Durante muchos años, en La Albufera fue habitual ver en los arrozales un ritual asociado al cultivo del arroz muy perjudicial para el medio ambiente. Se trataba de la quema de paja de arroz, una práctica que ha sido prohibida este año por la Consellería de Agricultura.
A raíz de la prohibición, han surgido varias alternativas a la quema de este subproducto del cultivo del cereal, y una de ellas es el proyecto LIFE REPTES, financiado en parte por la Unión Europea a través del programa LIFE.
Basada en un modelo de economía circular, esta iniciativa propone reutilizar la paja de arroz para la generación de biocombustible verde, una solución que también implica la utilización de lodos generados en las depuradoras de aguas residuales.
El proyecto, coordinado por el Grupo DAM y en el que participan AINIA, GENIA BIOENERGY y el Consorci de la Ribera, nace de la urgencia de encontrar una forma adecuada de gestión de la paja de arroz, después de que su quema haya sido prohibida por los riesgos medioambientales que implica.
“La quema causa efectos negativos en el medio ambiente de la zona, debido a que la combustión del material lignocelulósico generado por la paja de arroz contribuye al calentamiento global con la emisión de CO₂ y otros gases de efecto invernadero”, explican los socios participantes en el proyecto.
Pese a ello, durante mucho tiempo la quema de la paja de arroz fue la forma más habitual de gestionar este residuo, debido a que no existía ninguna otra alternativa que no supusiera un gran dispendio económico para los productores, aparte de su enterramiento.
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Por esta razón, la iniciativa LIFE REPTES, en la que llevan trabajando expertos desde hace 42 meses y que empezó a implantarse en agosto de este año, se fijó como objetivo el desarrollo de una alternativa que fuera viable económica y medioambientalmente, a través de la reutilización de la paja de arroz.
La solución: la fermentación oscura
El proyecto LIFE REPTES se centra en la producción de biohidrógeno a partir de los residuos provenientes de la cosecha de arroz, lo que puede conseguirse a través del proceso de fermentación oscura.
“El empleo de la paja de arroz como cosustrato en el proceso de fermentación oscura es una solución innovadora para producir energía renovable mediante la generación de biohidrógeno. En este sentido, hay que tener en cuenta que el hidrógeno es un combustible energético limpio, ya que no libera CO2 , óxidos nitrosos y óxidos de azufre a la atmósfera durante su combustión”, aclaran los socios.
A través de la iniciativa, sus impulsores esperan poder demostrar la viabilidad y escalabilidad de la fermentación oscura en otros sectores y con distintos residuos, gracias a su implementación y desarrollo en un entorno real.
“El proyecto contará con una completa instalación donde se desarrollará la producción de biohidrógeno en un entorno real, lo que a su vez ayudará a reducir las emisiones netas generadas en el proceso de tratamiento del agua en las EDAR y valorización de residuos agrícolas de las plantas de biogás”, explican desde LIFE REPTES.