Sándalo, el codiciado 'oro' de la perfumería que está al borde de la extinción en Kenia por el tráfico ilegal
La tala indiscriminada se realiza de forma que no permite la regeneración de los árboles, lo que ha puesto en riesgo su supervivencia en el África oriental.
2 marzo, 2023 01:55NO. Dos únicas letras, pero que constituye todo un mensaje para los traficantes de sándalo, una de las maderas más apreciadas y caras del mundo. En un acto, que tuvo lugar el pasado martes en la sede de la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI) en Nairobi, capital de Kenia, se quemaron 13,5 toneladas de esta madera que fue incautada durante varias operaciones en Samburu, una reserva natural en el centro del país.
Desde hace varias décadas, el árbol del sándalo está siendo objeto de una intensa tala en el África oriental que está llevando a su extinción. En el caso de Kenia, el aumento se produjo principalmente a partir de 2006, según señala la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
La tala alcanzó tal nivel que en 2007 el país prohibió la recolección de sándalo, pero a pesar de ello, los árboles siguen siendo talados. “El mal uso de este valioso recurso está causando una pérdida de biodiversidad y una fuente de medicina para las comunidades locales”, indicó en el acto la embajadora de Estados Unidos en Kenia, Meg Whitman.
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En las últimas dos décadas, el sándalo ha experimentado una alta demanda mundial, tanto para aceites esenciales como para la industria farmacéutica en la producción de medicamentos y cosméticos. En algunas regiones de Asia, por ejemplo, el aceite es muy popular para ceremonias socioculturales y religiosas, así como para la medicina tradicional.
El gran problema es que para extraer el aceite de sándalo, que se encuentra en las raíces y el tronco, hay que talar todo el árbol, que suele crecer a una altura entre los 1 y los 6 metros. Por lo general, es más preciado el árbol hembra, pues se considera que tiene una mejor calidad de duramen. Según los expertos, este método de cosecha es altamente destructivo, ya que no permite la regeneración del árbol.
Very proud of “Operation Wangari” – through United States and Kenyan law enforcement partnership, and in collaboration with conservationists and local communities, we will continue to dismantle illegal trafficking networks and preserve sandalwood trees. pic.twitter.com/9jx1CWSyp7
— U.S. Ambassador Meg Whitman (@USAmbKenya) February 28, 2023
Pero eso no supone una barrera para los traficantes, sobre todo viendo los altos precios que alcanza el aceite de sándalo en el mercado internacional. Según señalan desde ENACT, una organización cuyo objetivo es reducir el impacto de la delincuencia organizada transnacional en África, un litro de este aceite puede alcanzar los 3.000 dólares estadounidenses.
Todo ello ha hecho que la población restante del árbol de sándalo esté al límite. En 2018, fue incluido en la CITES y también figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Una extensa red
Tal y como explican desde ENACT, los traficantes van a comunidades como Samburu, donde contratan a jóvenes locales para identificar los mejores árboles de sándalo o como leñadores, transportistas o intermediarios. “A los jóvenes locales se les paga 30 chelines —unos 0,22 euros— por kilogramo de madera y las raíces extraídas de estos árboles”, señala Willis Okumu, investigador sénior en ENACT.
Desde ahí, la cosecha se traslada por diferentes rutas, principalmente hacia la vecina Uganda. Una investigación realizada por The Standard, el periódico más antiguo del país, reveló que el árbol se lleva principalmente por carretera a Tororo, en Uganda, donde es semiprocesado y después llevado de vuelta hacia Kenia, donde se exporta hacia países como India, China, Arabia Saudí o Dubai.
La forma de transportarlo es totalmente ingeniosa. Según la investigación de The Standard, el transporte se realiza normalmente en camiones disfrazados de transporte de carbón o de flores, pero también se hace a través de ambulancias o coches de policía.
“Los contrabandistas están tan organizados que a veces los conductores no conocen las identidades de las personas con las que trabajan. Entonces, incluso si son arrestados, el rastro termina con ellos. Cada pista de ellos se vuelve fría”, dijo Kenedy ole Nashuu, oficial de Baringo KWS, a The Standard.
Sin embargo, la corrupción también juega un importante papel en este negocio. Las autoridades tienen hasta dos oportunidades para detener a los contrabandistas —en la frontera con Uganda y en el puerto de Mombasa, donde suele partir la madera ilícita hacia el extranjero—, pero no siempre ocurre.
“Debido a la interferencia constante y las investigaciones deficientes, varios sospechosos potenciales escaparon del anzuelo solo para continuar participando en el comercio ilegal con la bendición de las llamadas fuerzas poderosas dentro y fuera del Gobierno”, contó Samson Temo, magistrado de Kabarnet a The Standard.
Otro alto funcionario de la conservación del país apuntó a la misma dirección. “El tráfico de sándalo en el país es facilitado principalmente por líderes políticos que usan su influencia para explotar los recursos de la comunidad en su beneficio personal”, señaló a ENACT.
Falta de leyes
Además de la corrupción, otra cuestión que aflora es la falta de uniformidad en las regulaciones regionales. Si bien en Kenia está prohibido la recolección de sándalo, al otro lado de la frontera, en Uganda, la fábrica que procesa la madera tiene licencia estatal.
Por ello, para Okumu, “es vital que las regulaciones ambientales en las vecinas Tanzania y Uganda se alineen con la designación CITES del sándalo de África Oriental como una especie amenazada”. Y añade: “Las personas involucradas en la trata deben ser investigadas y enjuiciadas”.
Aun así, para el investigador, es necesario abordar el problema desde una perspectiva múltiple. Además de la persecución de este tipo de prácticas, concluye, “se necesitan iniciativas de conservación basadas en la comunidad para obtener el apoyo local para proteger y preservar el árbol y su valor sociocultural”.