Los proyectos de futuro empiezan con pequeños gestos, pequeñas iniciativas. Varias personas unidas para ayudar a un amigo. Vecinos que trabajan juntos por mejorar su barrio. O líderes de países que, bajo el paraguas de Naciones Unidas, se sientan para buscar la manera de crear un mañana más justo.
Y ese futuro más inclusivo y sostenible está, como asegura Sergi Loughney, director de Relaciones Institucionales de la Fundación ‘la Caixa’, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 17 objetivos que, como explicó Marc Murtra, presidente de Indra, compañía que pone la tecnología al servicio del planeta y de la sociedad, son todo un logro basado en la colaboración, porque "si ya es difícil poner de acuerdo a 193 personas, más aún a ese mismo número de países".
Y ese logro es hoy una hoja de ruta global y el protagonista del foro Liderazgo joven para los ODS: Los nuevos changemakers, organizado ayer por EL ESPAÑOL y Fundación ‘la Caixa’ como punto encuentro (y presentación oficial) de ENCLAVE ODS.
El mañana se dibuja de una u otra manera dependiendo de quién esté mirando ese horizonte. Para muchos, los milenials y la generación Z -es decir, aquellos que están en la veintena y treintena- representan el futuro de la sociedad, del mercado laboral y de las empresas.
Estas generaciones llevan la Agenda 2030 inconscientemente incorporada en su ADN. Y son ellas las que dibujan un mañana sostenible con sus decisiones de compra y, cada vez más, con su propia visión de negocio.
Así lo han demostrado los 17 jóvenes que han participado en la serie de entrevistas realizadas por Rubén Fernández-Costa en este vertical. Y que fueron coprotagonistas -junto a los ODS- del foro celebrado en el CaixaForum de Madrid.
Murtra lo dejó claro: “No es lo mismo mirar a una montaña desde abajo que mientras la estás subiendo”. Se hace imprescindible que las generaciones que ahora forman el tejido empresarial de nuestro país presten atención a estos jóvenes.
Los jóvenes 'changemakers' emanan su propia luz, que tiene que guiarnos por el camino de la Agenda 2030
Porque todos ellos -y a los que representan- están poniendo toda su voluntad y atención en “uno de los mayores retos de nuestra sociedad: que el desarrollo sea sostenible, justo e inclusivo”. Con estas palabras, Murtra hizo hincapié en el papel esencial que juegan en la sociedad los jóvenes, representados por estos 17 changemakers o agentes de cambio que dan voz a los ODS.
Es a estas 17 mujeres y hombres que ya se han convertido en referentes en esa lucha por un mundo más justo, y a todas esos jóvenes anónimos que siguen sus pasos, a quienes pertenece el futuro. Como señalaba Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL durante el foro, “todos ellos emanan su propia luz, y es esa luz la que tiene que guiarnos” por el camino de la Agenda 2030.
Y lo hacen. En el momento en que se escriben estas líneas, ENCLAVE ODS lleva publicadas alrededor de 23.000 palabras. Todas y cada una de ellas destinadas a darle sentido a estos objetivos de Naciones Unidas que deberían -si no lo hacen ya- formar parte del día a día de los que buscan construir un mañana mejor.
Pero ¿qué significan un par de decenas de miles de palabras en el océano de información que encontramos online? La moderadora de este foro, Cruz Sánchez de Lara, editora de ENCLAVE ODS y vicepresidenta de EL ESPAÑOL, resaltó que lo importante no es la cantidad, sino la calidad. Y sobre todo el mensaje.
Personas, ODS, día y años han sido las cuatro palabras más usadas por los 17 jóvenes changemakers que han ocupado la sección de Referentes del vertical durante las últimas semanas. Lo que, como explicó Sánchez de Lara, “nos recuerda un asunto fundamental: la importancia de comprometernos con los tiempos y de no posponer este compromiso para otras generaciones”.
Los ODS requieren de tiempo y de esfuerzo. Como aseguró Murtra, "no se conseguirán espontáneamente, ni se trata de una tarea sisifea". Además, el presidente de Indra apuntó a la necesidad de adaptar la economía a los objetivos y de cambiar de hábitos. Tendencia que los jóvenes empiezan a liderar.
Porque somos testigos de una situación peculiar. Como aseguraba Concepción Galdón, directora y lead académico de Innovación Social en IE y cofundadora de Puentes Global -y una de las jóvenes protagonistas del foro-, “nunca tantas generaciones se habían unido alrededor de las mismas preocupaciones”.
Galdón recordó a los asistentes cómo la pandemia nos está demostrando que no vivimos en “una era de cambio sino en un cambio de era” que lleva años fraguándose a fuego lento.
Concepción Galdón: "Nunca tantas generaciones se habían unido alrededor de las mismas preocupaciones"
Y como explicó en el foro, la sostenibilidad ha venido para quedarse, pero no como una palabra vacía. “Las empresas no tienen sentido en el medio y largo plazo si no son sostenibles a nivel social y medioambiental”, aseguró.
Además, Galdón nos recordó algo que demasiadas veces olvidamos: “Las empresas no existen, no son nada por sí solas: son las personas que las conforman y que les dan personalidad”. De la misma manera que las personas evolucionan, también lo hacen las empresas. Algo que entienden a la perfección emprendedores sociales como Antonio Espinosa de los Monteros, CEO de Auara.
Al final del día, explicaba durante el foro, “entender a la persona es entender el mundo, la economía y cómo funcionamos”. Y esas generaciones más jóvenes, que empiezan ahora a ser el centro de atención de las compañías, demandan cada vez más que se ponga el foco en el impacto social.
“Quiero que las ocho o diez horas que trabajo, que son un total de 70.000 horas -la mayor parte del tiempo que pasamos despiertos-, signifiquen algo, que contribuyan”, explicó Espinosa. A lo que añadió algo que parece un tópico, pero que resume el espíritu de los veinteañeros y treintañeros de hoy: “Somos una generación que entiende que el trabajo tiene que tener un propósito, y eso es lo que buscamos en las empresas”.
Esa forma de pensar no se restringe a unos pocos. Natalia López González del Rey, estudiante investigadora de doctorado en HM Hospitales, lo resumió a la perfección: “Cuando vi las entrevistas de los 17 publicadas me di cuenta de que todos pensamos igual; cada uno desde su parcela, desde lo que puede hacer, pero la esencia es la misma, tenemos un objetivo común y todos ponemos nuestro granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor”.
Con los ODS por bandera
Pero no siempre ese objetivo común se materializa en acciones conjuntas. De ahí la importancia de comunicar y sensibilizar para que la Agenda 2030 forme parte del día a día de la ciudadanía, y no solo de empresas e instituciones. Para Galdón, el reto de los ODS radica en que “no es tan fácil humanizarlos para que todas las personas sientan que forman parte de ellos”.
Tanto en el ámbito profesional como educativo el foco está en la formación. “Las empresas tienen la capacidad, en la medida que evolucionan a la par que la sociedad, de digerir conceptos como los que engloban los ODS y hacer pedagogía con sus personas, sus trabajadores”, reiteró Galdón.
La educación -junto a la salud, tal y como hemos visto con la pandemia- son la base del progreso. Algo sobre lo que Galdón reflexionaba: “Igual que vivimos la transformación digital, estamos viviendo una hacia la sostenibilidad, y debemos entender que hay que formarse en ella”.
Porque, como advirtió Espinosa, sin la formación adecuada, el conocido como “greenwashing podría perpetuarse en vez de ser tan solo una respuesta rápida a una tendencia social”.
Este concepto grandilocuente que no es más que un lavado de cara sostenible es, según el joven emprendedor, “un síntoma de una demanda social, un cambio que requiere de varias generaciones para asentarse, y que la formación y el tiempo pondrá en su lugar”.
Los milenials, los nuevos consumidores, ya han empezado a demandar a las empresas un cambio de paradigma. “Y la generación Z, que viene detrás, lo hará aún más, porque están más concienciados todavía”, alertó López.