El último sondeo del CIS ha crispado la sesión de control en el pleno del Parlamento andaluz. Los datos más significativos que arroja son un empate técnico entre PSOE y PP a 20 escaños, lo que rompería la dinámica ganadora del PSOE de cinco triunfos consecutivos, y un sorpasso fallido de Unidos Podemos a los socialistas. A siete escaños de diferencia se queda la confluencia electoral de IU y Podemos, ganando tres diputados respecto al 20-D. Sin embargo, esa ventaja demoscópica no ha frenado una guerra dialéctica muy cruda entre la presidenta andaluza, Susana Díaz, y los portavoces de las dos fuerzas aliadas electoralmente, Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU).
Tanto IU como Podemos han querido atacar a Díaz por su política de “humo”, de “anuncios” de medidas e “incumplimientos” en su puesta en marcha tras casi un año de gobierno. Díaz les ha intentado desmontar el argumentario compartido: de las 135 medidas comprometidas anunciadas en la sesión de investidura, 73 ya están en marcha, lo que equivale a un 55% de los compromisos adquiridos. No sólo ha tirado de datos para responderles, sino que también ha querido incomodarles ahora que desde Unidos Podemos disputan al PSOE el espacio del voto socialdemócrata.
“Les sienta mal el traje de la socialdemocracia”, les ha dicho a ambos en dos momentos distintos de su intervención, aunque con distintas palabras. Pero en el caso del portavoz de IU ha querido ir más allá. Tras varios mítines repitiéndolo, Díaz ha querido explotar en este cara a cara con Maíllo el filón de que a Podemos no le gustan las banderas republicanas y comunistas, y cómo desde IU en Andalucía se ha dado la directriz de que en esta campaña se “prioricen” las banderas andaluzas, porque esa es la que les “une”, y se eviten las otras. Una decisión que quedó plasmada en un documento interno que contenía un resumen de la comisión electoral andaluza, tal y como publicó El Español.
Para esto, Díaz no ha dudado en exponer cómo cuando PSOE e IU gobernaron juntos durante los tres años que duró la anterior legislatura, no les pidió nada a este respecto. “Nunca le pedí que escondiera sus banderas y símbolos y que los dejara en la puerta de San Telmo (la sede del Gobierno andaluz)”, le ha espetado, recordando que si no lo hizo era por el “respeto” que tenía hacia IU.
El careo ha sido intenso con Maíllo. La filmografía de Almodóvar le ha servido a éste para pintar a Díaz como a “Huma Rojo”, el papel que interpretaba Marisa Paredes en Todo sobre mi madre, cuando respondía al personaje de “La Agrado” sobre el origen de su nombre. Se debía que “todo había sido humo” en su vida, parafraseaba Maíllo.
Rodríguez a Díaz: “¡Chúpate esa!”
Sin embargo, más duro ha sido en enfrentamiento con Teresa Rodríguez a cuenta de la corrupción. Han saltado chispas entre las dirigentes andaluzas de Podemos y del PSOE, que han confrontado sus modelos de lucha contra la corrupción comparando los casos de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y el número dos de Podemos, Íñigo Errejón.
Para Díaz, mientras Chaves y Griñán se han apartado de la política activa, primero abandonando sus escaños y luego dejando la militancia tras el auto de procesamiento abreviado (Chaves lo recurrió ayer), en Podemos no han tenido el “mismo comportamiento moral” al no haber pedido gesto similar a Errejón, mientras fue investigado por su beca en la Universidad de Málaga, que le sancionó. También les acusó, en este caso, directamente a Rodríguez, de “manchar y difamar” a altos cargos de la Junta que fueron investigados y luego se ha archivado las causas en su contra.
La respuesta de Rodríguez ha sido defender a Errejón, cuyo caso precisamente acaba de ser archivada en un juzgado de Málaga por una denuncia de Manos Limpias. “No tenía ni de dónde dimitir la pobre criatura, ¡chúpate esa!”, ha espetado a Díaz. Además, le ha recordado que para “fantasma” no era la beca de Errejón, sino el alto cargo de la Consejería de Cultura que supuestamente cobraba en calidad de director del Centro Andaluz de Flamenco y que nunca ocupó el puesto.
Lo “latoso” de desmontar muebles
A tenor del tono del debate, no parece que por parte de Díaz haya margen para el entendimiento con Unidos Podemos después del 26-J, ahora que esa posibilidad de alianza podría darse de acuerdo con los datos del CIS. Ha sido siempre una de las voces del PSOE más claras en contra de cualquier acercamiento a la formación morada.
Aunque en su partido haya nerviosismo, Díaz ha intentado templarlos advirtiendo del riesgo de “emborracharse” con las encuestas y que “el PSOE es mucho PSOE”. Díaz ha querido restar importancia a los datos recordando la experiencia de las elecciones autonómicas de 2012, cuando las encuestas vaticinaban la victoria del PP en esta comunidad, y los populares no lo lograron. “Tengo la experiencia de quienes se quedaron con pancarta enrollada, es mucho más latoso tener que desmontar muebles”, ha ironizado, refiriéndose directamente al programa electoral de Podemos presentado como catálogo de Ikea.
Ha insistido en que mientras algunos hacen una campaña frívola de “cancioncitas y corazoncitos”, o mirándose en las encuestas de “espejito, espejito, quién es más guapo”, el PSOE se centrará en una campaña “con intensidad” para dar soluciones a los problemas de los ciudadanos e intentar captar a ese tercio de electores que aún no han decidido su voto.