El Partido Popular maniobra para que Podemos actúe como segunda fuerza política en el único debate electoral entre los cuatro candidatos del próximo lunes, 13 de junio. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el PP ha apoyado en las negociaciones que Pablo Iglesias intervenga en segunda posición, por detrás de Mariano Rajoy y antes que Pedro Sánchez, en el llamado 'minuto de oro'. En este minuto, que pone el broche final al debate, los aspirantes tienen la libertad de mirar a cámara y dirigirse al electorado con el discurso que quieran y sin interrupciones.
PP y Podemos han trasladado su pinza estratégica de polarización de la campaña a la negociación del debate televisado. Los equipos de ambos partidos han propuesto que las últimas encuestas determinen el orden de intervención de los candidatos. Todos los sondeos, incluido el publicado este domingo por EL ESPAÑOL, dan por hecho que Unidos Podemos superará al PSOE y se convertirá en el segundo partido más votado y alternativa teórica de gobierno al PP.
Las otras dos opciones que se barajan para determinar el orden de las intervenciones son, por un lado, un sorteo y, por otro, los resultados del 20 diciembre, es decir PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. En el debate a cuatro de las pasadas elecciones, con Soraya Sáenz de Santamaría en lugar de Rajoy, se decidió por sorteo.
Reuniones discretas
Los cuatro partidos ultiman los flecos del debate. Jorge Moragas, por parte del PP; Óscar López, del PSOE; Irene Montero, de Podemos; y Fernando de Páramo, de Ciudadanos, negocian discretamente estos días los detalles del único cara a cara entre los principales candidatos del 26-J. La asignación de turnos para el 'minuto de oro' está pendiente de resolver en uno de estos encuentros, en los que se definen aspectos como la disposición del plató, los planos de cámara, la iluminación y los bloques temáticos.
La Academia de Televisión será la encargada de realizar y distribuir la señal a TVE, Atresmedia y Mediaset. El debate tendrá tres moderadores, uno por cada grupo de comunicación: Ana Blanco, del ente público; Vicente Vallés, de Antena 3; y Pedro Piqueras, Tele 5.
El 'minuto de oro' fue uno de los momentos más importantes del 20-D. Iglesias inició la remontada gracias, en otras cosas, a aquel famoso discurso del "no olviden" y "sonrían". Todos los expertos coincidieron en que el líder de Podemos fue el candidato que mejor supo sintetizar y construir su mensaje para llegar a la gente.
La pinza funciona
Las posiciones de salida para el 26-J son diferentes. Hace seis meses, Podemos partía en cuarta posición, incluso por detrás de Ciudadanos, en las encuestas. Y necesitaba un golpe de efecto. Ahora, los sondeos le sitúan como segunda fuerza, y debe conservar esa ventaja sobre el PSOE. Así se vio en el debate que mantuvo con Rivera en el programa Salvados de la Sexta, cuando le dijo al líder de Ciudadanos que probablemente tenía más que perder al aceptar el cara a cara con un partido al que le saca bastante ventaja en intención de voto.
Iglesias ha encontrado su mejor aliado para mantener e incluso aumentar su base electoral en Rajoy. Que la posición negociadora de Unidos Podemos en los debates coincida con la del PP no es extraño, si se tiene en cuenta que la estrategia de la coalición consiste en polarizar la campaña. Todos los actos de la alianza y todas las intervenciones de Iglesias tienen como brújula situar a los electores ante una dicotomía: "PP o Podemos". Así, Podemos pretende ningunear y arrinconar a Pedro Sánchez y los suyos. Si, como apuntan las encuestas, el PSOE es tercero el 26-J, llegará el momento en que tenga que elegir con quién pacta.
Es exactamente la misma estrategia que retroalimenta Rajoy en los últimos meses. El PP se presenta como el único partido capaz de frenar el avance del "populismo". En el programa de Ana Pastor El Objetivo, posterior al debate Iglesias-Rivera, Javier Maroto dijo una y otra vez que el 26-J se elige entre la "izquierda radical o comunista", que representa Podemos, y la única opción constitucionalista capaz de ganar, la del PP. En ese mismo debate, Maroto aprovechó para ningunear a Ciudadanos y, al igual que Iglesias, apeló al apoyo del PSOE para formar un gobierno estable.
El mismo mensaje del PP
Maroto y el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, evidenciaron en el programa esta sintonía de mensajes. De hecho, la rivalidad ideológica y la contraposición de modelos económicos apenas se ha trasladado al rifirrafe político más duro. En el programa de Susana Griso en Antena 3 dedicado a Iglesias, el líder de Podemos definió a Rajoy como un político afable y "socarrón". De Sánchez, dijo que era atractivo.
La polarización, que ahora se traslada al debate televisado, está dejando a Sánchez en una posición imposible. El viento de las encuestas no es favorable y el PSOE admite que la campaña no está consiguiendo movilizar a su electorado. Además, corre el riesgo de que Unidos Podemos desplace a los socialistas como opción del voto útil de la izquierda.
Sin ir más lejos, este mismo lunes Iglesias insistía en estas tesis. "Unidos Podemos es la alternativa más clara de gobierno al PP, en un momento de impasse en que el PSOE tiene que tomar una decisión", afirmaba ante la atenta mirada de su socio Alberto Garzón. El líder de Podemos aseguraba que en la cita con las urnas "no va a haber mayorías absolutas, por lo que el PSOE va a tener que elegir si el PP sigue gobernando o los socialistas gobiernan con nosotros". Iglesias iba más allá al reclamar al PSOE que consulte a sus militantes para ver si estos prefieren pactar "con Podemos o con el PP" tras las elecciones.