Bricio Segovia (Barcelona, 1983) fue corresponsal en Moscú, Nueva York y Washington, donde fue parte de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca. Estuvo al frente de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de Estados Unidos, informó desde más de 30 países y cubrió varios conflictos armados, como el de Ucrania, y las primaveras árabes en Egipto y Libia.

[Campos, presidenta de Mujeres en el Sector Público: "La igualdad de género debe ser transversal en los ODS"]

Actualmente, es copresentador del magacín de tarde de Antena 3, "Y ahora Sonsoles", y comentarista de la actualidad en "Espejo Público". Estas son sus respuestas al cuestionario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ENCLAVE ODS.

Basquiat

1. Fin de la pobreza

Justo frente al Departamento de Estado, en Triangle Park, hay uno de los mayores asentamientos de indigentes en la capital estadounidense. Durante mis años como corresponsal en Washington, vi como fue en aumento este problema, agravado por la falta de políticas sociales y un sistema sanitario que no puede permitirse casi la mitad de la población, según cifras oficiales y del Commonwealth Fund.

Durante la pandemia, el número de tiendas de campaña creció exponencialmente y ocuparon no solo parques, sino también aceras. Son el 'cuarto mundo' del que hablaba Joseph Wresinski en los años 70, ciudadanos que viven en situación de marginación y riesgo social en países industrializados. Según el Banco Mundial, casi la mitad de la población global, unos 4.000 millones de personas, vive atrapada en ese 'cuarto mundo'.

El artista Jean-Michel Basquiat denunció en sus trabajos la pobreza y la exclusión social. Su obra Sin título (1982) se vendió por 110 millones de dólares. Todo un reflejo de la gran brecha social que nos lleva a preguntarnos: ¿qué está pasando?, como hizo el cantante Marvin Gaye en su tema What's Going On (Tamla, 1975). Alrededor del 9% de la población vive con menos de 1,90 dólares al día.

Lazarillo de Tormes

2. Hambre cero

Casi una cuarta parte de los 800 millones de personas que padecen hambre en el mundo se han unido a esta desalentadora cifra en solo dos años. Nos estamos alejando del objetivo de acabar con la hambruna.

Entre los afortunados que sí tenemos qué llevarnos a la boca, la situación también es preocupante: casi 3.100 millones de ciudadanos no pueden permitirse una dieta saludable, según la FAO.

El impacto económico de la pandemia y la actual inflación de la cesta de la compra ha disparado el número de afectados hasta el punto de que más de un millón de españoles padece inseguridad alimentaria grave.

Recurro al clásico de nuestra literatura El Lazarillo de Tormes para poner el foco sobre la desnutrición infantil.

Inside Out

3. Salud y bienestar

El duelo que sentimos cuando perdemos a alguien, deberíamos sentirlo también cuando un allegado cae muerto en vida. Según la OMS, 280 millones de personas en el mundo sufren depresión, casi el 4% de la población. Es un problema que la pandemia puso de relieve y del que se debe crear conciencia, sobre todo, para eliminar el estigma que en muchas sociedades aún existe sobre las enfermedades de salud mental.

Igual que cuando nos duele un oído acudimos al otorrino, cuando nos duele la mente debemos acudir a un psicólogo o psiquiatra. La depresión provoca cada año 700.000 suicidios.

La película animada Inside Out (Pixar, 2015) utiliza a sus personajes como una metáfora maravillosa para comprender nuestras propias emociones, un paso previo e indispensable para aprender a gestionarlas.

Moonligt

4. Educación de calidad

Para que la palabra bullying adquiera toda su fuerza, llamémosla por lo que: acoso escolar. Algo que ocurre a una temprana edad altera de por vida la salud mental de quien lo sufre.

Uno de cada tres alumnos lo ha vivido, según la UNESCO. Es, además, absurdo que uno de los principales detonantes sea algo tan privado y personal como la orientación sexual y la identidad de género. Solo en España, el 78% de los estudiantes LGBTI han sufrido acoso en instituciones educativas.

Es fundamental crear campañas de concienciación, políticas y programas que promuevan el respeto por la diversidad para garantizar una educación verdaderamente inclusiva, y ambientes escolares seguros para todos.

La película Moonlight (2016) nos pone en la piel de un joven afroamericano gay que lucha por superar el acoso escolar y aceptarse a sí mismo en un ambiente hostil.

Como dijo Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.

Mary Poppins

5. Igualdad de género

¿En qué momento el mundo se volvió machista? Nacemos iguales, de la misma forma. Pese a todo, no importa la época de la historia a la que nos remontemos, siempre topamos con una dominante concepción patriarcal.

No perdamos de vista que cada uno de los derechos de los que hoy disfruta una mujer es el resultado de la lucha de otras: desde el derecho al voto, a la educación o a tomar decisiones sobre su propio cuerpo.

Aún así, no todas gozan aún de estas libertades. La lucha sigue, y no es solo de ellas. Todos debemos implicarnos en conseguir una sociedad más igualitaria para llegar hasta ese punto irreconocible en la historia en el que todos nos sentíamos iguales. Porque machista no se nace, el machismo se inculca.

Y si no lo abordamos de una manera más drástica, la Comisión Global sobre la Igualdad de Género advierte que se necesitarán 130 años para alcanzar la igualdad de género en todo el mundo.

Hace ya dos siglos que Mary Shelly cuestionó, a través de su novela Frankenstein (1818), la idea de que solo los hombres ostenten el poder. La película Mary Poppins (Disney, 1964) fue la primera referencia que muchos niños tuvimos de una sufragista a través de la madre de familia que interpretó Glynis Johns.

6. Agua limpia y saneamiento

Cada día, desperdiciamos litros de agua sin ni siquiera pensarlo. Infravaloramos algo que para millones de personas es un bien preciado. Un lugar que me marcó como periodista fue “el muro de la vergüenza”, en la capital peruana. Es una construcción de 10 kilómetros que separa a ricos de pobres.

A un lado de la muralla, mansiones con piscinas y jardines con aspersores; al otro, barracas carentes de cañerías y sistemas de saneamiento. Sus humildes residentes sobreviven con bidones que llenan semanalmente de un camión cisterna de una empresa privada que no siempre proporciona agua limpia. En estos asentamientos informales pagan hasta cuatro veces más por un agua de peor calidad que en la ciudad.

La mercantilización del agua es ética y moralmente cuestionable cuando, según la ONU, más de 2.000 millones de personas no tienen acceso a agua potable ni a saneamiento básico. Horst Rosenberger desmenuza este tema en Agua, ¿mercancía o bien común? (Alikornio Ediciones, 2003).

7. Energía asequible y no contaminante

En 2009, conviví con una familia indígena quekchí en plena sierra de Chicacnab, la mayor reserva de quetzales en Guatemala. El primer día, el padre de familia vino a recogerme a Cobán, el núcleo urbano más cercano a su remota aldea.

Tras aprovechar para hacer algunas compras, caminamos cinco horas a pie con la ayuda de un machete, bosque a través. Esa misma noche, igual que el resto de días que le proseguirían, la madre cocinó sobre una hoguera para su esposo, sus tres hijos y para mí. Ellos mismos habían construido con restos de maderas y chatarra un hogar que carecía de tendido eléctrico y cañerías.

Como esta familia, más de 2.800 millones de personas, según la Agencia Internacional de la Energía, dependen del fuego para cocinar, ajenos al riesgo al que exponen su salud por las emisiones dañinas que inhalan o conscientes de ello pero sin alternativa que puedan permitirse.

Jayro Bustamante plasma esta realidad en Ixcanul (2015), película que aborda la problemática del tráfico de niños en Guatemala.

8. Trabajo decente y crecimiento económico

Cuando viví en Washington, conocí a numerosos salvadoreños que habían llegado a Estados Unidos huyendo de la violencia. Muchos de ellos entraron al país de manera indocumentada, y la falta de formación y recursos les había llevado a mantenerse, durante años, en una situación de vulnerabilidad que los llevó a trabajar en negro por tarifas muy por debajo del sueldo mínimo estipulado por el Gobierno.

“El indocumentado carga el bulto que el legal no cargaría ni obligado”, canta Ricardo Arjona en Mojado (2005). En estos casos, hay empresarios que se aprovechan de la situación irregular de los migrantes. Sin embargo, la falta de oportunidades y la corrupción, entre otros factores, hacen que muchas personas acaben trabajando en la economía informal en sus propios países.

En América, se encuentra a la cabeza Bolivia, donde casi un 90% de la población cobra en negro. La Organización Internacional del Trabajo calcula que unos 2.000 millones de personas trabajan en la economía informal en todo el mundo.

9. Industria, innovación e infraestructuras

Las noticias falsas han encontrado en el mundo digital un hábitat para su difusión masiva. Sin embargo, internet puede ser también una bocanada de aire fresco para quienes viven en países donde el Gobierno controla los medios de comunicación.

Es el caso de Rusia. Viajar por su área rural es oír el discurso del Kremlin en boca de cualquier ciudadano. Es el único que se difunde en la radio, la televisión y los diarios. La brecha digital está ampliamente marcada en estas zonas, donde solo el 41% tiene internet, según datos oficiales. Y muchos de los que están en ubicaciones que cubre la red, no cuentan con ingresos suficientes para contratar los servicios.

En La nueva Rusia: nada es verdad y todo es posible en la era de Putin (RBA Libros, 2017), Peter Pomerantsev explora cómo la propaganda del Gobierno ruso y los medios de comunicación estatales han creado una realidad alternativa en el país.

10. Reducción de las desigualdades

Donald Trump llamó  “violadores” a los migrantes mexicanos, en 2015. Lo hizo en un discurso calculado para criminalizar la migración en plena campaña de unas elecciones que lo llevarían a la Casa Blanca.

Alexey Navalny, considerado en su día el principal opositor de Vladímir Putin, en Rusia, habló, en 2007, de exterminar a los musulmanes del Cáucaso, a los que se refirió como “cucarachas”.

Y el líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, pidió “purificar la sangre” de la nación eliminando a los homosexuales. El odio y la discriminación están presentes en la política, en un populismo creciente que, conforme gana difusión, genera un aumento de las desigualdades. Todos necesitamos deletrear más a menudo lo que en 1967 cantó Aretha Franklin: Respect (Atlantic Records, 1967).

11. Ciudades y comunidades sostenibles

Ocho de cada diez hogares en España tienen al menos un vehículo. Es decir, prácticamente cada uno de nosotros es responsable directo de la mayor causa de contaminación en la ciudad. Las restricciones de circulación en los núcleos urbanos de Madrid, Barcelona o Pontevedra han hecho que muchos se planteen la transición a un coche eléctrico, sobre todo, después de que el Parlamento Europeo aprobara una legislación que prevé prohibir los vehículos de combustión para 2035.

Sin embargo, parece una transición a marchas forzadas. El precio de estos vehículos es aún demasiado elevado, no hay una red de carga suficiente para que su uso sea práctico y los garajes tampoco cuentan con cargadores en cada plaza -del precio de la electricidad en plena crisis energética ya ni hablemos-.

Suecia acaba de anunciar que desarrollará hasta 3.000 kilómetros de carreteras 'eléctricas' que permitirán que estos vehículos se carguen mientras circulan. El proyecto prevé estar finalizado en 2045. Simplemente, los gobiernos parecen estar marcando tiempos poco realistas para la ciudadanía.

El documental Who Killed the Electric Car? (¿Quién mató al coche eléctrico?) (2006) analiza cómo la industria del petróleo boicoteó la comercialización del vehículo eléctrico en Estados Unidos.

Avatar

12. Producción y consumo responsables

Si se cumplen los pronósticos de la ONU, en 2050 alcanzaremos los 9.600 millones de personas en el mundo. En tal caso, necesitaremos los recursos naturales equivalentes a casi tres planetas para mantener los estilos de vida actuales.

La saga de James Cameron Avatar (20th Century Fox, 2009 y 2022) muestra la faceta más destructiva del ser humano en busca de recursos naturales extraterrestres.

Me aterra pensar que, tras destruir la Tierra, ya hemos iniciado las operaciones para explotar otros planetas. La NASA, así como las agencias espaciales europea y china han lanzado misiones lunares que tienen, en última instancia, esa finalidad. También, desde el sector privado, SpaceX, Blue Origin e ispace persiguen estos intereses.

13. Acción por el clima

Donald Trump dejó clara su opinión sobre el cambio climático durante la campaña presidencial, en 2016: “Es un engaño total creado por y para los chinos, para hacer que la producción estadounidense no sea competitiva”.

Los corresponsales que cubrimos su mandato fuimos testigos del escepticismo del presidente, que llevó a retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, poco antes de su salida de la Casa Blanca.

Joe Biden restauraría el pacto dos meses y medio más tarde, el mismo día que asumió la presidencia. Sin embargo, Trump aspira a volver al Despacho Oval en las elecciones del año que viene con la intención de tambalear la alianza climática de nuevo.

Además, los líderes de los países más contaminantes (China, India y Rusia) no toman medidas suficientes al respecto y ni siquiera acudieron a la última Cumbre del Cambio Climático.

Sin la cooperación de estas naciones, frenar el calentamiento global se queda en una utopía. Estados Unidos y esos tres países juntos son responsables de más de la mitad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

La artista Zaria Forman muestra en Invasión de los osos polares (2013), a través de sus ilustraciones hiperrealistas, la vulnerabilidad del Ártico ante el cambio climático.

deCaires

14. Vida submarina

Los océanos son los grandes desconocidos del planeta. No solo porque apenas hemos explorado el 20% de ellos, sino también porque apenas se habla de que son los verdaderos pulmones de la Tierra.

Producen la mitad del oxígeno que respiramos. Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero están mermando la calidad del ecosistema marino y sus cantidades de oxígeno. La organización científica Ocean Foundation alerta de que el 34% de las poblaciones de peces se encuentran en niveles biológicamente insostenibles.

El escultor Jason deCaires Taylor nos invita a la reflexión con su obra Ocean Atlas (2014). Es la estatua submarina más grande del mundo, en la costa de la isla bahameña de Nueva Providencia. Representa a una niña aguantando el peso del mar por culpa de la mala gestión de las generaciones anteriores. 

15. Vida de ecosistemas terrestres

En España, tenemos la fortuna de contar con el mayor número de especies endémicas en toda Europa. El parque de Doñana, sin ir más lejos, es la mayor reserva ecológica del continente.

Sin embargo, la sequía provocada por el cambio climático y el abuso que se ha hecho durante décadas -y bajo varias administraciones- de sus recursos acuíferos ha llevado al notable deterioro del humedal.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), hay más de 2.000 infraestructuras de uso de agua no legales dispersas por el territorio y, en la actualidad, se intentan regularizar miles de hectáreas de regadío ilegal en el área pese a las advertencias de la comunidad científica.

Ante el descuido de este Patrimonio de la Humanidad, el Gobierno no ha reaccionado hasta que la Comisión Europea ha amenazado con imponerle una multa multimillonaria. Ni la extinción local del lince ibérico ni la disminución de la población del águila imperial consiguieron que el Ejecutivo reaccionara con eficiencia.

Ricardo Macián capta en su documental Doñana, las cuatro estaciones (2016) la belleza y riqueza natural del parque, y el impacto de la sobreexplotación, la urbanización y la contaminación.

Para rememorar Doñana en todo su esplendor, recomiendo recurrir al archivo de RTVE y ver el legado de Félix Rodríguez de la Fuente en los episodios de El hombre y la tierra que rodó en el parque nacional.

16. Paz, justicia e instituciones sólidas

El hacinamiento en las prisiones es un problema en América Latina. Lo pude comprobar de primera mano cuando, en 2013, recorrí varias de las principales cárceles de Bolivia.

Algunas, triplican el número de reos establecido y resulta en pasillos repletos de personas durmiendo en el suelo pegadas unas con otras. Me llamó la atención que, al mismo tiempo, algunos reclusos tenían su propia celda personalizada.

Llegué a ver una en la que habían construido una doble planta, como si de un dúplex se tratara; y otra llena de acuarios con peces que, con la ayuda de uno de los guardias, el reo vendía en el mercadillo.

Junto a mi equipo, probamos que los prisioneros obtenían estas concesiones a través de sobornos al entonces director del sistema penitenciario nacional, Ramiro Llanos, que, además, obligaba a toda la población carcelaria a pagarle cuotas mensuales a cambio de 'protección'. Nuestro trabajo de investigación tuvo consecuencia su destitución.

La solidez de las instituciones es básica para que exista justicia. Del mismo modo, la justicia es imprescindible para garantizar una solidez institucional. Esta relación se complica cuando los tentáculos de la corrupción invaden ambos ámbitos, como es habitual en numerosas naciones de Latinoamérica. En tal caso, nos queda el periodismo.

Acérquense, si tienen ocasión, al museo de El Prado para contemplar la obra de Corrado Giaquinto Alegoría de la Justicia y la Paz (1753-1754).

We Are the World

17. Alianzas para lograr objetivos

Michael Jackson, Lionel Richie, Bruce Springsteen y Tina Turner se aliaron con 41 artistas más para cantar juntos We Are the World (Columbia Records, 1985) y recaudar fondos contra la hambruna en África.

Consiguieron más de 56 millones de euros. Los objetivos de desarrollo sostenible requieren de una alianza como la de estos cantantes.

Sin embargo, con la mera firma de un tratado no se consigue nada. Los gobiernos deben aplicar políticas consecuentes con el compromiso asumido. Mientras la política siga siendo un juego de poderes, el mundo seguirá perdiendo vidas que para muchos no serán más que una estadística.

Asumamos nuestro papel como ciudadanos y ejerzamos la presión necesaria para que nuestros gobernantes cumplan con sus responsabilidades.