Como miembros de la Unión Europea, la reducción del CO2 es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ante el cambio climático, y para ello, todos, personas, empresas y comunidades debemos ser agentes activos en el desarrollo sostenible y de protección del medio ambiente. Actualmente, un 85% de la población urbana de la UE se encuentra expuesta a niveles de contaminación muy por encima a los umbrales recomendados por la OMS, una cifra preocupante que rebaja casi dos años la expectativa de vida.
Entre otros factores, el transporte de mercancías por carretera es una de las grandes causas de la crisis climática debido a los camiones de propulsión tradicional que, a pesar de que solo representan el 2% del total de los vehículos en circulación, suponen un 23% de las emisiones de carbono. Y a todo esto hay que sumarle que la práctica totalidad de los vehículos de transporte de mercancías estén propulsados aún por un motor de combustión interna, lo que no hace más que agravar un problema que ha de ser erradicado más pronto que tarde.
Y es que, en pleno 2022, España cuenta con uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa. De hecho, la media europea se sitúa en 10 años, mientras que en España se rebasan los 13 años. Y en el caso del transporte de mercancías, el 63% de las furgonetas o vehículos comerciales ligeros (que son el medio de transporte de mercancías más utilizado en la última milla), tienen más de 10 años.
Así, si a estos datos le sumamos que en España se transportan cada año 1.500 millones de toneladas de mercancías y que, de ellas, el 96% se mueve por carretera, no es de extrañar que casi un tercio de los camiones en nuestro país supere los límites legales de emisiones de gases contaminantes marcados para el conjunto de la UE, situado en 0,69 g/kWh. Esto equivale aproximadamente a 3,26 g/kg de combustible, mientras que las emisiones actuales se sitúan en 7 g/kg de combustible o lo que es lo mismo, más del doble.
Con estos datos en mente y a pesar de lo preocupante de la situación, es importante resaltar que también existe un rayo para la esperanza. Se está abriendo un nuevo camino en el sector logístico basado en la electrificación de los camiones, colaborando de esta manera con la sostenibilidad del medio ambiente y apostando por la comodidad y seguridad de los conductores y peatones.
Un claro ejemplo de ello lo podemos observar en el vehículo completamente eléctrico Volta Zero, el cual se estima que reducirá alrededor de 1,2 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera para 2025 causadas por el humo contaminante que expulsa el tubo de escape de los vehículos.
La electrificación de los camiones de empresas logísticas conlleva grandes ventajas más allá del impacto ecológico. Para empezar, los motores eléctricos cuentan con un número menor de piezas mecánicas que un vehículo con motor de combustión interna, lo que supone la reducción de los costes de mantenimiento. De igual manera, según el lugar de residencia, cada vez son más las ventajas y descuentos fiscales que los países miembros ofrecen en pro del cambio a vehículos de emisión cero.
Entre todos, necesitamos acelerar la descarbonización del transporte lo antes posible. A partir de las referencias establecidas por las autoridades francesas, que prohíben la operación de camiones con motor diésel en París y en otras grandes ciudades para finales de 2023, queda claro que el enfoque del planteamiento preventivo y de los incentivos existentes en la legislación vigente, funcionan.
La migración a la electrificación no tiene por qué ser algo que se demore hasta 2035 o 2040. Siempre habrá razones para posponer las cosas, pero a medida que se retrasan las decisiones, el avance del cambio climático se vuelve más real y evidente.
Esperamos que los centros urbanos de las principales ciudades prohíban pronto la circulación de camiones con motor de gasolina y diésel, razón por la ya se está impulsando la demanda de camiones eléctricos. Este hecho transformará los entornos del centro de la ciudad, reduciendo la contaminación y convirtiéndolos en lugares mucho más seguros, sostenibles y agradables para vivir y trabajar.
Solo tenemos un planeta y tenemos claro que el cambio climático lo está perjudicando. Debemos hacer todo lo posible para reducir la emisión de CO2, y la adopción de camiones eléctricos es un paso muy positivo para hacer que esto ocurra. Nuestro principal objetivo es descarbonizar la “última milla” y mejorar la calidad del aire. En definitiva, reducir el impacto ambiental de toda la cadena de suministro y producción.
*** Carl-Magnus Norden es fundador de Volta Trucks.