La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid ha detectado el primer caso de gripe aviar en un ánade real silvestre (pato) en el municipio de Alcorcón, tal y como adelanta la Agencia EFE citando a fuentes oficiales locales.
Según el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, a comienzos de enero se declaró abierta la temporada de infecciones por gripe aviar en España: cuatro cisnes y una cigüeña perecían tras infectarse con la subvariante H5N1, altamente patógena, en Soses, Lérida. Unos días después, el 18 de enero, ese mismo subtipo de infección era registrado en varias aves domésticas en una explotación de engorde de pavos en Fuenterrebollo, Segovia. En febrero, 41.000 pollos Broiler de Villarrasa, Huelva, también fueron sacrificados ante la sospecha de un posible brote. Durante los últimos días de la campaña electoral en Castilla y León, un brote descontrolado en una macrogranja en Íscar, Valladolid, provocaba uno de los peores focos de la enfermedad registrados en Europa.
Hacia el 17 de febrero, la Comunidad de Madrid alertaba también de un pato muerto en Guadalix de la Sierra y nuevos casos de gripe aviar en Tres Cantos, Móstoles y Pedrezuela. No obstante, el caso más importante de la Comunidad de Madrid de este 2022 fue detectado a mediados de marzo, cuando decenas de ocas, cinco gansos del Nilo y un ánade real fueron encontrados muertos en el Parque Natural de El Soto, en Móstoles, cuyas autoridades locales cerraron de forma preventiva. El nuevo ave de Alcorcón confirma los temores: Madrid sigue la tendencia de España y debe extremar las precauciones ante el auge de contagios.
En respuesta a esta epidemia de gripe aviar en aves, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid, que tiene competencia exclusiva en materia de agricultura y ganadería, ha respondido con firmeza y dado por prohibida la utilización de pájaros anseriformes (patos y ocas) y charadriiformes (chorlitos o gaviotas) como reclamo de caza, así como la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral y la cría de aves de corral al aire libre (salvo solicitud previa).
También frenó la posibilidad de suministrar agua a las aves de corral mediante depósitos de agua en los que puedan acceder aves silvestres y solicitó extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones de crías de aves de corral de cualquier tipo, así como la prohibición de la presencia de aves de corral u otro tipo de cautivas en algunos centros de conservación. Todas esas medidas quedan vigentes hasta el 30 de abril.
Una subvariante altamente contagiosa
La variante infecciosa encontrada en estas aves, la subvariante H5N1 (que provoca la conocida como Gripe A), es una cepa de alta contagiosidad. Tal y como explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la 'influenza aviar' se trata de una enfermedad grave de carácter sistémico extremadamente contagiosa y con una elevada mortalidad en aves, lo que la convierte en una 'enfermedad de notificación obligatoria inmediata' a nivel internacional por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Este tipo de variante, a pesar de su peligrosidad para las aves, no ha provocado ningún caso conocido de zoonosis (salto de animales a humanos) en España. No obstante, en enero Reino Unido detectó el primer caso de gripe aviar tipo A de la temporada en Europa. La situación no debería ser preocupante para los seres humanos, aunque sí para las exportaciones avícolas. En cualquier caso, las precauciones deben extremarse en zonas contaminadas, especialmente entre los ganaderos.
A pesar de que la Unión Europea ha dado por extinguidos los focos de gripe aviar detectados en Íscar que obligaron a sacrificar a más de 130.000 gallinas de una macrogranja, el país ha sumado ya más de 270.000 aves exterminadas en granjas en lo que va de año, además de una treintena de focos del virus con la variante H5N1, lo que, en suma, hace de esta temporada una de las peores para la gripe aviar tanto para España como para Europa. Una vez más, eso se traduce en mayores dificultades económicas para el sector ganadero y, como consecuencia, en un aumento de los precios de los productos avícolas en los supermercados.