A cinco semanas de las elecciones, el promedio de encuestas dibuja un nuevo escenario: PP 29,6%; Podemos-IU 23,8%; PSOE 20,6%; y Ciudadanos 15,5%.
En el gráfico de arriba se puede ver cómo han evolucionado las encuestas en las últimas semanas.
Tras el 26J no hay duda de que volverán a ser necesarios acuerdos entre varios partidos. Por eso el número de votos no basta. Es importante saber cuántos escaños logrará cada partido, y qué acuerdos tienen posibilidades de acercarse a la cifra de 176 que abre la puerta del gobierno. A continuación abordo esas preguntas usando un modelo estadístico. El modelo utiliza decenas de sondeos y 15.000 simulaciones para estimar escaños y posibles mayorías.
UNA ESTIMACIÓN TRAS 15.000 SIMULACIONES
El segundo gráfico muestra los escaños de cada partido.
Si las elecciones fuesen mañana, nuestro modelo estima que el PP lograría entre 110 y 132 diputados (ése es el intervalo donde estarían sus resultados con un 50% de probabilidad). Unidos Podemos, la coalición entre Podemos e IU, lograría alrededor de 84 (±11), el PSOE alrededor de 78 (±10), y Ciudadanos unos 44 (±10) Además, otros siete partidos lograrían representación.
La tabla a continuación resume los mismos resultados.
Es necesario señalar la incertidumbre de una estimación de este tipo. El modelo asume que las encuestas en ocasiones se desvían de los resultados en 2 o 3 puntos porcentuales. Por eso el modelo estima que el PP podría subir fácilmente hasta los 132 escaños, o superar los 148 diputados con un 5% de probabilidad. Tampoco es imposible que Unidos Podemos caiga hasta 55 o Ciudadanos hasta los 23. A esta incertidumbre contribuyen el error propio de las encuestas electorales y los movimientos de última hora, como los que vimos el 20 de diciembre
¿QUIÉN SERÁ SEGUNDO?
Desde hace dos semanas varias encuestas colocan a Unidos Podemos con más votos que el PSOE. Nuestro modelo va más lejos: lo más probable es que el sorpasso se haya producido también en escaños.
Ahora mismo la probabilidad de que Podemos-IU sea segundo es del 57%. La probabilidad de que sea el PSOE es de un 37%.
Esto significa que la coalición liderada por Iglesias está por delante, aunque no tiene garantizado el sorpasso. La ventaja del PSOE es que es más fuerte en provincias donde los escaños son más 'baratos' en votos —porque son provincias menos pobladas y están sobrerepresentadas por el sistema electoral—. Por eso a igualdad de votos, el PSOE logrará más escaños que Unidos Podemos.
Ahora mismo, los tres puntos de ventaja en votos que tiene Unidos Podemos sobre el PSOE son suficientes para ponerles delante en escaños. Pero las simulaciones del modelo sugieren que si esa ventaja se redujese a dos puntos, los dos partidos estarían empatados. Si la ventaja es de un punto o punto y medio, el PSOE volvería a ser segundo en escaños.
¿QUÉ MAYORÍAS PODRÍAN FORMAR GOBIERNO?
La gran incógnita del 26J consiste en saber si serán posibles acuerdos más sencillos que los del 20D, o si los partidos tendrán que negociar en los mismos términos que entonces. Nuestro modelo, a diferencia de un sondeo convencional, permite analizar esa cuestión.
El gráfico siguiente muestra la probabilidad de que los dos biolaterales más sencillos se acerquen a los 176 diputados.
La probabilidad de que PP y Ciudadanos logren una mayoría de escaños es del 27%. Las probabilidades de la suma de Podemos-IU con PSOE son algo menores: sólo superan los 176 diputados en el 18% de las simulaciones.
Sin embargo, estos dos acuerdos ganan viabilidad si el objetivo son los 170 diputados. Y ese es el 'número mágico' que para muchos abriría la puerta al Ejecutivo –contando con la complicidad de algún partido nacionalista–. La suma de PP y Ciudadanos alcanza los 170 diputados en el 42% de las simulaciones, y la suma de Podemos-IU y PSOE en el 31%.
Si alguno de estos acuerdos acaba siendo viable aritméticamente, veremos una negociación distinta a la del 20 de diciembre. Si no es así, la negociación será similar a la de entonces: entrarán en juego la gran coalición, el acuerdo de remplazo —con PSOE, Podemos y Ciudadanos—, o la posibilidad de un gobierno de izquierdas con apoyo de fuerzas nacionalistas. La única novedad en ese caso será la actitud de los electores, ya ahora se declaran abiertos a cualquier tipo de pacto.
METODOLOGÍA
El modelo estima los escaños en cada provincia. Utiliza decenas de sondeos e históricos de resultados para hacer 15.000 simulaciones de las elecciones. Eso permite estimar cuántos diputados logrará cada partido y con qué probabilidad.
El modelo funciona en cuatro pasos.
Paso 1. Promediar los sondeos a nivel nacional. Agrego muchas encuestas para conseguir dos cosas: eliminar el error de muestreo y en lugar de confiar en la cocina de un solo encuestador, hacer entre todas una cocina de consenso. La media de encuestas la calculo ponderada por fecha y tamaño de muestra. También hago pequeños ajustes en función del encuestador. Las encuestas que he usado provienen de Metroscopia, Redondo y asociados, El Español, NC Report, Invymark, Simple Lógica, Celeste-tel, GAD3, Sigma Dos, TNS Demoscopia, IMOP, ASC, DYM, My Word, Sondaxe, Gesop y el CIS.
Paso 2. Aproximar los votos en cada provincia. Lo hago usando los resultados de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre. A partir de estos datos estimo la distribución territorial de cada partido. Luego uso esa distribución y el promedio nacional (paso 1) para estimar los votos en cada provincia a fecha de hoy. Estos ajustes los hago de forma que los votos totales a cada partido (que calculo teniendo en cuenta la población de cada provincia y su participación esperada) coincida con el promedio de encuestas del paso 1. Sólo uso el promedio nacional para proyectar los votos de los cuatro grandes partidos. También he usado las encuestas para los votos de ERC y DiL. El resto de partidos asumo que se moverán en resultados cercanos a los del 20D.
Paso 3. Incorporar incertidumbre al modelo. Este paso es fundamental para calcular probabilidades. En esencia consiste en averiguar cuál es la imprecisión esperada de un promedio de encuestas. Para calcular eso he analizado siete elecciones de los últimos años (he hecho un promedio de las encuestas de entonces y he calculado el error que cometieron). La incertidumbre la incorporo como un error de distribución normal con una desviación típica que varía entre 0,8 y 4 en función del porcentaje de votos del partido (los errores son generalmente mayores para partidos con más votos). Una parte de la incertidumbre la asumo como propia de la provincia. Otra parte la asocio con cada partido y la aplico a sus resultados en todo el territorio nacional: es importante hacerlo así para capturar errores sistémicos con un partido.
Paso 4. Simular. El último paso consiste en ejecutar el modelo y hacer 15.000 simulaciones de las elecciones. En cada simulación genero los votos de cada partido y en cada provincia. Lo hago a partir del azar, la media de encuestas, la distribución del voto por territorios y la incertidumbre que he asumido. Con esos votos y aplicando la ley D’Hondt y la barrera mínima del 3% de votos, asigno los escaños en cada una de las cincuenta provincias, en Ceuta y en Melilla.