Llega la Navidad y con ella uno de los momentos más difíciles del año: la elección de regalos para nuestros familiares y amigos. Estas fiestas son el momento de año en el que más consumimos. Según los datos de la reciente encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre consumo navideño, cada español desembolsará estas navidades unos 348 euros en regalos.
Pero ¿y si con cada presente pusiésemos nuestro granito de arena para cuidar del medio ambiente? El consumo responsable y fomentar regalos amigables con el entorno podría ayudarnos a conjugar la sostenibilidad con el espíritu navideño.
Una vez escogidos, toca elegir la manera de presentarlos. Tanto para los más supersticiosos, como para los que no lo son, rasgar el papel que los cubren es una parte esencial de la ceremonia de apertura de regalos. Para envolverlos, la mayoría suele recurrir al dúo infalible del papel de regalo y el celo, mientras que otros se deciden por disfrazar la sorpresa en vistosas cajas decoradas con motivos navideños.
Cada español desembolsará estas navidades unos 348 euros en regalos
Estas opciones llevan aparejadas una consecuencia que vemosa los pocos días: contenedores que rebosan de cajas y paquetes de papel y plástico. Esta basura, que no se suele separar adecuadamente, acaba incluso en el suelo, dificultando las tareas de depósito y recogida de residuos.
Aunque resulta casi imposible cuantificar el volumen de papel y otros tipos de envoltorios que desechamos los españoles en Navidad, sí que se puede estimar cuánto terminará siendo reciclado.
La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL), prevé para estos meses un volumen de reciclaje de papel y cartón similar a los niveles prepandemia. Se estima que entre diciembre y enero se recogerán alrededor de 900 millones de kilos de papel y cartón para su reciclaje. Esto representa un 20% de lo recogido en todo el año.
Estas cifras nos plantean la cuestión de si es posible reducir o suprimir el consumo de estos materiales de un solo uso. La respuesta es un sí rotundo. Podemos reemplazarlos sin gastar un euro, pero con algo de esfuerzo, recurriendo a materiales que tenemos en nuestra propia casa y decorándolos, dándoles así un toque distintivo.
Periódicos y cajas, alternativas sostenibles
El papel de periódico o de revista es el envoltorio sostenible estrella, si no se compran exclusivamente para la ocasión. Nos sirve para regalos de todos los tamaños, y además se pueden decorar con pinturas, purpurina o pegatinas. Otra opción es reutilizar los mapas rotos o desactualizados que no hacen más que ocupar espacio.
Nuestros hogares están sufriendo una invasión silenciosa: las cajas de cartón que no tiramos, pensando que en algún momento servirán, y que al final terminan acumulando polvo en armarios, sótanos y balcones. Sucede algo similar con las bolsas de tela que muchas marcas regalan desde hace meses. Estas, junto con las cajas de cartón, son muy buenas alternativas al papel de regalo, y la Navidad es el momento perfecto para darles uso.
Se estima que entre diciembre y enero se recogerán alrededor de 900.000.000 kilos de papel y cartón para su reciclaje
A todo el mundo le gusta destrozar los envoltorios. Pero si queremos adoptar prácticas sostenibles en esta época festiva, podemos recurrir a otros materiales como las telas. Los regalos se pueden envolver con sábanas, fundas de almohada, servilletas grandes de tela, bufandas u otras prendas de ropa que no nos ponemos.
Aunque el uso de tela para envolver los regalos puede parecer una opción fuera de lo normal, es una práctica en auge, inspirada en el furoshiki, una tela que se lleva utilizando en Japón desde hace siglos para envolver y transportar objetos. Podemos encontrar sugerencias de presentación de regalos en tela en el portal del Ministerio de Medio Ambiente japonés.
Libros y dibujos, ¿también para envolver?
Para algunos, darle un uso alternativo a los libros, más allá de su lectura supone el más grave de los sacrilegios. Sin embargo, el sentido común y la ecoresponsabilidad nos alejan de esta perspectiva. Los libros, de manera similar a los periódicos, pueden ser una opción válida para envolver los regalos, siempre y cuando no los vayamos a leer o estén muy deteriorados.
Otra opción es reutilizar los viejos dibujos de los más pequeños de la familia. Esos que acaban, como algunos libros, olvidados en cajas y cajones de nuestros hogares. O, peor, en algún contenedor.
Las opciones para conjugar la sostenibilidad con el espíritu navideño son diversas. Si al final se opta por recurrir al dúo infalible del papel de regalo y celofán, solo nos queda recordar la más importante de las 3 R: el reciclaje. Los residuos de papel y cartón, plegados, van al contenedor azul. Otros materiales como las cuerdas, el celo transparente o el papel brillante y de aluminio, al amarillo. Para el resto, la imaginación pone los límites para reutilizar todo lo que encontramos en casa como packaging navideño.