Pedro Sánchez quiere ser presidente del Gobierno. No ahora, porque le toca a Mariano Rajoy tratar de formar Gobierno. Pero sí una vez que su investidura naufrague por los votos en contra del PSOE y Podemos. Según Sánchez, los ciudadanos han decidido que el PSOE es la "alternativa" al apoyarlo como segundo partido del país.
"Vamos a trabajar por un Gobierno de cambio, progresista y con capacidad de diálogo", ha anunciado en una rueda de prensa en la sede socialista tras media hora reunido con Rajoy. "Vamos a explorar todas las opciones de cambio para que haya un Gobierno que dé estabilidad", ha dicho.
El PP ha lamentado que Sánchez fuera a la reunión con el "no" por delante. Pero el vicesecretario de Organización y Electoral, Fernando Martínez-Maíllo, ha dicho que la negociación no ha hecho más que empezar.
El líder del PSOE ha descartado aclarar con qué partidos pretende contar para su investidura, pero su afirmación deja poco espacio a las dudas: si el Ejecutivo es "progresista", Podemos tendrá que estar. Ante la complejidad aritmética del nuevo Congreso, Ciudadanos y otros partidos minoritarios podrían formar parte de la ecuación.
Lo que no está en los planes de Sánchez es la propuesta que este miércoles por la mañana ha hecho Albert Rivera. Según el líder de Ciudadanos, es un gran acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos el que garantizaría la estabilidad e impediría la posibilidad del referéndum de autodeterminación que propone Podemos. "No es tiempo de frentes sino de diálogo", ha dicho Sánchez, dispuesto a hablar con todos salvo con el PP.
No a Rajoy, no a nuevas elecciones
El PSOE ya ha asumido que su partido votará "no a Rajoy y al PP" hasta las últimas consecuencias, incluso aunque los conservadores presenten otro candidato. En eso, la inmensa mayoría de los socialistas están de acuerdo.
Sánchez cree además que es el Congreso nacido de estas elecciones el que tiene que elegir un Ejecutivo y que es necesario evitar a toda costa volver a las urnas. "La repetición de las elecciones es la última de las opciones", pese a que le convenga a "intereses partidistas" de uno o otro partido, ha dicho sin aclarar si se refería a Podemos o también a su partido, donde muchos ven ya como inevitable la nueva convocatoria.
Advertencia a Díaz y los barones
En ese sentido, Sánchez ha mandado un claro mensaje a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y otros dirigentes de su partido que tratan de impedir un Gobierno que necesite a Podemos. "Ella tiene cultura de partido y sabe que es esta dirección federal y mi persona quien marca y quien propone" en el PSOE, ha dicho con una gélida sonrisa.
Tanto Díaz como otros dirigentes territoriales, entre los que están el extremeño, el valenciano, el asturiano o el castellanomanchego, han advertido a Sánchez de que no intente ser elegido para liderar un Gobierno "pastiche" con partidos como Podemos, que propone un referéndum de autodeterminación en Cataluña, o directamente con independentistas como Esquerra Republicana. Con ellos tendrá que verse el lunes en el Comité Federal socialista, el máximo órgano de decisión del partido, que fijará el camino a seguir.
El PSOE quiere la presidencia del Congreso
Sánchez ha asegurado que en su reunión con Rajoy no se negoció nada, ya que su oposición a la reelección del presidente fue taxativa. Ante la prensa, avanzó que el PSOE aspira a liderar unas negociaciones para que la mesa y la presidencia del Congreso reflejen la "pluralidad" de la sociedad y espera que el presidente de la cámara baja pueda ser un socialista.
Esa será ahora la principal batalla de Sánchez, que espera ganar tiempo hasta el 13 de enero, cuando se constituyen las Cortes y se eligen los órganos de dirección. "Respetemos la democracia", ha dicho sobre las prisas de Iglesias o Rivera. "No hay atajos. Es el tiempo de la primera fuerza política". Después, Sánchez confía en que llegue su momento.
El PP no quiere nuevas elecciones
Martínez-Maíllo ha dicho que sería "un gravísimo error" ir a unas nuevas elecciones y "muy negativo" para España, por lo que ha pedido "altura de miras" a todos al considerar que lo importante son los ciudadanos y no los partidos. El dirigente del PP ha asegurado que seguirán negociando.
"No es el mejor comienzo, pero estamos al comienzo del proceso, no al final", ha subrayado antes de reprochar a Sánchez que haya acudido a la Moncloa con el "no" por delante. "Nos hemos encontrado a un Pedro Sánchez que venía con el no por delante y esa es una actitud inicial no muy positiva, ni la mejor opción para formar gobierno, pero creemos que es un primer no, un primer contacto, y estamos dispuestos a seguir hablando y dialogando con el PSOE y con el resto de fuerzas políticas para seguir intentando formar gobierno", ha añadido.
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