Algo más duradero que el amor, el tatuaje ha existido durante miles de años. Con el paso del tiempo la cultura del tatuaje avanza hacia colores y formas inexplicables. Es algo para toda la vida y por ese motivo antes de dejar que te dibujen en la piel has de pensar detenidamente qué es lo quieres y cómo lo quieres.
Si has decidido seguir adelante con el tatuaje que siempre has soñado debes tener en cuenta que no todo lo que te han dicho sobre ellos es cierto.
Existen mitos detrás del tatuaje que pueden hacer que les tengas miedo evitando que te lo hagas y, verdades que pueden conseguir todo lo contrario. Estos son los principales mitos y verdades que debes tener en cuenta si estás pensando en tatuarte:
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Mitos
Tatuarse siendo diabético
No existe ninguna razón para preocuparse siendo diabético y es que la diabetes no impide en modo alguno tatuarse. Tanto si es diabetes tipo 1 como tipo 2, te puedes tatuar sin ningún problema.
Si este mito sigue existiendo es porque algunos tatuadores no recomiendan que ciertas personas diabéticas o con enfermedades dermatológicas se tatúen.
Simplemente es porque aquellas personas diabéticas que quieran tatuarse deberán tener bajo control sus niveles de glucosa. Comprobar que llevan adelante un cuidado perfecto de su salud, ya que son más propensos a las infecciones y la mala cicatrización.
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Antes de tatuarse siempre podrán comprobar con su médico su concentración de hemoglobina y confirmar que su glucemia es suficientemente estable para garantizar una cicatrización correcta.
Además del diseño, también hay que pensar bien el lugar ya que siendo diabético la mayoría de los tatuadores recomiendan evitar tatuarse ciertas zonas de la piel, como los pies o la parte inferior de las piernas (las espinillas o los tobillos), ya que en estas zonas fluye menos sangre y pueden tardar en cicatrizar.
Así como no se recomienda tatuarse en las zonas en las que se inyecta insulina, como el abdomen, los muslos, las nalgas o los brazos ya que es preferible que la zona a tatuar esté exenta de daños cutáneos.
Tatuarse en color duele más
Es un mito que, tatuarse con tinta blanca o de colores claros, es más doloroso que el negro y es que, el color no tiene relación con el dolor.
En realidad, ocurre que los colores claros se utilizan en las fases finales del trabajo del tatuador. Por eso, el artista trabaja con estos tonos sobre las zonas del cuerpo anteriormente tatuadas en las que la piel se encuentra más sensible.
Además, el negro es un color que se deja ver en la piel mucho más rápido que colores como el rojo, por lo que el tatuador tendrá que repetir más veces el trazo si se tratase de un tatuaje en rojo que en negro y por ende, dolerá más porque el tatuador incide más en el tatuaje y con ello, en la herida.
No puedes hacerte una resonancia si te tatúas
Las resonancias magnéticas reaccionan ante los metales y muchos tatuajes, sobre todo los viejos llevan algunos componentes metálicos en la tinta por lo que en ocasiones ha habido casos donde el paciente ha reaccionado con dolores, quemaduras o cosquilleos eléctricos. Pero en los tatuajes más recientes, esto ya no suele ocurrir.
Esto pasaba hace más de 20 años porque las tintas que se utilizaban en los tatuajes contenían metal y algunas personas sufrían dolores y ardores si se sometían a una resonancia.
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Sin embargo, el avance de la tecnología en las tintas hizo que el metal desapareciera de las mismas, por lo que este estudio médico no representa ningún riesgo para una persona porque posea un tattoo en su cuerpo.
Verdades
Prohibido tatuarse estando embarazada
Una mujer embarazada no debe tatuarse ya que durante la gestación, la madre se expone a un pequeño porcentaje de contraer una enfermedad o a que surjan complicaciones relativas al tatuaje que pueden poner en peligro al bebé.
Antes o después del tatuaje no hay problema, pero diversos estudios aseguran que no es recomendable durante el embarazo. Como añadido, los expertos desaconsejan también los tatuajes en la zona lumbar ya que no se puede utilizar anestesia epidural si la punción tiene que atravesar la zona con tinta del tatuaje.
Depende de la zona del cuerpo duele más
El lugar de tu cuerpo donde te vas a tatuar tiene mucho que ver con el dolor que te causará la aguja en la piel en el momento en el que te estés tatuando. Las zonas del cuerpo en las que existe menos carne y estén más cerca del hueso es donde más te dolerá.
Por lo tanto algunas de las partes donde más te va a molestar al hacerte el tatuaje son: la caja torácica, los párpados, las ingles, las muñecas, los gemelos, los pies, las rodillas o la lengua.
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Sin embargo, el dolor es subjetivo y, pese a que en las zonas más delgadas duele más, existe gente que apenas sufre tatuándose independientemente del lugar.
No se puede donar sangre recién tatuado
Hace unos años podrían vetarte de por vida para donar sangre si llegabas y estabas completamente tatuado al relacionarse, junto con el piercing, con “grupos de riesgo”.
La realidad es que si quieres donar sangre, debes esperar un tiempo desde que te hayas realizado el último tattoo.
Desde el Centro de Donación de Sangre de la Cruz Roja en España se indica que sí que se puede donar sangre siempre que hayan pasado 4 meses desde la vez que te hiciste el tatuaje o piercing. Por lo que, si acabas de hacerte uno, no olvides de dejar pasar el tiempo necesario antes de acudir a cualquier centro.