Siete mujeres con siete perfiles STEM. Lideresas, empresarias, periodistas reconvertidas en consultoras estratégicas, científicas: sus perfiles cubren un amplio espectro de áreas dentro del sector de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. ENCLAVE ODS y EL ESPAÑOL las reúnen en un desayuno informal para conversar sobre el futuro de la mujer en este tipo de carreras. ¿Hay inclusión? ¿Se ha reducido la brecha de género en los últimos años? Y lo más importante: ¿qué podemos hacer para motivar a las nuevas generaciones de mujeres a elegir unas carreras históricamente lideradas por hombres?
Al encuentro acuden Esther Checa, Head of Innovation en t2ó; Sonia Pacheco, Head of Marketing & Communications EMEA de Globant y Ana Gómez, Product Owner de Contenidos e Identidad de BBVA. También están presentes Elena Morettini, Global Head Sustainable Business de Globant; Sandra Figaredo, directora de Alianzas Estratégicas en ManpowerGroup; Alejandra Fernández, Directora de Marketing Corporativo y Relaciones Institucionales en EVO Banco, y Mireia Arroyo, responsable de Relaciones Institucionales de Gestamp.
Sobre la materia a debatir, 'de dónde viene la desigualdad en el sector STEM', Sandra Figaredo afirma que, históricamente, "las mujeres no han tenido acceso a la educación". "¿Qué se esperaba de ellas? Que fueran buenas madres, y siempre en el ámbito privado. Este país tuvo una dictadura y hasta las mujeres de la Policía y de la Guardia Civil tuvieron que ir a los tribunales para acceder a sus empleos", continúa. "Esa situación ha traído un retraso en el hecho de que la mujer se incorpore a ciertos hábitos de conocimiento y pueda trabajar".
"Hagamos a las niñas bravas y no perfectas", reclama Esther Checa
No obstante, los coletazos de la cultura de la desigualdad aún se ven en el acceso a las carreras tecnológicas, matemáticas y científicas. La mayoría de los estudiantes que se lanzan a por estas carreras son hombres, mientras que sectores como el magisterio o la enfermería suelen estar lideradas por mujeres. Existe una brecha de género, más cuando se ponen los datos sobre la mesa: sólo el 25% de las estudiantes de carreras STEM son mujeres. Parte de esta situación viene porque no existen referentes femeninos fuertes a los que se les haya dado visibilidad.
Por eso las 7 tienen un mensaje para todas las jóvenes que estén planteándose estudiar una carrera dentro de este sector: que no duden. "Sois necesarias" y "os estamos esperando":
"Pensemos en cuántos referentes mujeres tenemos en este tipo de carreras", considera Ana Gómez, y responde tras un breve silencio: "Pocas. Ahí reside la importancia de empoderar a las niñas de hoy. No existen carreras de chicos o de chicas, salvo aquellas que puedan estar limitadas por la fuerza. Tenemos mujeres tan valiosas que debemos darles visibilidad para que se conviertan en referentes para las nuevas generaciones" de profesionales.
"Hagamos a las niñas bravas y no perfectas", interviene Esther Checa. "Si tú a una persona le ayudas a descubrir su propósito en esta vida, le vas a ayudar a entender la oportunidad de entender cómo la tecnología pueda dar respuesta a su propósito. Para mí son dos cuestiones fundamentales: trabajar el estímulo desde el ámbito privado y ayudar a descubrir propósitos desde la educación".
La educación: factor clave
Sonia Pacheco de Globant secunda esta reflexión y pone el foco en la formación, que hasta hace poco era "un privilegio al que sólo unos pocos podían acceder". La mujer "no tenía acceso a los marcos de decisión, ni a la educación ni, obviamente, a la red. Además, existían unos códigos éticos y sociales que la impedían acceder. No podías ser escritora, notaria o abogada aunque tuvieras vocación: tu función era una u otra dependiendo de la clase social a la que pertenecieses [...] Nunca hemos tenido acceso a los marcos de decisión, a esas redes [...] Pero ahora todo está cambiando y estamos rompiendo estas barreras", comenta.
Sobre ese mismo asunto Elena Morettini, compañera de Pacheco en Globant, hace un apunte de lo más pertinente: por mucho que se estén dejando atrás viejos tabúes y llevando a cabo cada vez más políticas de igualdad, aún hay serias deficiencias en el equilibrio de género en los puestos responsabilidad de las empresas privadas. "Ese 25% de mujeres en STEM asusta, pero cuando vemos los consejos de administración las cifras aún son más bajas. La toma de decisiones también tiene un sesgo", valora. Sin un cambio en las jerarquías de poder de las empresas o en los algoritmos que rigen el mundo digital, es difícil que los cambios sean palpables.
"Venimos de un statu quo patriarcal", apostilla Checa. "Ese legado que heredamos no puede seguir siendo eternamente una carga, porque nos repetiremos constantemente lo mismo. El ejercicio está en que, aunque tengamos un techo de cristal tremendo, las carreras STEM deben postularse como una oportunidad para tener un mayor equilibrio social". Precisamente, dado el auge del sector tecnológico y la mejora en materia de igualdad, hoy estamos ante una oportunidad perfecta para que se forme al talento del futuro sin distinción de género. "Las grandes tecnológicas ya no se fijan tanto en el currículum sino en el potencial y las habilidades".
"Formación, implicación e información" son los tres pilares que destaca Alejandra Fernández para fomentar la igualdad de género
Para conseguirlo se deben tener en cuenta tres pilares: "Formación, implicación e información". Así lo juzga Alejandra Fernández, quien cree que "con eso podríamos conseguir la igualdad en las carreras STEM". De lo contrario "estamos perdidas", ya que "la revolución 4.0 es tecnológica y los puestos mejor pagados también. Si ya tenemos desigualdad imaginaos si no hacemos algo para incentivar este tipo de carreras. Debemos enseñar que la tecnología y la ciencia son transversales y pueden apoyar otras áreas de negocio, sobre todo desde la educación" y a través de los medios de comunicación, dando visibilidad a referentes femeninos que no siempre tengan que ser "CEOs o presidentas", sino otros perfiles de éxito dentro del sector STEM.
Mireia Arroyo, por su parte, mira al futuro con esperanza: "Los procesos y tecnologías de la industria están más conectados y nos dan más información gracias a los datos", y pone un ejemplo del sector de la automoción, en el que es experta: "También permiten que el trabajo en planta sea cada vez más eficiente. Estos cambios implican una innovación constante en las fábricas. Por eso, contar con el mejor talento es más importante que nunca. El fomento de las vocaciones STEM, sobre todo entre nosotras, es vital para el futuro del sector, ya que es un gran oportunidad seguir incorporando mujeres en una industria que tanto aporta en el futuro".