La fábrica burgalesa de productos capilares de L’Oréal: compromiso medioambiental y social
La factoría de L’Oréal en Burgos se ha convertido en un referente en materia de sostenibilidad, siendo una de las primeras fábricas neutras en emisiones de CO2 del Grupo.
23 diciembre, 2022 02:35La preocupación por la cosmética sostenible es una tendencia al alza. Al igual que sucede con la moda, que ha sido impulsada por las demandas de los consumidores, la industria de los productos de belleza se ha hecho eco, y desde hace años se vienen tomando medidas para frenar el impacto ambiental de su actividad, apostando por una producción sostenible.
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Una de las factorías que se ha convertido en todo un referente en materia sostenible es sin duda, la Fábrica Internacional de Productos Capilares de L’Oréal en Burgos, que el pasado año celebró su 50 aniversario.
Con 586 empleados, de la planta salen cada día más de un millón de productos capilares (298 millones en el último año) que se exportan en su mayoría (el 94%) a 52 países, el 67% de ellos europeos, siendo los principales destinos de su Made in Spain Francia, Gran Bretaña, Alemania, China y España. En sus más de 189.000 m2 de superficie y 43 líneas de envasado, se fabrican hasta 5.065 referencias en 200 formatos distintos.
Grandes inversiones en tecnología
Entre ellas, destacan todos los productos de la marca Kérastase, marca que solo se fábrica en esta planta y cuya demanda ha aumentado, especialmente en China, tercer mercado de la planta burgalesa, por detrás de Francia y Reino Unido.
En los últimos tres años ha aumentado un 8,5% su producción debido al creciente interés de sus productos de otras divisiones más allá de las marcas de peluquería como Kérastase, L’Oréal Professionnel Paris, Redken, Matrix o Shu Uemura.
No en vano, L’Oréal realiza grandes inversiones anuales para dotarla de las últimas tecnologías del mercado y dar respuesta a la creciente demanda de productos capilares. La planta burgalesa utiliza equipos de última generación, inteligencia artificial y realidad aumentada, robots colaborativos (COBOT), AGV (vehículos sin conductor) y Mobility Work, entre otros.
Reducción de emisiones y preservación del entorno
La factoría es un ejemplo en materia de sostenibilidad y de compromiso social. En 2015 se convirtió en una de las primeras fábricas neutras en emisiones de CO2 del Grupo L’Oréal gracias a la puesta en marcha de una central biomasa, que permite que toda la energía que consume sea 100% renovable. Un proyecto pionero a nivel nacional, ya que supuso la primera vez que toda la energía térmica de una industria se suministraba desde una central de biomasa.
La energía térmica producida es de 20.000 MWh al año, lo que permite abastecer de vapor, agua caliente, agua fría y electricidad a toda la planta. Con ello, se cubre el 100% de las necesidades energéticas en la fabricación y envasado.
Además, es también la primera fábrica seca o ‘waterloop’ del Grupo desde 2017, es decir, que utiliza un sistema de circuito cerrado que recupera y recicla el agua de su fase de producción, ahorrando hasta 28.000 m3 litros cada año, el equivalente a más de 10 piscinas olímpicas. Gracias a esto, ha reducido su consumo de agua en un 51% desde 2005.
Como parte de su compromiso con la preservación del medio ambiente, la planta también ha desarrollado un corredor de trenes y barcos para trabajar con sus proveedores. Esto permite prescindir de aviones y y camiones convencionales (solo usados en la última milla), mucho más contaminante.
Asimismo, solo en un año se han reciclado 7,6 toneladas de plástico, gracias a un proyecto pionero que reutiliza el film de productos encelofanados para producir palets de transporte y útiles de peluquería.
La fábrica cuenta también con un espacio de biodiversidad en las instalaciones con una zona húmeda y un embalse de agua donde se reconstruye la vida acuática con insectos, que incluye 800 árboles y una huerta ecológica que cuidan los empleados y sus familias.
Compromiso con la comunidad local
Pionera también en impacto social, la planta mantiene desde hace más de 30 años un sólido compromiso con la comunidad local y con sus empleados, de los que el 86,5% disfrutan de un contrato fijo. Además, trabaja con centros especiales de empleo y, con ello, integra en sus procesos productivos a 170 personas con discapacidad cada año.
Uno de sus proyectos más especiales es su Escuela de Excelencia Industrial, con la que desde 2017 integra en el mercado laboral a personas en riesgo de exclusión y que, en sus cuatro ediciones, ha formado a 76 personas con un ratio de empleabilidad del 75%.
En materia de igualdad de oportunidades, colabora con Stem Talent Girl para impulsar el talento STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) entre las niñas. De hecho, su labor fue reconocida en los Stem Talent Awards 2020.