A principios de enero, un asesinato conmocionó a México. La fiscal antisecuestros de Colima, en la costa occidental del país, fue asesinada a balazos sin piedad cuando se disponía a bajar de su coche. Este homicidio doloso es tan solo uno de los cientos que se han producido durante el último año en la que es considera la ciudad más violenta del mundo según el Ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo que realiza cada año el Consejo para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP)
Según este informe, Colima es la ciudad con una mayor tasa de homicidios del mundo con 181,94 por cada 100.000 habitantes. Para hacernos una idea de la magnitud de esta cifra, en una comunidad como La Rioja, que tiene una población similar a la de Colima, la tasa de homicidios es de 0,95. Esto es, un 19.051,58 % menor a la de la urbe mexicana.
Según el informe del CCSPJP, el top 10 del ranking está dominado por las ciudades mexicanas, a excepción de Nueva Orleans (Estados Unidos), que ocupó el puesto 8. "Por sexto año consecutivo, una ciudad mexicana es la más violenta del mundo", señaló José Antonio Ortega, presidente de este organismo, en una conferencia virtual celebrada el pasado mes de febrero. Las otras urbes que acompañaron a Colima fueron Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Uruapan y Acapulco.
Por qué Colima
Si bien México ha visto un aumento preocupante de homicidios en los últimos años, el caso de Colima supera con creces a todos los demás estados. Según InSight Crime, todo comenzó en el año 2016, cuando la tasa de homicidios aumentó un 900%. Y este estallido se debió principalmente a su "ubicación sobre invaluables corredores de narcotráfico".
Manzanillo, la ciudad más grande y principal puerto del estado, se ha convertido en el punto estratégico para el crimen organizado, pues desde sus muelles entran armas, cocaína o precursores químicos procedentes de Asia para elaborar drogas sintéticas como la metanfetamina o el fentanilo.
“El puerto de Manzanillo es uno de los puertos más activos y codiciados por los cárteles de la droga”, señaló Óscar Balderas, periodista mexicano y experto en crimen organizado, a InSight Crime.
Además, todo ello se ha juntado con la lucha a tres bandas entre el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas por las rutas costeras de Colima. "El resultado fue 206 homicidios en los primeros cuatro meses de 2016, frente a los 44 homicidios en los mismos cuatro meses de 2015", indicó Balderas.
Desde entonces, el panorama criminal de México se ha fracturado aún más, dando lugar a células mucho más pequeñas que recurren a la violencia extrema en busca de territorio y legitimidad. Un fenómeno que también ha llegado a Colima.
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Políticas fallidas
Una de las grandes críticas que realiza el informe de la CCSPJP es que la situación de violencia extrema que se da en las urbes mexicanas se debe a "políticas fallidas aplicadas en los que va de siglo, que ha consistido en tolerar la violencia de los grupos criminales y la existencia misma de sus milicias privadas, que desafían el monopolio del Estado sobre la violencia”.
Asimismo, el informe es especialmente crítico con las políticas de 'Abrazos, no balazos' del actual presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. "No existe antecedente en el mundo de un gobierno nacional —como hoy ocurre en México— que haya adoptado como política de seguridad pública la de dar manos libres a los criminales para que ejerzan violencia y encima lo proclame abiertamente", indica el documento.
Por ello, tal y como afirman desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, publicaron la clasificación con el objetivo de llamar la atención de los gobernantes y que "se vean presionados a cumplir con su deber de proteger a los gobernados, de garantizar su derecho a la seguridad pública", concluyó el informe.