La clase política ha iniciado este lunes el día después con la vista puesta en la formación de un Gobierno a finales de julio. Pero con los resultados del domingo, las piezas aún tienen que encajar. Albert Rivera, cuyo partido ha perdido 8 escaños, ha insistido en que su formación no apoyará un Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy: “Para eso ya está el PSOE”.
Rivera ha mantenido así la línea argumental con la que ha jugado fuerte durante toda la campaña: los 3,2 millones de españoles que han respaldado a C's quieren un cambio político que incluya como condición sine que non la regeneración. La corrupción -hoy ha vuelto a referirse al “PP de Bárcenas”- invalida a los actuales responsables del partido azul para seguir en sus puestos.
Para prestar su apoyo al PP, Rivera exige una regeneración que incluye no sólo a Rajoy, sino a ministros tan tocados por los escándalos como Jorge Fernández Díaz. Al titular de Interior lo ha citado por su nombre porque fue tan solo la semana pasada cuando se supo a través de una grabación telefónica que utilizó los recursos del ministerio del Interior para perjudicar a sus adversarios políticos. Pero hay otros. No ha dado nombres concretos, pero ha hablado de "cambio de equipo" en el PP.
“Qué le vamos a hacer, si PP y PSOE llegan a un acuerdo nos vamos a la oposición”, ha dicho Rivera tras hacer su análisis de lo ocurrido el 26J: Cs ha bajado ocho décimas y el PP ha subido cuatro puntos, por lo tanto los votos naranjas no han sido suficientes para aumentar en 14 los escaños del PP. Por ello, Rivera concluye que “el centro existe”, y que esos votos son un mandato para seguir exigiendo reformas y regeneración democrática aunque sea desde la oposición si Mariano Rajoy decide que quiere seguir al frente del Gobierno.
Este martes, Rivera viaja a Bruselas para seguir de cerca con el grupo liberal europeo el Consejo Europeo en el que intervendrá David Cameron para dar cuenta del resultado del brexit. Para Rivera, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, una mala noticia que hizo temblar al mundo, ha influido en el “voto del miedo” que ha hecho a casi medio millón de españoles que el 20D no votaron PP refugiarse en la seguridad que ha vendido el partido del Gobierno en funciones.
Su preferencia para los pactos que han de formarse a partir de ahora es que se forme una mesa de negociación PP-PSOE-Cs en la que los equipos de trabajo “sin líderes” vayan estudiando una “base programática”. Esa ha sido su experiencia “estos 5 meses” cuando llegó a un acuerdo con el PSOE, el llamado Pacto de El Abrazo que, a juzgar por los resultados este 26J, le ha pasado factura con sus votantes.