Tras una primera semana de campaña marcada por los sondeos y el desgaste de los debates, Pedro Sánchez se dio un cómodo baño de masas este domingo en Valencia. El lugar elegido fue la Fuente de San Luis, conocida como La Fonteta, un polideportivo donde esperaban unas 8.000 personas, según el PSOE. Es el mitin más multitudinario de todos los que están previstos en una campaña de Sánchez.
El ambiente era festivo y entre el público había muchos asistentes de mediana y tercera edad. Los más jóvenes, con grandes letras que formaban las palabras “Generación oportunidades”, se situaban detrás del atril principal, a tiro de cámara. Una banda de música amenizaba la jornada con Paquito el Chocolatero y un grupo interpretó una versión rockera del himno de la alegría antes de que llegase Sánchez, flanqueado por Ana Botella, número uno por Valencia (“¡esta es la buena!”, coreaban los asistentes) y Ximo Puig, presidente de la Generalitat desde el pasado mes de mayo.
Sin embargo, el mitin fue corto. Las tres intervenciones duraron menos de una hora en total y en ninguna, tampoco en la de Sánchez, hubo mensajes nuevos. Tampoco hubo alusiones a problemas propios de la Comunidad Valenciana salvo la promesa de que con Sánchez llegará la financiación autonómica adecuada que tanto reivindican los socialistas valencianos.
El discurso de siempre
El candidato se apoyó en los habituales ejes de su campaña: la reivindicación de la historia del PSOE y los ataques a los competidores, especialmente a Podemos y a Ciudadanos. Papeleta en mano, Sánchez pidió el voto a los socialistas "para echar al amigo de Bárcenas de la Moncloa" y aseguró que su principal "temor" de cara al debate de este lunes es que el presidente no aparezca.
El de Sánchez en Valencia era un mitin diseñado por y para las cámaras. Una demostración de fuerza en el mismo momento en el que otros partidos tienen dificultades para llenar los emplazamientos elegidos. El acto se suma a la fiesta andaluza que Susana Díaz ofreció este sábado a Sánchez en Sevilla, con una militancia vibrante y unos discursos introductorios llenos de épica socialista.
El PSOE asegura que tiene opciones
El PSOE sigue asegurando que tiene posiblidades de ganar las elecciones. El alto porcentaje de indecisos y el porcentaje de españoles que aseguran que quieren cambio alienta al equipo de Sánchez, que tras el mitin exprés de Valencia emprendió el camino de vuelta a Madrid para preparar el cara a cara de este lunes. Es ahí, según confían muchos en el PSOE, donde Sánchez tendrá la gran oportunidad de marcar un tanto a Rajoy y darle la vuelta a las encuestas.
Que el de Valencia sea el mitin más multitudinario de Sánchez confirma que, también en cuestión de actos, la política española ha cambiado mucho desde las últimas elecciones generales. Atrás quedaron mítines como los de la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, en 2011. Aunque aquella campaña era mucho más difícil para los socialistas, varios mítines congregaron a decenas de miles de personas. Si en Sevilla Sánchez habló ante 3.000 personas, hace cuatro años su predecesor lo hizo ante más de 20.000 en Dos Hermanas. Este domingo, además de los 8.000 de Valencia, otras 27.000 seguían el mitin de Sánchez a través de internet en las conexiones que se hicieron desde actos en toda España, según el PSOE.