Más vigilancia en el oasis de Cuenca donde todos quieren bañarse y algunos acaban heridos

Pocos planes mejores para combatir el calor que darse un baño en un paraíso como el de las Chorreras del Cabriel, ubicado en las localidades conquenses de Enguídanos y Víllora. Un monumento natural reserva de la biosfera lleno de vistosas pozas de agua cristalina, cascadas, saltos de agua, cuevas y gargantas. Un entorno precioso que puede convertirse en peligroso si no se siguen las indicaciones de seguridad y las recomendaciones de las autoridades.

El pasado año, debido a la masificación del espacio y de la imprudencia de algunos visitantes, se sucedieron los accidentes por caídas, algunos de ellos graves. Una situación que llevó a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a limitar desde el pasado mes de mayo el acceso diario de vehículos, que ahora deben hacerlo siempre con reserva previa, además de otras restricciones como la prohibición del uso de flotadores, barcas o balsas hinchables.

Este verano, para evitar incidentes y con el objetivo del cumplimiento de la Orden de la Consejería de Desarrollo Sostenible, la Guardia Civil de la Comandancia de Cuenca y los agentes medioambientales están realizando operativos conjuntos y coordinados de vigilancia en la zona de las Chorreras del Cabriel. Ya se han formulado numerosas denuncias por bañarse en zonas prohibidas y se ha atendido a varias personas por golpes de calor.

Agentes de la Guardia Civil en las Chorreras del Cabriel.

La normativa establece que el número máximo de visitantes diarios autorizados es de 300 personas, independientemente de la actividad a desarrollar dentro del espacio, debiendo concertar una reserva previa para la visita a través de internet desde la página web 'www.chorrerasdelcabriel.es'.

La intensificación de estos operativos conjuntos, que se desarrollarán durante todo el verano, pretenden el cumplimiento de las normas dispuestas con el fin de prevenir el mayor número de accidentes y situaciones de riesgo que pudieran darse, así como el deterioro de los recursos naturales protegidos por parte de los visitantes que se acerquen al precioso paraje.