Empresas y gobiernos de todo el mundo anuncian que están tomando medidas para abordar el cambio climático y convertirse en emisores cero netos de dióxido de carbono para 2050. Pero ya no es suficiente. Ahora se ambiciona más, eliminar más CO₂ de la atmósfera de la que se emite, pero ¿cómo identificarlo?
Emisiones cero, emisiones cero netas, neutro, positivo, negativo... Cada vez hay más términos que se apuntan las empresas para demostrar que son más sostenibles y más limpias, o al menos lo pretenden.
Un jaleo de definiciones que pueden provocar confusión si no se está familiarizado con ellas. Vayamos de más a menos.
Cero netas y cero carbono
La parte "neta" de net-zero (emisiones cero netas) significa que aún podemos emitir CO₂, siempre que compensemos (o eliminemos) esas emisiones de la atmósfera en la misma cantidad en otros lugares. Es la menos ambiciosa de todas, pero la que han puesto como objetivo la gran mayoría de empresas, países y organizaciones de todo tipo en todo el mundo.
La neutralidad en carbono significa que las emisiones de CO₂ a la atmósfera derivadas de la actividad de una empresa se compensan con la eliminación de una cantidad equivalente. Los ejemplos de actividades de compensación incluyen la plantación de árboles para absorber CO₂ o el uso de otros ecosistemas naturales para aumentar el carbono almacenado en la biosfera.
En este caso, las empresas se esfuerzan por reducir y equilibrar su huella de carbono. Pero se puede ir un paso más con el término "carbono neutral", que se refiere a equilibrar la cantidad total de emisiones de carbono. Es el "cero carbono", que significa que no se ha emitido carbono desde el principio y que, por lo tanto, no es necesario capturarlo o compensarlo. Por ejemplo, un edificio comercial que funciona completamente con energía solar y no utiliza combustibles fósiles puede calificar su energía como "cero carbono".
Para entender el término “emisiones netas cero”, también debemos entender lo que no es. No debe confundirse con los siguientes conceptos relacionados, pero separados:
"Emisiones integradas": que son las creadas en la fabricación de la tecnología. Por ejemplo, la energía eólica y solar no producen emisiones después de su instalación, a diferencia de la energía de combustibles fósiles.
"Bajas emisiones": en este caso, es la generación de gases de efecto invernadero a un ritmo inferior al habitual. Los ejemplos incluyen el cambio de energía a carbón a gas para generar la misma cantidad de electricidad, pero con menos emisiones.
Carbono positivo y negativo
La ambición ha dado un paso más y ahora hay que buscar el objetivo del "clima positivo", que significa que la actividad va más allá del objetivo de cero emisiones netas de carbono para crear un beneficio ambiental mediante la eliminación adicional de dióxido de carbono de la atmósfera.
El término "carbono positivo" es cómo las organizaciones describen el clima positivo y el carbono negativo. Significa eliminar CO2 de la atmósfera o secuestrar más CO₂ del que se emite. Esto podría incluir un proceso de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono.
La condición de carbono positivo se logra al generar más energía de la consumida creando un excedente energético procedente de energías renovables. O también, que los productos de una empresa generan más emisiones negativas de gases de efecto invernadero que positivas, o que un edificio produce más energía de la que necesita y la devuelve a la red (un sistema de autoconsumo fotovoltaico).
Se trata de descarbonizar evitando emisiones de carbono a través de fuentes renovables (eólica, solar, hidroeléctrica) y avanzar en el almacenamiento de energía renovable.
Para las empresas, alcanzar el objetivo de ‘compañía carbono positivo’ supone ventajas como un menor coste de operaciones y una mayor flexibilidad en términos de suministro energético.
La denominación de carbono positivo puede ser confuso, porque la lógica señala que el carbono en estas actividades es negativo, porque resta y no suma. Sin embargo, para los departamentos de marketing de las empresas es mejor utilizar el vocablo de 'positivo' y por eso se está extendiendo su uso. Por eso, en algunas ocasiones encontraremos esa denominación con la palabra antónima: "carbono negativo".