Los viajes para inspirar a las personas, para concienciar o para motivar a la acción son protagonizados por líderes. En el caso de la lucha por un futuro mejor para nuestro planeta las voces de niñas y jóvenes son las que han liderado y lideran este escenario.
El talento femenino, unido a la edad, presenta una combinación que tiene como resultado una comunicación directa y atrevida.
La niña que 'silenció' al mundo tiene nombre y apellidos: Severn Suzuki. Con 12 años, la canadiense protagonizó un discurso impactante. En 1992, en la Cumbre de la tierra celebrada en Río de Janeiro enmudeció a todos los presentes ."Si no saben cómo solucionarlo, dejen de estropearlo”, señaló.
27 años después Greta Thunberg tomó su relevo. Y lo hizo con mayor dureza en el planteamiento de su comunicación. Su famosa frase “How you dare” ("Cómo se atreven” en español), sumada a su puesta en escena, se convirtió en un momento que dio la vuelta al mundo.
Llama la atención lo similar, lo parecido del discurso de Thunberg al que pronunció Suzuki casi tres décadas antes. La esencia del discurso, los patrones, las maneras de dirigirse a los presentes resuenan a las de la canadiense.
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La última gran líder joven y expresión del talento femenino en el ámbito de la comunicación del cambio climático es Sophia Kianni, de 21 años. Siguiendo ese espíritu de 'colorear' la cara a las personas que pueden tomar decisiones, Kianni regaló a los presentes en Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático 2022 (COP27), celebrada en Egipto, su frase estrella: “Dejad de mentir; necesitamos líderes que paren de mentir”.
Lo que es seguro es que necesitamos líderes como Suzuki, Thunberg o Kianni para dar visibilidad a las grandes cuestiones de la humanidad con un poder de comunicación que mueva a la acción.
Por eso es vital apoyar el desarrollo personal de las nuevas generaciones en el campo del liderazgo, del poder personal y hacer crecer sus habilidades de comunicación. Líderes que no sólo inspiran con una comunicación que se presenta para luchar contra la emergencia climática.
Son un reflejo que invita a otras jóvenes a crecer como líderes, a proponerse retos que puedan ser compartidos por muchos más seres humanos. El poder de la voz, unido al de las palabras elegidas, logran compartir el mensaje con éxito. ¿Y cómo han evolucionado esas palabras en estas tres jóvenes que han conectado con audiencias globales?
Suzuki habló de capa de ozono, Thunberg de cambio climático y Kianni de lucha climática. Nuestro mensaje, el fondo de nuestro contenido, puede ser muy valioso, algo que une a nuestras tres protagonistas. Pero también es vital cómo lo comunicamos.
En este y otros escenarios es importante generar empatía y combinarlo con buenas dosis de firmeza. Y lo primero es relevante. Cuanto más duro, complejo y grave sea el mensaje, más esfuerzo deben hacer los líderes en conectar desde la empatía. La imposición y la polarización no ayuda a esa conexión.
Conectaremos mejor con nuestras audiencias si no solo ponemos la mirada en lo duro, en lo difícil, en lo desesperanzador o en lo catastrófico de nuestro mensaje. Es clave lo que llamo 'la luz al final del túnel'. La esperanza, los mensajes positivos, un liderazgo optimista.
Del estilo de comunicación empático de Kianni, 21 años, muchos líderes podrían aprender, seguro. Y muchas jóvenes, aspirantes a buenas comunicadoras, también.
***Julián Reyes es experto Liderazgo y coach de comunicación