5 planes familiares para conectar con tus hijos y la naturaleza en la mejor época del año
Los padres deben enseñar a sus hijos que descuidar la naturaleza significa descuidarnos a nosotros; por eso es clave entender qué es y cómo cuidarla.
18 noviembre, 2022 18:17Hoy en día, vivimos en un mundo donde las tecnologías se apoderan de nuestros ratos libres y del poco tiempo que dedicamos a estar en familia. Salir a pasear o ir a la montaña se queda ya muy lejos de los planes familiares actuales.
Planes que hace años eran una excusa para reunirse entre los padres e hijos y dejar a un lado los móviles y que, ahora, se ven como algo impensable si no hay cobertura allá donde vayamos.
Esta realidad impuesta deja atrás a aquellas personas adultas que en su infancia pasaron mucho tiempo en la naturaleza y que son personas que pueden tener una mejor salud mental que aquellas que no tuvieron la oportunidad de estar en contacto con ella.
[Cuando la intimidad familiar es la ciberamenaza]
Ahora, un reciente estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha explicado el porqué de la necesidad en los niños del aire fresco, desconectar y hacer ejercicio en la naturaleza junto a los padres. Ya que los niños más expuestos a la naturaleza tendrán una mejor salud mental cuando sean adultos.
Si las familias encuentran la forma de estar al aire libre, juntos nutrirán sus cuerpos, sus mentes y conectarán con la vida, la naturaleza y con ellos mismos. Existen numerosos estudios que demuestran cómo la naturaleza es beneficiosa no solo para los niños, sino también para la familia en conjunto.
Disfrutar de la naturaleza significa estar en contacto con espacios verdes como jardines, bosques, parques urbanos… y espacios azules como playas, ríos, arroyos, lagos, canales…. Estos son algunos planes para hacer en la naturaleza:
Recoger fósiles, minerales o piedras preciosas
En nuestro país existen numerosos yacimientos de fósiles y minerales que pueden visitarse. También hay muchos clubs de mineralogía que organizan excursiones a antiguas minas, cuevas, e incluso a ríos donde aún se puede batear oro.
Sin tener que llegar a ser un experto, es posible encontrar en muchas zonas campestres, bonitas piedras e incluso restos de conchas y animales fosilizados que alimentan la curiosidad y la imaginación de los niños.
[Respetando la naturaleza y disfrutando del ecoturismo]
Una visita a un Museo de Historia Natural es muy recomendable para ver muestras difíciles de descubrir en nuestros paseos y obtener valiosas informaciones, por lo que existen más planes familiares que apuntar en la lista después de la visita al campo.
Pasear y explorar ríos
Los cursos de agua son lugares formidables, siempre llenos de vida. Puedes explorarlos en canoa, kayaks, o cualquier otro tipo de embarcación, incluso hinchables.
Los baños en aguas 'salvajes' relajan y energetizan más que los de piscina, pero si eres más de tierra, también puedes caminar a lo largo de la orilla o descubrir si por la zona hay alguna ruta que puedas hacer a pie.
Recoger setas
Aunque hay setas todo el año, el otoño es la mejor época para salir en busca de estos preciados comestibles.
De colores, formas, sabores y olores muy diferentes, la aventura de ir descubriéndolas entre la hojarasca constituye un reto para la vista y una alegría para todos los sentidos.
Buscar setas es una forma estupenda de vivir y sentir el bosque. Además existen excursiones que ofrecen cursos impartidos por expertos para conocer las especies de la región. Algunas son relativamente fáciles de identificar y difíciles de confundir con otras, por lo que resultan altamente seguras.
Construir cabañas sostenibles
Construir un fuerte, una cabaña o incluso una casita para los animales del bosque será una forma de unir a la familia en un proyecto común en vuestra visita al campo. Eso sí, con las ramas que encontremos por el suelo, siempre y cuando no se arranquen de ningún árbol.
En el campo, al aire libre, en contacto con la inmensidad del espacio, los niños se deleitan construyendo pequeños refugios ya sea sobre los árboles o en la propia tierra.
Dejando que ellos sean los auténticos arquitectos podrán montarlo y después desmontarlo fácilmente, ya que estará fabricado con materiales que encontraréis en la naturaleza como ramas, piedras, hojas, troncos y palos.
Arte en la naturaleza
Llevar a las excursiones un diario de a bordo o simplemente papel y colores es más que una buena idea.
Si les apetece a los niños, podrán no sólo escribir sus pensamientos y las sensaciones que les transmite la naturaleza, sino que también podrán dibujar las plantas y animales que ven.
[Reencuentro con la naturaleza]
Muchos elementos naturales como hojas, tierra, ramas y piedras pueden servir para realizar hermosas obras de arte, pinturas y esculturas, para llevar o dejar en el lugar donde se realizaron.
Sin duda, pasear, charlar, observar los recorridos de las hormigas, contemplar la puesta de sol o simplemente estar juntos, en silencio, sin necesariamente hacer nada, son también formas estupendas de disfrutar de la naturaleza en familia.
Además, estar en contacto con la naturaleza aporta muchos beneficios tanto a los niños como a las familias enteras, algunos de ellos son:
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Tranquilidad. La tranquilidad se notará en casa y habrán menos tensiones y ansiedad. El contacto con la naturaleza reduce la necesidad de que los niños quieran moverse y los adultos controlarlos. El aire fresco aporta calma a los niños y a los adultos en todos los sentidos.
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Felicidad. Son muchos los estudios que demuestran que el sol, el aire fresco y la actividad física mejora el estado de ánimo del núcleo familiar y fomenta la felicidad en todos sus integrantes. Además, reduce las tendencias a la depresión tanto en adultos como en niños.
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Menos propensión al sobrepeso. Los pediatras recomiendan que los niños y los adultos tengan una hora de juego físico activo cada día para luchar contra la obesidad y la diabetes, algo que en los niños es aún más importante.
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Mejor visión. Los niños que juegan al aire libre tendrán una mejor visión y una menor necesidad de llevar gafas. Nada tiene que ver con no mirar tanto las pantallas. Resulta que la vitamina D y la exposición a la luz natural es importante para que el ojo tenga un buen desarrollo y esté sano.
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Mejores estudios. Las investigaciones muestran que los niños que juegan al aire libre en realidad tienen más capacidad de atención, más tolerancia a la frustración y les va mucho mejor en la escuela. Los niños incluso pueden obtener mejores resultados en los exámenes si primero se les permite jugar al aire libre. El oxígeno que entra hacia el cerebro es realmente importante para esto.
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Creatividad. Los juegos en contacto con la naturaleza ayudará a que sean menos estructurados, por lo que los niños podrán dejar crecer su imaginación y potenciar su creatividad casi sin que se den cuenta.