“Adelante, que se puede, que nos merecemos un país distinto, de sus pueblos y de la gente, la patria se construye con la gente, juntos podemos”. Con estas palabras, Pablo Iglesias ha puesto el broche definitivo a su campaña electoral. En un mitin ante las más de nueve mil personas que abarrotaban el pabellón Fuente de San Luis de Valencia, el líder de Podemos ha llamado a “la gente humilde” a dar “una lección a los poderosos” en las elecciones de este domingo. Se ha presentado como única alternativa al PP y ha afirmado que “estamos preparados para gobernar desde el mes de enero”.
Pablo Iglesias ha reservado lo mejor de su intervención para el final. Con un tono incluyente, mesurado y destinado a amplias capas sociales, el líder de Podemos ha afirmado que “estamos preparados para liderar una nueva transición en nuestro país”, ha remarcado que “hemos llegado al final de campaña con posibilidades de ganar” y ha asegurado que “estamos preparados para gobernar desde el mes de enero”.
Imaginaos que las risas y los villancicos del día 24 tienen que ver con que les hemos dado una lección
Tras un discurso centrado en presentarse como alternativa real al PP y en proponer “una segunda transición”, el candidato de Podemos a la Moncloa ha pedido al público que el día 21, después de las elecciones, “tiene que haber sonrisas de complicidad en los puestos de trabajo, en la cola del paro y en los bares donde se desayuna”. Serían sonrisas, a su juicio, que pueden nacer porque “la gente pequeña, humilde, corriente puede dar una lección a los poderosos”. “En las navidades, y yo no soy creyente pero me encanta la Navidad, se habla con la familia. Imaginaos que las risas y los villancicos del día 24 tienen que ver con que les hemos dado una lección”. Para concluir, ha dicho entre aplausos la frase citada al inicio de estas líneas. Y los más de nueve mil valencianos, entregados, le han despedido con una calurosa ovación, con gritos de “remontada” y “sí se puede”.
Larga intervención
Antes de este final con tintes eufóricos, el candidato ha realizado una larga intervención. Interrumpido constantemente con gritos de “presidente, presidente”, el secretario general de Podemos ha repetido que está “orgulloso” de las tradiciones democráticas de España, con citas a Azaña o Joaquín Costa así como la Constitución del 78, y también ha insistido en continuar por esa senda de democracia y derechos sociales poniendo en marcha “una segunda transición”. Es el nuevo Pablo Iglesias en estado puro: se presenta como estadista que pretende recibir los votos de diferentes espectros ideológicos; es lo que Podemos llama centralidad y lo que sus críticos definen como populismo. Y, en ese contexto, su líder insiste en reclamar el respaldo de “los que peinan canas”, de “los abuelos y abuelas” que con su voto pueden garantizar el bienestar de sus nietos.
El candidato a la Moncloa ha hecho un último discurso de campaña que pretende rebasar las fronteras de las siglas y acercarse a todas las clases sociales. Primero ha recuperado el término “patria” -apenas lo había usado en campaña- pero no entendida “como una marca”, sino como una forma de “hacer país”, como a su juicio hacen los profesores, los médicos, los bomberos o los trabajadores en general. “La mayor expresión de la democracia es el ejercicio de huelga por parte de los trabajadores”, ha asegurado. En ese momento ha recordado a diferentes colectivos como los luchadores contra el maltrato animal o los enfermos de Hepatitis que se rebelaron en su día. “Muchas gracias, vosotros sois héroes y heroínas y vosotros sí que hacéis patria”.
“Sí tenemos un proyecto de país”
“Dije el 31 de enero que teníamos que tomarnos en serio nuestros sueños”, ha rememorado. A su juicio ha sido un año difícil para Podemos, pero “hemos demostrado que podemos gobernar mejor que ustedes, señor Rajoy, porque tenemos un proyecto de país”. A renglón seguido, Iglesias ha desatado toda su artillería dialéctica contra el “señor Mariano Rajoy”, con numerosas críticas por muy diferentes asuntos. Un discurso que muestra la estrategia de Podemos, que consiste en presentarse como única alternativa real al PP.
“Usted, señor Rajoy, habla con Merkel de trackings electorales, pero nosotros queremos hablar de España”, ha sostenido. Iglesias ha repetido una y otra vez que en Podemos “sí tenemos un proyecto de país”, con menciones a todo tipo de asuntos, como la reforma laboral, las puertas giratorias, la ciencia y la investigación o el sueldo de los cargos públicos. “Nosotros no somos neutrales, vamos a hacer política para defender a las mayorías sociales de nuestro país, y estamos orgullosos de hacerlo”. Como viene haciendo al final de la campaña y en el marco de la estrategia citada, Iglesias ni siquiera ha mencionado a PSOE y Ciudadanos, ni a sus líderes.
El resto de intervenciones
Este acto multitudinario de Podemos ha evidenciado que las alianzas territoriales del partido morado son decisivas para sus resultados el próximo domingo. Justo antes de Iglesias ha intervenido la líder de Compromís, Mónica Oltra, que ha vertebrado su discurso con la defensa de las políticas sociales y la crítica acerada a los principales escándalos de corrupción. A este respecto, ha recordado el trabajo de su formación en políticas de transparencia y ha prometido que no pararán hasta que los corruptos “devuelvan hasta el último céntimo de lo que nos han robado”. Para concluir su discurso, Oltra ha recitado versos de Miguel Hernández, respondidos con aplausos por parte de los asistentes.
Colau, a por el voto femenino
Ada Colau ha protagonizado una vez más en esta campaña la alocución más emotiva. En esta ocasión, la alcaldesa de Barcelona ha recordado a su abuelo, quien le recomendó “no te metas en política”. Con lágrimas que se abrían paso en sus ojos, ha dicho que “hoy le diría a mi abuelo que hemos perdido el miedo”. En línea con sus compañeros de estrado, ha optado por el otpmismo porque “lo imposible solo tarda un poco más y ya está llegando”.
A juicio de la regidora de Barcelona, “estas elecciones son históricas y ya hemos ganado, porque el resultado y el guión no estás escritos, los escribimos nosotros, voto a voto”. Después, ha remarcado su petición de voto a los mujeres. “Es el momento de las mujeres”, ha enfatizado, antes de afirmar que “somos feministas y queremos feminizar la política”. Su discurso, como en toda la campaña de Podemos, ha sido uno de los más celebrados del mitin.
Errejón: “O Rajoy o Pablo”
El director de campaña y número dos de Podemos, Íñigo Errejón, ha hecho hincapié en cómo han ido dando la vuelta a las encuestas. Según ha afirmado, la remontada de su partido es tal que “ya no dan los números, ni la gran coalición entre PP y PSOE va a poder impedirlo, lo estamos tocando”. Después ha dicho que “no ha sido fácil llegar hasta aquí” porque los augures no eran los mejores. “Nosotros ya decíamos que las campañas nos sientan bien y vamos a ganarles en el último cuarto y en el último sprint”.
“En el último sprint, la gente les va a ganar las elecciones”, ha repetido entre los vítores de “remontada” y “sí se puede” de los más de nueve mil presentes. “A cuarenta y ocho horas de ganar el gobierno, ya no pedimos a los viejos partidos que cambien, les pedimos que dejen paso al cambio político, a la gente, a la soberanía popular”. Tal y como ha hecho en los últimos actos, ha apelado al optimismo, porque “lo tenemos al alcance de la mano”. Ha ido más allá al presumir de que “las encuestas muestran ya que hemos dejado atrás a Ciudadanos y hemos impedido que den el gobierno al PP, y que estamos adelantando al Partido Socialista”. Para concluir, ha sintetizado que “la elección ahora es simple: entre Rajoy o Pablo, entre recuperar el gobierno para la gente o dárselo otra vez a los privilegiados”. Y sus palabras, muy aplaudidas, se han diluido entre gritos de “remontada”.
Entre el resto de intervinientes, ha destacado el candidato al Congreso Joan Baldoví, que ha excitado a los asistentes a base de ataques a Rita Barberá, Camps y Fabra. Además, ha comparado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el entrenador de fútbol José Mourinho. A su juicio, al igual que el técnico luso ha fracasado y ha sido despedido del Chelsea inglés, al jefe del Ejecutivo tampoco va a comerse los turrones en su puesto, porque lo van a echar de la Moncloa los españoles con sus votos este domingo.