Susana Díaz no piensa que los resultados del PSOE sean "aceptables", como cree Pedro Sánchez y este lunes describió el secretario de Organización del PSOE, César Luena. Para ella, perder un millón y medio de votos y 20 escaños es motivo de una "reflexión profunda".
La presidenta de la Junta de Andalucía ha reaparecido en una reunión del grupo parlamentario socialista en el Parlamento andaluz para sacar pecho de sus resultados y poner al PSOE en esa comunidad como el ejemplo a seguir por el del conjunto del Estado. Estos son los tres motivos de satisfacción de Díaz:
El PSOE gana al PP en Andalucía. Los socialistas han pasado de "haber perdido [en 2011] por 400.000 votos a ganar por más de 100.000" al PP.
La cuarta victoria. "Esta es la cuarta victoria consecutiva que tenemos en Andalucía en apenas dos años, después de un ciclo de tres derrotas", dijo en referencia a las elecciones europeas, autonómicas, municipales y finalmente a las generales de este domingo.
¿Quién dijo Podemos? "Doblamos a Podemos", presumió ante los suyos Díaz. "Le sacamos 15 puntos en Andalucía cuando en España apenas llegamos a dos". Si los de Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez, la líder andaluza, obtuvieron 749.081 votos y el 16% de los sufragios, el PSOE logró 1.400.000, el 31% del electorado.
Los resultados legitiman a Díaz como la principal baronesa o líder territorial. Andalucía es la comunidad más grande de España, con más militantes socialistas y la única donde el PSOE crece en votos respecto a 2011. Además, sólo en dos autonomías el PSOE ha vencido al PP: Andalucía y Extremadura.
Los datos y el férreo control de la estructura del partido en la región, donde casi nadie cuestiona su liderazgo, permiten a Díaz expresar su opinión sabiendo que no es una más y que tendrá eco al norte de Despeñaperros. Y decir "no" cuando le apetece.
1. No a Mariano Rajoy
Díaz reacciona con humor cuando el PP apela a que sea la lista más votada la que forme gobierno. "Que gobierne la lista más votada, dicen. ¿Por qué no se lo dijisteis a [Juanma] Moreno Bonilla, que me tuvo 80 días esperando?", dijo el viernes en el mitin de cierre de campaña. El mismo argumento se escuchó este martes en la reunión del grupo parlamentario y en la Junta. Su portavoz, Miguel Ángel Vázquez, criticó la "sistemática incoherencia e incongruencia" del PP, que "estuvo boicoteando durante 80 días la investidura de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y ahora pide celeridad pidiendo que se deje gobernar a la lista más votada".
Díaz dice "rotundamente no a Rajoy y al PP, para que no haya equívoco". Este lunes, Luena también defendió el voto en contra a Rajoy y el PP, pero recordó que de momento es el candidato indiscutible. "Que yo sepa", recalcó.
El no a Rajoy es, hoy por hoy, el consenso más extendido en el PSOE. Según algunos, acaso el único. Abstenerse para permitir su investidura sería incurrir en una grave contradicción y supondría ceder a Podemos la autoridad como oposición parlamentaria. Sin embargo, la rotundidad se esfuma respecto a otro candidato que no sea el actual presidente. Teóricamente, el PSOE no apoyaría a otro candidato del PP, pero no lo dice directamente. Díaz tampoco aclara si estaría dispuesta a estudiar otro nombre para lograr un Ejecutivo de consenso que proviniese de otro partido o incluso de fuera del parlamento para lograr un acuerdo de reforma constitucional en una legislatura corta.
2. No a Pablo Iglesias
Podemos acecha al PSOE con más intensidad en Andalucía que en casi ninguna otra comunidad. Aunque Teresa Rodríguez mantiene unas distantes relaciones con Pablo Iglesias, los dos coinciden en que para poder ser alternativa al PP tienen que pasar primero por el cadáver de Díaz y Sánchez, respectivamente.
Es algo que no ocurre con esa intensidad en otras comunidades autónomas. En la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares o Aragón, los presidentes socialistas fueron investidos tras las elecciones de mayo con el voto favorable de Podemos. En Asturias, Podemos se abstuvo, pero Javier Fernández revalidó la presidencia del Principado gracias a IU. Sólo en Andalucía Podemos votó en contra de un socialista. Y Díaz se la guarda. Podemos bloqueó con el PP su investidura, que sólo fue posible gracias a Ciudadanos. También ha coincidido con el PP en votar "no" a los Presupuestos. Unidos tumbaron también y por primera vez un decreto de la Junta, el de la función pública.
Además, las discrepancias con Iglesias se topan con una de las reivindicaciones que el partido morado considera irrenunciables: un referéndum en Cataluña. Este martes, Díaz criticó la "prepotencia" de Iglesias por considerar "imprescindible reconocer un referéndum de autoderminación en Cataluña" como requisito previo para el entendimiento.
Por último, Díaz mandó un mensaje a los suyos recordándoles que los ciudadanos han colocado al PSOE "en la oposición" y no en un Gobierno apoyado por seis listas diferentes (Podemos, En comú Podem, las mareas gallegas, la candidatura de Compromis, IU y acaso algún partido más). Según la presidenta, los socialistas no deben cegarse por llegar al poder "haciendo aventurismo político" o por "oportunismo".
3. ¿No a Sánchez?
Es la incógnita que aún no ha despejado Díaz, pero que podría quedar clara en el comité federal que los socialistas celebrarán el próximo lunes en Madrid. Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL confirman que Díaz sigue barajando desalojar a Pedro Sánchez de la secretaría general del partido. Aunque en julio de 2014 fue su principal garante, la presidenta andaluza perdió la confianza en él muy pocos meses después.
El gesto de Sánchez de apoyarse en los resultados como el trampolín que le permitirá tirarse a la piscina de un nuevo congreso del PSOE, al que ha anunciado que se presentará, ha causado estupor en Sevilla y es visto por los principales barones como un pulso por la autoridad.
Díaz cuenta con importantes avales en el partido en toda España, aunque más entre los dirigentes territoriales que entre las bases, descontando Andalucía. Así, presidentes autonómicos como Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Javier Fernández (Asturias), que apoyaron a Eduardo Madina en las primarias que ganó Sánchez, ven ahora deseable un despido que consideran procedente por el retroceso electoral. En la operación también están Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) o Ximo Puig (Comunidad Valenciana) e incluso Javier Lambán (Aragón), según fuentes socialistas. Los principales barones sanchistas son, hoy por hoy, Francina Armengol, presidenta de Baleares, y Miquel Iceta, pero en los socialistas catalanes el líder del partido tiene menos peso que Carme Chacón, como quedó patente con la elaboración de las listas para las elecciones generales.
Las opciones de Díaz están abiertas. Que nadie cuestionase el liderazgo de Sánchez en la noche electoral puede significar que o bien esperaban resultados peores o que la andaluza sigue pensándoselo. Pero los dos primeros "noes" de este artículo abonan el camino a otras dos posibilidades: la repetición de elecciones a corto plazo, a las que podría concurrir Díaz como cabeza de cartel, o un gobierno central de consenso o hasta no presidido por ninguno de los cabeza de lista del 20D, algo que permitiría a Díaz condicionarlo desde Ferraz.