Tatiana Polo y Marta Aragón son dos maestras, de 5º y 6º de primaria respectivamente, que intentan impulsar la conciencia ecológica en los niños y niñas a los que dan clase en el CEIP La Gaviota de Torrejón de Ardoz (Comunidad de Madrid). "Muchos alumnos de primaria desconocen qué es el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o las energías renovables, por ejemplo. Incluso muchos no saben cómo hacer un correcto reciclaje", aseguran.
Y porque, como ellas mismas dicen, "es importantísimo que desde la escuela se conciencie al alumnado de la importancia de cuidar nuestro planeta", su colegio, como otros 560 de Galicia, Andalucía y la Comunidad de Madrid, ha decidido unirse a la Generación Eco.
Este proyecto, impulsado por Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de envases de vidrio en España, pretende impulsar la sostenibilidad en los colegios y, de paso, "crear comunidad allí donde se instaure". Así lo asegura el director de Marketing de Ecovidrio, Borja Martiarena, quien recuerda que con Generación Eco no sólo quieren "hablar de reciclaje de vidrio, sino de sostenibilidad" en todos los aspectos de la vida.
Y un elemento clave para que el mensaje cale son, como Polo y Aragón, los educadores. "Tenemos un 'espía infiltrado', es decir, un profesor con conciencia medioambiental que se encarga de poner en marcha los retos sostneibles que proponemos desde Ecovidrio", explica Martiarena.
Otro de esos "espías infiltrados" sería Jose David Ríos Lesta, profesor del CPR Plurilingüe Nuestra Señora del Carmen de Betanzos (A Coruña). El también coordinador del proyecto Generación Eco en el centro confiesa que, "a través de los diferentes retos, los alumnos están cooperando y trabajando en equipo para conseguir ser el mejor centro de Galicia, realizando tareas creativas, con visión en el exterior y duraderas en el tiempo".
Ríos Lesta lo tiene claro: "Podríamos decir que el proyecto aporta unión entre el alumnado y el profesorado, a la vez que se trabajan estándares curriculares de diferentes materiales, como es el caso de Ciencias de la Naturaleza". Y eso es lo que Generación Eco busca: poner en el centro de la escuela la educación ambiental.
Para Antonio Tornero Téllez, director del CEIP Santo Tomás de Jaén, este proyecto sirve "para mostrar las acciones sostenibles que realizamos, tanto en el cole como con ayuda de las familias desde casa". Y confiesa que "en el propio centro nos hacemos conscientes de nuestros logros y nuestras carencias en cuanto a sostenibilidad se refiere".
Como ellos, son ya 561 colegios y 157.605 alumnos y alumnas los que apuestan por medir y reducir su huella ecológica. Y es que en sólo un curso los centros participantes en Generación Eco han evitado la emisión de 93,34 toneladas de CO2 y reducido el uso de agua en 24.032,59 m3. O, en otras palabras, han dejado de emitir el mismo CO2 que podrían absorber en un año 4.667.231 árboles y de usar la misma cantidad que se gastaría en 120.163 duchas de diez minutos de duración.
Un reto al mes
Pero ¿cómo se consigue minimizar la huella medioambiental desde el colegio? La clave está en introducir un desafío cada mes en las actividades que realizan los más pequeños en la escuela. Pero no sólo eso: "El reto de este mes de febrero, por ejemplo, es 'sostenibilidad en casa', que se basa en poner en práctica la sostenibilidad en sus hogares", cuenta Martiarena.
De esta manera, ya no es el "espía infiltrado" el que da una charla a sus alumnos sobre lo que es la sostenibilidad, sino que son los propios niños quienes "se lo cuentan a sus padres, a sus hermanas y hermanos, a sus vecinos... se sienten protagonistas y se convierten en nuestros agentes medioambientales", reconoce el portavoz de Ecovidrio.
Porque, como cuenta Martiarena, tiene "mucho más recorrido activar a los niños, emocionarles" y que vean los resultados de lo que hacen que simplemente "darles charlas".
Los retos y actividades que se presentan cada mes son de lo más variopintos. Por ejemplo, en el CEIP Santo Tomás de Jaén organizan "patrullas ecológicas" con las que, cuenta su director, "cada semana, en turnos rotativos, el alumnado recoge los residuos de las papeleras de cada planta del centro y los deposita en los contenedores correspondientes más cercanos".
Ríos Lesta cuentan que en el Nuestra Señora del Carmen, por ejemplo, decidieron involucrar también a la comunidad. Para ello, crearon "unos logos de Establecimiento sostenible, que otorgamos a diferentes locales de la población de Betanzos para reconocer su compromiso con el medio ambiente".
Por su parte, Polo y Aragón hablan de una actividad llevada a cabo en el CEIP La Gaviota de Torrejón: el reto de Vamos a la COP26. "La actividad era escribir el discurso de nuestro centro como si nos invitasen a participar en la cumbre de 2021. Los alumnos de infantil y hasta cuarto de primaria participaron como oyentes de los discursos de los alumnos de quinto y sexto, y luego estos recogieron las ideas que fueron surgiendo en el resto de clases en un mural virtual colaborativo que se compartió con otros centros educativos europeos", cuentan.
Así, añaden, "contribuimos con nuestro granito de arena a hacer un mundo más sostenible". Las maestras apuntan que con Generación Eco "se aborda la sostenibilidad de una forma diferente, divertida y, sobre todo, motivante". Y concluyen: "Les da a nuestros alumnos las herramientas necesarias para que en un futuro sean los promotores de grandes cambios".