Al hablar del cannabis, la ciudad europea donde más se consume esta droga es Ámsterdam. O, al menos eso dicen sus aguas residuales. Tras analizarlas, según publicó un estudio del año 2021 del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), se encontraron 157,64 mg/100 p/día de esta sustancia.
Esta cifra, si la comparamos con ciudades españolas, duplica e incluso triplica lo encontrado en la ciudad holandesa. En el caso de Santiago de Compostela, la primera ciudad española en el ranking, se encontraron 82,68 mg/100 p/día. La segunda y tercera clasificada en el listado europeo son Liubliana (Eslovenia) y Zagreb (Croacia), respectivamente.
Y no es de extrañar. La capital neerlandesa es famosa por sus 160 coffeeshops, unos locales parecidos a cafeterías donde venden marihuana y otros derivados del cannabis, que atraen a miles de turistas extranjeros a Ámsterdam cada año.
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¿Es legal la marihuana?
Existe un mito bastante extendido de que la marihuana es legal, pero en los Países Bajos es ilegal poseer, vender o cultivar drogas. Y te preguntarás: ¿cómo es posible que existan los coffeeshops y sea posible adquirir marihuana dentro de ellas? La respuesta es simple, existe un vacío legal.
La marihuana no es legal, pero su consumo está despenalizado. Esto es, no procesan a los ciudadanos por posesión o uso de pequeñas cantidades de drogas blandas —siempre que no superen los cinco gramos de cannabis o las cinco plantas—.
Las autoridades neerlandesas autorizan la venta de cannabis (hachís y marihuana) en estos locales, explican desde el Ministerio de Sanidad español, siempre que se respeten una serie de normas prescritas o los “criterios de tolerancia”:
- No debe causar ninguna molestia.
- No se les permite vender drogas duras.
- No se les permite vender cannabis a menores de edad.
- No se les permite anunciar medicamentos.
- No se les permite vender grandes cantidades (más de 5 gramos de cannabis) en una sola transacción.
Por ley, señalan desde Ámsterdam Guías, la cantidad máxima que puede tener un local de cannabis en su interior es de 500 gramos, por lo que en muchas ocasiones tienen que surtirse varias veces al día, sobre todo en temporada alta.
Aquí no hay quien viva
En los últimos años, el turismo del cannabis ha atraído a un turismo de masas que ha terminado por afectar a la vida de los vecinos de la capital neerlandesa. El ruido, la inseguridad o el aumento de la delincuencia son algunos de los efectos adversos de la gran afluencia de turistas en la urbe.
“Los residentes del casco antiguo sufren mucho por el turismo de masas y el abuso de alcohol y drogas en las calles”, señaló en un comunicado a principios de febrero el Ayuntamiento de Ámsterdam. “Los turistas también atraen a vendedores ambulantes que a su vez provocan delincuencia e inseguridad".
Por ello, desde hace algún tiempo, el Ayuntamiento está tomando medidas para restringir el consumo de cannabis (marihuana y hachís). A partir de mayo de 2023, estará prohibido su consumo en espacios públicos. Asimismo, se limitará el horario tanto de los restaurantes como de los locales de prostitución.
Con ello, el consistorio de la capital busca hacer frente a las cada vez más frecuentes críticas de los residentes, que se quejan del ruido, ya que no les permite conciliar el sueño. "Si las molestias no disminuyen lo suficiente, investigaremos si podemos prohibir fumar en las terrazas de los coffeeshops", advirtieron las autoridades en un comunicado recogido por la agencia Europa Press.