Si algo nos distingue a los seres humanos del resto de especies es nuestra capacidad de pensar en el futuro. Proyectarnos más allá del presente es clave para nuestra supervivencia. También nos permite progresar como sociedad. El concepto de movilidad sostenible existe porque estamos imaginando cómo será el futuro y, a día de hoy, ya es nuestra hoja de ruta.
A pocos meses de despedir este convulso 2022, estamos de nuevo inmersos en la definición de los planes que marcarán el devenir de nuestras empresas. Si hace un año creíamos estar cerca de la luz que acabaría con el largo túnel de la pandemia, ahora vemos cómo esa salida se aleja, por diferentes motivos, varios kilómetros más. Lejos de arrojarnos al pesimismo, esta situación refuerza aún más la resiliencia y la capacidad de anticipación que caracterizan a los fabricantes de componentes de automoción.
El sector que tengo el honor de representar como presidente de SERNAUTO lleva años preparándose para el futuro. Su apuesta por la innovación tecnológica y la inversión en I+D+i lo ha convertido en una de las industrias más competitivas del país. Más que un proveedor de la cadena, somos un aliado estratégico de los actores de la nueva movilidad. Nos hemos ganado este estatus a pulso con esfuerzo, perseverancia y un firme compromiso con la sostenibilidad. Por ello, en este momento de pensar en el futuro más cercano, toca también evaluar cómo nos preparamos ante las nuevas demandas en clave ESG.
El tsunami regulatorio de los últimos años ha tocado con fuerza la costa y sigue ganando terreno. A la luz del Pacto Verde Europeo y su objetivo de Net Zero en 2050, nuestras empresas están adoptando estrategias de descarbonización tanto para contribuir a la reducción de emisiones de los fabricantes de automóviles como para mitigar la de sus propios procesos productivos.
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Los avances regulatorios de los últimos tiempos son fruto de una visión ambiciosa. No se trata de achicar agua con cubos, sino de buscar un sistema duradero que evite una inundación mayor y, a la postre, definitiva. En esa ambición estamos también los proveedores de automoción. Seguimos de cerca la llamada taxonomía verde europea y, desde SERNAUTO, ayudamos a las empresas del sector a comprender qué significa este nuevo lenguaje común y por qué es importante para ellas.
Hablamos de un nuevo marco que obliga a las entidades sujetas a la Directiva 2013/34/UE de Información No Financiera a ir más allá en esta rendición de cuentas y publicar, a partir del reporte de 2022, información sobre el porcentaje de sus actividades económicas climáticamente sostenibles.
Más allá de la dimensión ambiental, estamos muy atentos a las novedades en materia social. A la espera de la reactivación de la taxonomía social de la Unión Europea —sujeta al necesario cambio de prioridades ocasionado por la guerra de Ucrania—, el foco se sitúa en la debida diligencia. Hace tiempo que nuestro sector entendió que no existen atajos ni soluciones intermedias en la gestión de los Derechos Humanos.
Los proveedores de automoción, cada uno en la medida del alcance de su actividad, están desarrollando mecanismos para garantizar el cumplimiento escrupuloso de los Derechos Humanos en todas las fases de su cadena de valor. De nuevo, un enfoque basado en la anticipación que nos permite estar mejor preparados para un futuro que se conjuga en presente.
Tras los precedentes de países como Francia o Alemania, la Unión Europea está legislando en torno a la debida diligencia en la cadena de suministro. La propuesta de Directiva aprobada en febrero de este año exige a las empresas que identifiquen sus riesgos en todas sus operaciones y cadenas de valor.
Todo avanza en la misma dirección. Otra muestra es la consolidación en el terreno social del concepto de transición justa y su principio de 'no dejar a nadie atrás' en la transformación digital de la economía. Un objetivo que compartimos plenamente: somos un sector que lleva años dedicando esfuerzos a la generación de empleo de calidad y a la adaptación de nuestro talento a este nuevo paradigma tecnológico. No partimos de cero y debemos ponerlo en valor, pero al mismo tiempo somos conscientes de que aún queda mucho por hacer.
En ese camino SERNAUTO va a seguir siendo guía y punto de encuentro. Nuestro Plan Director de Negocio Responsable 2022-2024 nos marca el rumbo: conocimiento compartido para la integración de las cuestiones ESG y colaboración para crear nuevas herramientas que impulsen la cadena de valor. Continuaremos en posición de vanguardia, anticipando los retos regulatorios y transformándolos en la palanca que necesitan nuestras empresas para ser más competitivas, más sostenibles, y en definitiva, más atractivas para sus inversores.
Tenemos ante nosotros una gran oportunidad y no la vamos a desperdiciar. La recompensa es conquistar el futuro que ya estamos imaginando. Un futuro en el que la movilidad sostenible sea una realidad para todos, que haga más cómoda y segura la vida de las personas, más habitables nuestras ciudades y pueblos; y que, además, contribuya a la protección del medio ambiente y, al mismo tiempo, al desarrollo económico en nuestro país. Un futuro a la altura de nuestro compromiso.
***Francisco J. Riberas es presidente de SERNAUTO (Asociación Esp. de Proveedores de Automoción)