Después de Semana Santa, las mascarillas dejarán de ser obligatorias en interiores. Pero aún tendremos que convivir con ellas algún tiempo, al menos en los centros sanitarios y en el transporte. Además, es probable que muchas personas decidan seguir conviviendo con ellas en su día a día.
Las mascarillas se han convertido en un complemento más de nuestra vida diaria, en algo omnipresente. Cada día, en España se utilizan 500 toneladas de mascarillas desechables, lo que supone más de 180.000 toneladas al año.
Desde el inicio de la pandemia, los seres humanos estamos utilizando aproximadamente 129.000 millones de mascarillas cada mes, según señaló un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology.
Desafortunadamente, las mascarillas de un sólo uso, los guantes y otros equipos de protección personal (EPI) se han convertido en el nuevo paisaje de la basura en las calles de las ciudades, playas, océanos, montañas u otros lugares.
Según señalan desde Cruz Roja, en el caso de las mascarillas quirúrgicas, su tela está elaborada con un compuesto químico derivado del petróleo o del gas natural. Así, en términos generales, se comportan como si fueran plástico, tardando más de 400 años en descomponerse.
Las mascarillas desechables deben tratarse como una bolsa de plástico
Muchas de ellas pueden tener un impacto muy grande en el medioambiente si los residuos no son gestionados de la manera adecuada. Si sólo entre el 1% y el 1,5% de esas mascarillas terminara en el mar, según la Fundación Ecomar, tendríamos 2.500 toneladas de plásticos —y después microplásticos— contaminando la vida marina y la cadena alimentaria durante más de 400 años.
Por ello, realizar una gestión correcta de los residuos como las mascarillas es fundamental para no acelerar la crisis climática y la degradación medioambiental en curso. Explicamos cómo deshacernos de ellas y algunos proyectos para reciclar mascarillas.
Convertir mascarillas en combustible
Una startup vizcaína, Nantek, ha desarrollado un innovador sistema termoquímico que permite transformar las mascarillas utilizadas en combustibles sintéticos y otros subproductos, garantizando una economía circular. En este proyecto le ha acompañado la consultoría medioambiental guipuzcoana Orka.
Para ello, ambos han puesto en marcha una página web llamada Recicla Mascarilla, en la cual ofrecen la recogida de mascarillas tanto para particulares como para empresas. Algunas compañías y entidades adscritas a este servicio son el Parlamento vasco, la Comunidad de Madrid, Fagor o E.Leclerc.
Recogida selectiva
Algunos ayuntamientos han decidido instalar contenedores especiales para depositar las mascarillas y así evitar que acaben en los suelos de las calles. Un ejemplo son los contenedores instalados en el municipio madrileño de Alcorcón, donde pueden encontrarse en la calle Sapporo con la calle Miño y en la Avenida Timanfaya.
Otro ejemplo es el proyecto piloto de Sanitas, por el cual se instalaron en diciembre de 2021 contenedores especiales para que cualquier persona pudiera depositar mascarillas usadas en 20 de sus clínicas dentales en Madrid y Barcelona y así reutilizar sus materias primas. Con ello, se espera recoger y reciclar más de 100.000 mascarillas, lo que supone un ahorro de más de 200 kilogramos de emisiones de CO₂ a la atmósfera.
#Contagiaresponsabilidad
La ONG Acción Planetaria ha puesto en marcha una innovadora iniciativa para hacer frente a los residuos generados por la pandemia de la covid-19 de una forma responsable.
Bajo la campaña Contagia responsabilidad, ponen a disposición de quien lo desee un contenedor homologado que puede estar 3 meses disponibles en la ubicación deseada mediante una donación de 255 euros por contenedor. La recogida, clasificación y el tratamiento adecuado la realiza la empresa UTPR.
Tras la finalización de la campaña, Acción Planetaria trasladará los contenedores a Senegal para que sean reutilizados para la recogida de residuos y la limpieza de playas.
¿En qué cubo tirarlas?
Si no hay más remedio, también se pueden tirar al contenedor. Pero hay que tener en cuenta que las mascarillas de un único uso no son reciclables. Por lo general, según señala el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), los residuos asociados a la protección frente a la covid-19 y, especialmente, las mascarillas, guantes y otros equipos de protección personal, deben depositarse en el contenedor de restos.
Estos son generalmente los contenedores de color gris, negro o con la tapa naranja dependiendo de cada ayuntamiento.
Además, hay que recordar que siempre se deben recortar las gomas para que los animales no puedan engancharse con ellas.