La primera batalla de las elecciones generales se libra al otro lado del Atlántico. El viaje de Albert Rivera a Venezuela encendió este lunes la precampaña del 26-J y puso la política exterior al servicio de la doméstica. El PP aprovechó la ocasión para criticar a Pedro Sánchez, mientras Ciudadanos mostró un tono más conciliador con el PSOE y el papel que sus dos ex presidentes, José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, están jugando en el país sudamericano. En el punto de mira de las críticas: la sintonía histórica del régimen chavista de Nicolás Maduro con la coalición Izquierda Unida-Podemos.
Rivera se dirige el martes a la Asamblea Nacional. Pero en su agenda también hay previstos encuentros con los familiares del líder opositor encarcelado Leopoldo López y Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas que está bajo arresto domiciliario. El líder de Ciudadanos también está dispuesto a reunirse con algún dirigente del régimen. Pero Diosdado Cabello, uno de los hombres fuertes del chavismo, transmitió en la televisión pública que Rivera no es bienvenido en Venezuela.
¿Influye en el votante?
Pablo Simón, de Politikon, dice que el impacto de la política exterior en el votante español es mínimo, y que el viaje de Rivera es más una cuestión de "compromiso político" que otra cosa. Simón recuerda una sola excepción a la regla: la guerra de Irak. En su opinión, la comparación entre Podemos y Venezuela está amortizada. Y sostiene que los temas de campaña, llegado el momento, serán otros.
"Se lo van a tirar los unos a los otros toda la campaña, pero no le daría una mayor importancia", dice Simón. "La influencia sobre el electorado es muy poca. Es cierto que busca poner a Podemos en una situación incómoda, pero en general el electorado de Podemos está inmunizado".
Las contradicciones de Unidos Podemos
Pero lo que está ocurriendo en Venezuela sí preocupa en el seno de la coalición Unidos Podemos. Y también está sirviendo para mostrar las contradicciones entre los nuevos socios. En Podemos, donde están más que acostumbrados a que los relacionen con el régimen de Maduro, prefieren contemporizar y marcar distancias, cada vez más, con el chavismo. En los últimos días, el número tres del partido morado, Pablo Echenique, se ha desmarcado claramente de lo que está pasando al otro lado del Atlántico. Entre críticas a lo que allí sucede, primero defendía que los problemas en el país latinoamericano "no deben ser utilizados como arma política en clave de elecciones generales". Incluso cuando Nicolás Maduro arremetió contra medios españoles y dijo sentirse víctima de una "conspiración internacional", Echenique acusó al presidente venezolano de "hacer lo mismo que hace el señor Mariano Rajoy, que es hablar de otro país para no hablar del suyo; es la misma táctica e igual de censurable".
En cambio, en Izquierda Unida no quieren marcar tantas distancias respecto al chavismo. Al menos eso es lo que puede deducirse de las polémicas declaraciones que hizo el domingo por la noche en La Sexta Alberto Garzón. El líder de IU señaló que la oposición a Maduro "no es de carácter democrático". Cuando si le parecía bien que el líder de la oposición venezolana Leopoldo López estuviera encarcelado, Garzón dijo que "depende, si hay alguien que es un golpista, que insinúa o dice explícitamente que los militares deben dar un golpe de Estado, como se ha visto en algunos sectores de la oposición". Y añadió que "este señor -Leopoldo López- estaba fomentando golpes de estado. En cualquier país tiene un proceso, que debe ser garantista y que respete los derechos humanos". Palabras que, en todo caso, no suenan igual que el discurso de Echenique.
El PP, contra Podemos y PSOE
Andrea Levy censuró las declaraciones de Garzón y echó en cara a la coalición de izquierdas su ausencia en la manifestación a favor de la oposición del domingo en Madrid: "Ni está ni se les espera". La dirigente popular también aprovechó para criticar la ausencia del PSOE en la marcha. La protesta contó con la presencia del padre de Leopoldo López, así como de los vicesecretarios Fernando Martínez-Maillo y la propia Levy. También asistieron varios dirigentes de Ciudadanos.
“No sé cuál es su posición en relación a Venezuela, su ausencia es un acto de desprecio a la Mesa de la Unidad Venezolana, y que no apoyara a Leopoldo López y a los diferentes líderes venezolanos”, señaló.
Rivera contemporiza con el PSOE
Rivera dijo horas antes de viajar que estará en Venezuela "cada vez que lo necesiten para pedir libertad y democracia". Ciudadanos no quiso entrar en polémicas sobre los supuestos papeles contrapuestos de González y Zapatero en la labor de mediación que desarrolan Venezuela. En su opinión, lo importante es estar "unidos": "España no puede mirar hacia otro lado". Rivera reveló que ha hablado con Zapatero y González por teléfono. También se reunión con el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo.
"Estaremos allí para ayudarles y escuchar lo que está pasando con la grave crisis humanitaria que están sufriendo. Es difícil no ponerse en la piel del otro cuando líderes de la oposición venezolana están en la cárcel por sus pensamientos”.
Pedro Sánchez habló el domingo con Lilian Tintori, la esposa de López, y lo comentó con Zapatero. El PSOE lleva tiempo siendo muy crítico con la situación en Venezuela y el Gobierno de Maduro. El más beligerante ha sido González, que ha apoyado activamente a la oposición y ha ofrecido sus servicios legales. Además, González ha arremetido contra la equidistancia de Podemos en la materia y ha lamentado su relación íntima con el chavismo.