La cita de este lunes era importante para los tres candidatos a la presidencia del Gobierno y para la vicepresidenta Soraya, que suplía al candidato del PP, Mariano Rajoy de vacaciones en Doñana. Cómo era de esperar el estilismo de cada uno de ellos ha sido diferente, tanto es así, que en los planos generales, la imagen quedaba descompensada.
El ganador de este debate a cuatro organizado por Atresmedia, ha sido el líder socialista Pedro Sánchez. Esta noche ha estado muy acertado apostando por un look sport muy favorecedor. Pantalón gris chino, americana azul petróleo, camisa blanca y corbata rojo vivo, acorde con el símbolo del partido al que representa. A diferencia que en el anterior debate, Sánchez lucia un rostro relajado y un cutis brillante, quizás ayer se hizo una limpieza en algún centro estético. El pelo también se nota que se lo ha arreglado este fin de semana y tenía un brillo especial. Por fin, ha desterrado los zapatos marrones y se ha comprado unos negros que le coordinaban a la perfección.
Albert Rivera, que salió vencedor en el anterior encuentro de EL PAÍS, pincha esta noche con un traje gris, camisa blanca y corbata color vino. Sin duda, el tono del líder de Ciudadanos es definitivamente el azul azafata, como el que eligió para el cartel de campaña. Ese le favorece y le resalta el tono claro de su piel. Tampoco el corte ancho del traje elegido es su mejor aliado. Rivera es joven y tiene un cuerpo atlético, se puede todavía permitir modelos entallados. Quizás su intención ha sido la de demostrar que no es un fashion victim y evitar comentarios sobre su indumentaria, queriendo transmitir seriedad con la elección. Lástima porque es el candidato más sexy de la campaña y hoy no lo ha explotado.
Pablo Iglesias ha sido fiel a su estilo. Esta noche ha vuelto a confiar en los vaqueros, camisa azul celeste remangada y ha cambiado las zapatillas de trekking verde militar por unas deportivas de paseo grises. Como se empeña en adquirir prendas de baja calidad, los nervios le han jugado una mala pasada y en muchos planos no ha podido ocultar sus cercos de sudor. Este domingo estaba más resultón en su mitin de campaña en Madrid, cuando se dio un toque interesante y distinto con una corbata roja.
La única mujer del debate ha perdido la oportunidad de marcar estilo y diferenciarse de sus contrincantes. Ha elegido un pantalón pitillo gris con efecto brillante y una chaqueta cruzada de doble botonadura de grueso terciopelo azul. A su llegada a los estudios de Atresmedia pensamos que quería ocultar el color de su blusa. La sorpresa fue al comienzo del debate cuando se la vio salir con ella puesta. Nada cómoda ni favorecedora para gesticular con naturalidad. Además a juzgar por los cercos de Iglesias, la vicepresidenta habrá pasado calor con ese tejido que no transpira, ya que los focos elevan la temperatura del plató. El tacón bajo acertado por lo cómodo que le habrá supuesto al estar tanto tiempo de pie, pero poco estilizado.
Si bien, el outfit no influye en el discurso, de hecho el mejor vestido no ha sido el mejor orador de la noche. Si es cierto, que los candidatos, excepto Sánchez,no han sabido aprovechar esta herramienta para convencer a los votantes durante el debate. La ropa debe ofrecer seguridad y comodidad. Los partidos, sobre todo los emergentes deberían tener asesores de imagen que ayuden al candidato a elegir el look apropiado para cada ocasión, en función del mensaje que se quiera transmitir.