A medida que el mundo se recupera de la pandemia de la covid-19, el reloj para reducir las emisiones de CO₂ no ha dejado de correr. Y las esperanzas están puestas en la próxima Cumbre Climática, la COP26, que se celebrará en Glasgow (Reino Unido) desde el 31 de octubre hasta el 12 de noviembre. Pero ¿qué se espera que ocurra?
Según el Acuerdo de París de 2015, los 175 países firmantes (en total en el mundo hay 193) se comprometieron a buscar un horizonte neutro en carbono para 2050. El objetivo es mantener la temperatura global "muy por debajo" de 2 °C respecto a los niveles preindustriales.
A esos compromisos se les llamó Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) y lo que hace seis años parecían objetivos muy ambiciosos, según los expertos del clima de la ONU, ya son insuficientes.
Los 100.000 millones de dólares que los países desarrollados prometieron movilizar no estarán disponible hasta 2023
De hecho, en París se determinó que cada cinco años había que hacer revisión, y como el año pasado no se pudo celebrar por la pandemia, toca ahora presentar nuevos NDC actualizados. Pero no todos los Estados tienen la misma ambición.
Además, los países desarrollados deben cumplir su promesa de movilizar 100.000 millones de dólares (unos 86.000 millones de euros) al año para financiar la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo y asegurar el objetivo global neto cero.
El problema es que ese dinero no estará disponible hasta 2023.
Mercados de CO₂
Otra de las claves es saber si se van a poner en marcha mercados de carbono como el que ya existe en Europa, el EU ETS. Aparece recogido en el artículo 6 del Acuerdo de París, y describe las formas en que los países pueden lograr sus objetivos de mitigación de varias maneras, particularmente a través de esquemas de comercio de emisiones en toda la industria.
En cómputo total, los mercados de carbono cubren alrededor del 16% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y el único que está verdaderamente desarrollado es el del Viejo Continente.
Los mercados de carbono cubren el 16% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero
Aunque China ya ha comenzado con su mercado de CO₂ así como algunos estados de EE.UU. y de Latinoamérica, además de Reino Unido, que tiene el suyo propio desde el Brexit.
Pero ¿cuál es el problema? La falta de transparencia en algunos países y sus industrias, que impiden un desarrollo justo.
Y eso que su mecanismo es bastante simple: a cada industria o planta emisora se le conceden algunos “derechos de emisión” y aquellos que finalmente emitan menos de lo esperado pueden intercambiar sus créditos sobrantes a emisores que excedan su presupuesto de carbono.
También se propone que haya mercados voluntarios de carbono (VCM). Si se hace bien, ambos tienen el potencial de reducir el coste financiero para cumplir con el compromiso de París mientras se acelera el ritmo de la transición energética.
Crisis energética
La cumbre del clima se celebra después del paso de una pandemia que ha provocado una grave crisis económica y en medio de una crisis energética sin precedentes por las tensiones del suministro de gas.
Los diferentes modelos climáticos de los científicos advierten que los esfuerzos actuales de mitigación del clima no evitarán superar los 2 °C de calentamiento global en menos de 25 años. Incluso en 7 años si el umbral se reduce a 1,5 °C. Todo se traduce en un riesgo físico muy alto, según el último informe del IPCC, presentado en agosto.
John Kerry ha dicho que permanecer dentro del umbral de 1,5 °C será difícil de alcanzar
Para rematar este tono optimista, el propio John Kerry, enviado de Estados Unidos para la cumbre, ha dicho que permanecer dentro del umbral de 1,5 °C es muy probable que sea difícil de alcanzar.
Y eso que EE.UU. dice que quiere hacer sus deberes, pero será China, el mayor emisor del mundo, la clave para cualquier esperanza de un resultado sólido en la COP26.
Poca ambición
Junto a China, tampoco se espera que India, Arabia Saudí y Turquía, naciones del G20, presenten algo antes de la COP26. Brasil, México, Australia y Rusia han propuesto planes que los analistas del World Resources Institute (WRI) califican como pobres.
Brasil malinterpretó la petición de la ONU que se presentaran planes "mejorados" y el suyo es uno que incluso aumenta hasta un 35% las emisiones.
La NDC de México está bajo revisión judicial tras ganar Greenpeace una denuncia en los tribunales federales del país, y el objetivo climático tan celebrado por Joe Biden, el presidente de EE.UU., sigue sin materializarse en planes concretos.
Rusia apuntará a cero emisiones netas alrededor de 2060, dijo Vladimir Putin en un evento energético en Moscú, aunque los detalles también siguen siendo vagos.
India sigue con sus objetivos de intensidad energética, quemando carbón y construyendo nuevas centrales y Arabia Saudí ha creado el Foro de la Iniciativa Verde, pero todavía sin saber muy bien qué hará y en qué plazos.
Brasil, México, Australia y Rusia han propuesto planes que los analistas del World Resources Institute califican como pobres
Otros países, como Corea del Sur, han anunciado un proyecto de ley para aprobar recortes del 40% respecto a los niveles de 2018 para 2030 y eliminar definitivamente el carbón en 2050. Una fecha algo tardía si se compara con Europa.
Resultados esperados
¿Qué habrá que ver en Glasgow para que se considere un éxito? Que los planes de los países más contaminantes permitan alcanzar el objetivo de una subida por debajo o como máximo de 1,5 °C y que se apruebe un paquete para países en desarrollo.
Pero también podría haber acuerdos dentro y fuera de las negociaciones formales de la ONU.
Es el caso de un posible compromiso para no construir ni una sola central de carbón nueva; o eliminar las ventas de automóviles de gasolina o diésel para 2030/2035; más protección de los bosques tropicales; o un mayor apoyo para aumentar hasta el 30% el recorte de metano en 2030.
También podría haber acuerdos dentro y fuera de las negociaciones formales de la ONU
Hay que ser valientes. La crisis climática continúa profundizándose: la Organización Meteorológica Mundial ha dicho que la acumulación de gases de calentamiento en la atmósfera aumentó a niveles récord en 2020 a pesar de la pandemia.
Las cantidades, o concentraciones, de CO₂, metano y óxido nitroso aumentaron más que el promedio anual en los últimos 10 años.
Nos va el futuro en ello. Escasez de agua dulce, extinción de especies, incendios, fenómenos meteorológicos extremos… La vida en la Tierra tal y como la conocemos se verá transformada por el cambio climático en las próximas décadas, incluso antes, si se vuelve a retrasar la responsabilidad de todos los países.