Nur, menor iraní que prefiere ocultar su identidad: "Si te llevan a sus cárceles, date por muerta"
Una mujer iraní de 16 años que, por seguridad, prefiere mantenerse en el anonimato, denuncia las atrocidades que se siguen cometiendo en su país.
3 diciembre, 2022 03:41La muerte de Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre conmocionó a todo el mundo y abrió la puerta a que miles de mujeres se lanzaran a manifestarse para reclamar sus derechos en Irán.
ENCLAVE ODS se pone en contacto con mujeres iraníes que han pasado por situaciones trágicas en su lugar de origen y que ahora, por suerte, pueden contarlo desde un lugar seguro.
Una situación de impotencia para ellas. Doscientas mujeres que se encuentran en España, y que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a las consecuencias de hablar y lo que les pueda pasar a las otros miles de mujeres que siguen en Irán.
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Según Naciones Unidas, las mujeres solo representan el 14% de la fuerza laboral en Irán. Para llegar a un cargo público alto hay que ser religioso y vestirse de una manera ortodoxa.
Y es que la religión sin duda es el punto clave para contar la historia de Nur (nombre ficticio), una joven de 16 años que no ha querido dar su nombre ni el de su madre, ambas víctimas, como sus amigas y conocidas, de los abusos de la policía y el Gobierno en Irán.
Nur cuenta desde España, como en cada ciudad de Irán, la policía lleva a cabo políticas de abusos por llevar de forma incorrecta el hiyab. "Incluso a mis amigas les han pegado en la cabeza por no llevarlo como ellos quieren", añade.
Cuando vivía en Irán tuvo que hacer frente a situaciones como las contadas o incluso presenció como a una de sus amigas era encarcelada por ir acompañada de un hombre con el que no tenía un vínculo familiar.
Además, cuenta como en un parque se le acercó un policía y le obligó a ponerse el hiyab. "Yo no quería pelear y me lo puse, pero estuve todo el día llorando. Iba en contra de mis principios morales y religiosos", insiste,
Pero esta situación no solo se vive en las calles. En las escuelas, las niñas después de los 9 años tienen que llevar el hiyab en todos los lados, exceptuando en el ámbito privado donde nadie más que tu familia te puede ver.
Para ella, como para las 200 mujeres que han huido de esa situación devastadora, sigue siendo duro ver como lo vivido actualmente por sus amigas sigue siendo igual a lo que su madre vivió.
Más allá del hiyab, Nur cuenta que si se llevan las uñas largas, "te pegan puñetazos y te bajan la nota, incluso te castigan y te expulsan tres días". La joven cuenta como la expulsaron a una amiga suya por cortarse el pelo, e incluso llegó a ser amenazada de muerte.
Nur explica que si una niña no acude al colegio "llaman a su padre para asegurarle que los matarán a ambos si ella no va".
Además, explica la joven, tener mascota te penaliza:"A ti te arrestan y al perro lo matan".
Situaciones que se van sumando a una larga lista de historias y experiencias cada vez más terribles. Algunas jóvenes, reconoce Nur, incluso han llegado a querer ser hombres o incluso suicidarse. "Estuve soñando y deseaba solo ser hombre por no vivir lo que viven las mujeres allí". Un trato que, según apunta, ni los animales viven: "Se nos trata como todo menos humanos".
Por todo ello, son muchas las mujeres –incluidas amigas y conocidas de Nur– las que gritan, se manifiesta e, incluso, deciden huir del país. Sin embargo, algunas ya no están aquí para contarlo. "Una de mis amigas ahora mismo está en coma a punto de morir porque ha sido golpeada por uno de los policías", añade.
"Ellas quieren vivir normal, como aquí en España, quieren ir a las escuelas y vivir tranquilas, pero a diferencia de aquí, allí las están matando", apunta claramente emocionada.
Mientras que ella tiene la "suerte" de vivir en España, en Irán las mujeres están muriendo o sufriendo injustamente una situación que no merecen. "Aquí canto, estudio y veo el fútbol, cosas que allí son impensables", reconoce.
Nur asegura que toda mujer en Irán deja de tener esperanzas por la vida, "hay niñas con 18 años que tienen depresión motivada por la obligación del hiyab y de lo que viven en su día a día".
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Ninguna persona debería vivir las situaciones que describe Nur. Y es que, asegura, "puedes ser arrestada por no hacer lo que el gobierno quiere o dictamine y acabar en cárceles, secuestrada, golpeada y hasta muerta".
"Hablar hace que te arresten y si encima muestras un ápice de resistencia y te arrestan, date por muerta", explica la joven. Y eso que el arma del que disponen son sus palabras y gestos.