Un motor eléctrico, una batería, un sensor de pedaleo y muchos kilómetros de autonomía por delante para que las calles dejen de ser hostiles y grises y se vuelvan fáciles, amables, practicables y de color. Del color de la ecología, de la libertad, de la diversión y hasta de la felicidad, porque pedalear aporta tantos beneficios psicológicos como físicos, o más.
Moverse por la ciudad sin sudar ni gastar en gasolina, subir montañas sin agotarse y disfrutar a tope de esta actividad sin que te pesen los años, hace que las e-bikes hayan alcanzado la categoría de medio de transporte en claro ascenso. Y aunque no son precisamente económicas –su precio medio es de 3.000 euros–, la flota total de bicicletas eléctricas en las carreteras de España, según la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), supera el millón de unidades.
Y año tras año, las ventas se incrementan. De las 1.571.368 de bicicletas vendidas en el mercado español en 2022, 223.561 unidades fueron eléctricas.
[Las bicicletas eléctricas son mucho mejores que los coches eléctricos para nuestras ciudades]
¿Pero, para quién son las e-bikes? Esta pregunta se la ha hecho el fabricante mundial de componentes para bicicletas, Shimano y la respuesta obtenida, después de desgranar un estudio realizado entre 15.792 adultos en 12 países europeos, de los que 1.000 eran españoles, arroja que, en general, son para las personas preocupadas por el medioambiente. También para aquellas que las usan para desplazarse al trabajo, seguido de las personas mayores, las que tienen un presupuesto ajustado y las que tienen hijos.
Esto desvela que la ecomentalidad es muy importante para las nuevas generaciones a la hora de decidirse por este medio de transporte, pero hay más factores determinantes que animan, según este estudio realizado entre el 17 y el 25 de agosto de 2022, a la compra o alquiler de una bicicleta eléctrica ahora más que hace 12 meses, en España.
Y estos son el aumento del coste de la vida y el apoyo con los costes de compra a través de una subvención para las e-bikes. Ambas razones son incluso más decisivas que el Covid-19 (para evitar el transporte público) como factor de 'empuje' para aumentar el uso de las e-bikes (18%).
Eduardo Roldán, managing director de South Europe Region, dice que “ver que las nuevas generaciones españolas contemplan el uso de las e-bikes como una de las grandes opciones de sostenibilidad y ecología es una demostración del enorme compromiso social y la concienciación por el futuro de los jóvenes de este país, y es un motivo para sentirse orgullosos”.
Océane Dorange, portavoz de Consumer Insights y research manager de Shimano, asegura por su parte que “la preocupación por el medioambiente sigue siendo una motivación importante para el 33% de las personas en toda Europa, y en España alcanza el 46%". Es la franja de jóvenes de 18 a 24 años la que muestra "mayor preocupación", asegura, y "con las mujeres por delante de los hombres".
Otra motivación, cuenta, "son los beneficios físicos y mentales que aporta montar en bicicleta. Aquí, nuevamente son las mujeres por delante de los hombres las que creen que montar en una e-bike podría beneficiar a su salud personal y a su forma física: un 42% de mujeres frente al 35% hombres".
Efectivamente, la ciencia avanza en ese sentido y habla de los beneficios físicos y psicológicos que aporta montar en bicicleta. Entre los primeros destacan la reducción del riesgo de enfermedades coronarias, de accidentes cerebrovasculares, diabetes, hipertensión arterial, obesidad y algunos tipos de cáncer.
En el terreno mental influye en la liberación de endorfinas, la reducción de los niveles de estrés, la mejora de la autoestima, la prevención del deterioro cognitivo y mejora de la memoria. También invita a socializar y a dormir mejor; incluso, por la liberación de dopamina, ayuda a controlar las adicciones.
“En nuestro informe, se habla de ello y se sugiere que el uso de una e-bike y los beneficios relacionados con nuestro bienestar físico y mental (que ya está bien investigado) está llegando a los consumidores, ahora más que nunca. ¿Fue la pandemia de la Covid-19 un catalizador de este cambio de mentalidad? Es muy probable, por lo que en el futuro serán bien recibidos más consejos y educación sobre el tema de la salud y el bienestar”, asegura Dorange.
Es él, además, quien responde a las preguntas de ENCLAVE ODS.
¿Cree que los jóvenes se mueven también más en bici eléctrica porque no necesita carnet de conducir y es más económica que un coche?
Creo que sobre todo piensan en su uso para los desplazamientos urbanos cortos y que, cuanta más gente veamos en bicicleta, más positivo es. Dicho esto, los jóvenes españoles son quizás los más concienciados con el medio ambiente y el impacto de la movilidad sostenible en Europa en lo que se refiere a las e-bikes.
¿Y ahora que ya hemos controlado el tema Covid, se va a ralentizar la tendencia de compra y el uso de las e-bike?
Hace un año, buscábamos una forma de entender cómo sería la nueva normalidad, según íbamos saliendo de la pandemia mundial de Covid-19; las predicciones eran muy variadas. A medida que Europa se aleja de los bloqueos, la opinión es que las sociedades parecen estar adaptándose bien.
¿Disminuirá la compra de bicicletas eléctricas? Para eso tendremos que esperar y ver. Esperamos que la demanda empiece a estabilizarse. Sin embargo, la sociedad y la industria de la bicicleta siguen teniendo motivos para mantener la cautela: sobre todo ante nuevas crisis que podrían afectar no solo a la cadena de suministro y las prácticas de fabricación de la industria, sino en algunos casos a las necesidades básicas de la sociedad, como la alimentación, el coste de la energía y la inflación.
El 41% de los encuestados dice que una mayor infraestructura ciclista que garantizase la seguridad aumentaría la motivación para usar una e-bike. ¿Qué opina de las infraestructuras que hay actualmente para las bicis?
La infraestructura ciclista puede tener un gran impacto en la percepción (y motivación) de la gente para ir en bici, ya sea con una bicicleta normal o una e-bike. En el centro de todo esto está la seguridad: la gente tiene que sentirse segura si va a montar en bici. Según las últimas cifras de nuestro informe, una gran mayoría de europeos no ve grandes mejoras en sus infraestructuras locales.
Pero si analizamos la situación país por país, vemos que existen dificultades para desarrollar planes más amplios de mejora de las infraestructuras. En Italia, Alemania y el Reino Unido, por ejemplo, la mitad de quienes respondieron a esta pregunta en nuestro informe dijeron que no veían ninguna mejora en sus ciudades en lo que se refiere a carriles bici. Sin embargo, Polonia es un ejemplo positivo: el 56% de los polacos está de acuerdo en que su infraestructura ciclista local ha mejorado.
Es muy importante un buen mantenimiento de nuestra e-bike, ¿hacemos los españoles las revisiones necesarias para que sea segura?
El estudio ha revelado que una cuarta parte (25%) de los propietarios de bicicletas en España llevarán a cabo la revisión de su bicicleta en los próximos 6 meses, y la mayoría (54%) dice que esto es importante y que lo hace para para mantener su bicicleta en buen estado y que dure más tiempo. Luego hay otro 11 % que llevará su bicicleta a revisión en los próximos 6 meses solo si se les rompe algo.
¿Cómo va a ser la e-bike del futuro?
Las e-bikes ayudan a los ciclistas a pedalear más lejos y más rápido de lo que podrían hacerlo por sí solos, ayudándoles así a mantener un estilo de vida activo. Y las del futuro serán ¡muy silenciosas!
Y nosotros añadimos que nos gustaría que además fueran cada vez mejores, más ligeras, más asequibles, con buenos sistemas antirrobo y, por encima de todo, que nos ofrezcan grandes experiencias. Y que el manido y obsoleto recurso de “las bicicletas son para el verano” se quede en lo que fue, el título de una hermosa obra de teatro escrita por el inolvidable Fernando Fernán Gómez.