El papel con semillas o papel plantable es un producto al que puedes dar una segunda vida simplemente colocándolo en agua, dejando que germine y trasplantándolo a una maceta. Y Sheedo Studio, una empresa de regalos y merchandising ecológico, lo introdujeron en nuestro país.
"Ha pasado de ser simplemente papel a una alternativa al regalo profesional aburrido, que es muchas veces de poca calidad y con mucho plástico", explica Gonzalo Mestre, CEO y cofundador de la compañía.
Se trata de una opción original y sostenible al merchandising o los regalos corporativos o individuales básicos. Cuando estos jóvenes comenzaron su andadura en 2013 se dieron cuenta de que "en España y Europa nadie lo estaba haciendo y aquellos que lo hacían fuera todavía contaban con un papel inestable en el que ni siquiera se podía imprimir", cuenta Mestre.
¿Zanahorias o celosías?
Lo más curioso del papel plantable es que puedes introducir en él las semillas que quieras. En Sheedo, según explica su CEO, de momento disponen de semillas de zanahoria, tomate, albahaca, celosías, manzanilla o flores silvestres, entre otras. Estas se pueden incluir en tarjetas regalo, etiquetas, calendarios, o lápices.
Uno de los procesos más destacados de su elaboración es el comienzo. Para crearlo, en primer lugar cogen retales de algodón que hayan sobrado en la fabricación textil. "Se trata de tela tan pequeña que no sirve para otra prenda", explica Mestre. Estos retales se procesan y aparece la pulpa del papel que se mezcla con la semilla en un recipiente con agua. Finalmente, con la ayuda de un colador plano van sacando la mezcla que por fin se ha convertido en papel.
Lo bueno de este papel es que es 100% personalizable. Además, como cuenta Mestre, todos los productos tienen un impacto social muy importante, "requieren de manipulados o montajes manuales y, para ello, empleamos a personas con discapacidad y también a diferentes artesanos en Córdoba".
En busca de la sostenibilidad
El planeta está sufriendo y las alternativas innovadoras y sostenibles que germinen, y nunca mejor dicho, el cambio nunca están de más. Muchas industrias ya se están sumando a iniciativas para salvar el medio ambiente. Un ejemplo es Cuidar el Clima, que Naciones Unidas puso en marcha en 2007 para ayudar empresas a promover soluciones prácticas y "contribuir en la formulación de las políticas públicas y moldear actitudes de la población".
Las inversiones de los organismos en materias como las energías renovables o el sistema de producción ya están siendo notables. No obstante, también en las pequeñas cosas, como apostar por el merchandising eco, están empezando a tener cabida. Para muchas empresas puede parecer una moda, "algunas lo hacen porque es lo que toca", explica Mestre. Pero otras, acuden a sus productos "porque creen en ello y quieren ser respetuosos con el medio ambiente".
En Sheedo, han trabajado creando regalos ecológicos y campañas de marketing con empresas como DKV, Terra Mítica o Calzedonia, entre otros muchos. Y mantener una filosofía ecológica está también presente en el packaging del propio producto, con sobres y envoltorios que también pueden plantarse.
Cambiar el usar y tirar por el usar y plantar, como explican desde Sheedo, es el comienzo para generar un impacto positivo en el medio ambiente. Y es por eso que las marcas están empezando a apostar por estos productos en sus regalos corporativos.
"Estamos llegando a competir en el mercado con precios más habituales", cuenta Mestre, y concluye indicando que uno de sus objetivos es hacer que "lo sostenible no sea un lujo".