas que presentaba Mateo, el niño de 11 años apuñalado el pasado domingo en Mocejón, son compatibles con el cuchillo que un barrendero encontró tirado en un descampado a pocos metros del domicilio del padre de Juan Pérez, el asesino confeso.
Nada más producirse el hallazgo, Dylan, un perro especializado del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, indicó que en él existían restos biológicos humanos. En estos momentos, el posible arma del crimen se encuentra en el Instituto de Medicina legal para ser analizado en profundidad mientras que las muestras del isopado que se le hicieron en el momento de su hallazgo ya están siendo analizadas en el laboratorio de Criminalística que el Instituto Armado tiene en Madrid, según precisa Efe de fuentes próximas a la investigación.
Hasta ese laboratorio también se ha remitido la ropa que Juan Pérez llevaba en el momento del arresto. Y es que aunque a simple vista no se apreciaban manchas de sangre, Dylan también marcó estas prendas.
Primera noche de Juan Pérez en prisión
Mientras tanto, el presunto infanticida ha pasado su primera noche en la prisión de Ocaña I después de que el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo le tomase declaración y decretase "el traslado a un centro, unidad o departamento adecuado a la situación de discapacidad del mismo".
Previamente, el detenido, que cuando confesó la autoría aseguró que había sido su "otro yo", ha sido estudiado por un médico forense debido a sus circunstancias mentales, que según su padre se corresponden con un una discapacidad mental de más del 70 %.
Por esta razón, el juez determinaba "la necesidad de realizar un interrogatorio al investigado con adaptaciones a su situación de discapacidad", tal y como recoge el artículo 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Para ello, se nombraba a una facilitadora que ha asistido al investigado durante su declaración ante el juez, a fin de ayudarle a entender y ser entendido.
No obstante, y al margen de este informe inicial que ha corroborado la discapacidad del detenido, el juez instructor ha solicitado otro dictamen forense que determinará la posible imputabilidad del asesino confeso.
Imputabilidad
De este informe y del análisis de las pruebas recabadas dependerá que Juan Pérez pueda sea declarado inimputable o no. La clave está en determinar si cuando llevó a cabo la acción, era consciente de lo que estaba haciendo.
"Es importante considerar la naturaleza de la acción y la premeditación del acto. Aunque Juan Pérez haya confesado el crimen y esté diagnosticado con una discapacidad mental significativa, si se determina que tenía la capacidad para planificar y ejecutar el asesinato con plena conciencia de sus actos, podría enfrentar una condena penal, aunque esta pudiera ser atenuada por su condición mental. En estos casos, la evaluación psiquiátrica será fundamental para que el tribunal determine el grado de responsabilidad penal", ha explicado a EL ESPAÑOL un experto en derecho penal.