La moda regenerativa trata de minimizar su impacto en el medioambiente desde la primera fase de la cadena de producción.
Un método más desarrollado y sostenible para la conservación del medio, algo que la diferencia de la moda sostenible ya que, más allá de intentar aumentar el tiempo de vida y uso de la ropa, quiere influir sobre todo en la forma en la que se producen los materiales.
Aunque ambas se complementan para reducir su lastre al medioambiente, la moda regenerativa es una de las herramientas más prácticas para luchar contra el impacto medioambiental de la industria textil.
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Es Un forma de aproximarse holísticamente a todo el proceso, agentes y personas implicadas en la cadena de valor, anteponiendo la ética y el cuidado del planeta Tierra y todos los seres que habitan en el mismo, a los beneficios a corto plazo.
Se trata de cambiar y transformar todo el modelo e introducir materiales que, en lugar de contaminar, ayuden a regenerar, junto a nuevos procesos de diseño y producción.
"El objetivo no es sólo reducir notablemente los efectos nocivos de esta industria sobre el planeta, sino contribuir a crear impactos positivos", explica Estel Vilaseca, responsable del área de moda de la escuela LCI Barcelona, referente en el ámbito de la formación en diseño y moda, entre otras.
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El consumo del textil para vestir ha aumentado un 40% en solo unas décadas. A más demanda, más producción y, con los últimos mecanismos de producción en masa, más contaminación. Por todo esto, es vital recurrir a alternativas como la moda sostenible para contribuir a reducir esta amenaza generacional que afecta a todo el mundo.
Además, se calcula que entre el 2% y el 10% del impacto medioambiental en la UE lo produce la ropa; datos del AEMA y EPRS señalan que hay 0,5 millones de toneladas de microfibras en los océanos, suponiendo el 35% de los microplásticos liberados en el medioambiente, y de ahí la necesidad de la moda regenerativa.
Gracias al desarrollo y a la puesta en práctica de la moda regenerativa, los cultivos de algodón dejan de desarrollarse de manera intensiva y, así, los terrenos cultivados no necesitan de tantos pesticidas, y las plagas generadas son menores, por lo que se disminuye la erosión del suelo y, por tanto, el impacto sobre el medioambiente.
A pesar de que hay instituciones públicas e informes que les sitúan como la segunda más contaminante, otros estudios lo niegan. Sí que confirman su gran impacto, pero le quitan a la industria del textil esa segunda plaza de la clasificación contaminante.
En España, concretamente, la contaminación y el impacto en el planeta se ha postulado como una de las grandes preocupaciones tras un verano repleto de altas temperaturas y complicados incendios. Por ello, ya se ha decretado un Plan de Ahorro Energético desde el Gobierno, mientras las grandes empresas buscan reducir su impacto en el medioambiente.
Moda que incluye los objetivos de la ONU
La industria textil intenta asumir los objetivos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) planteados por la ONU y perder posiciones en el ranking de los sectores más contaminantes del mundo.
El número 12 recoge ese necesario cambio en la producción y consumo con el fin de alcanzar una situación de responsabilidad. Por lo que la mejor opción en este contexto es la moda regenerativa, donde adquirir, usar y tirar ropa ya no es una opción, ni tampoco su fabricación al libre albedrío.
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La ONU, en esa lista de objetivos, habla concretamente de "alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes".
Sin duda, el sector textil también tendrá que reducir su impacto en el medioambiente, y una de las apuestas ganadoras será la moda regenerativa para frenar su contaminación.