Achut, la niña de 10 años que se quedó sola en un campo de refugiados: "A veces, me da miedo ir a buscar agua"
Tras perder a sus dos padres y después que sus hermanos se alistaran en el ejército, tuvo que aprender a sobrevivir y buscarse su propia comida.
4 junio, 2023 01:19Una niña sola duerme en este refugio. Achut sólo tiene diez años, pero vive sin compañía en un campo de desplazados en Tonj Norte, Sudán del Sur. Es una de los 50 millones de niñas y niños que se calcula que han huido de sus hogares a causa de la guerra.
En su corta vida, ha conocido más violencia y muerte de lo que la mayoría de nosotros nos atreveríamos a imaginar. Hace cinco años, unos hombres armados emboscaron la casa de su padre en Sudán del Sur y lo asesinaron brutalmente. Ella era joven, pero tiene recuerdos vívidos del suceso.
"Los atacantes llegaron en mitad de la noche, lo mataron y quemaron la casa", recuerda Achut sobre una realidad en un país en el que los conflictos entre comunidades provocan que muchas personas abandonen sus hogares y que los niños y niñas se queden huérfanos.
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El año pasado Achut perdió a su madre. Sin padres, ella y su hermano eran aún más vulnerables. "Atacaron nuestra casa por la noche. Había una casa enfrente de la nuestra y mataron a gente; mientras corríamos, vimos cómo mataban a una de las mujeres. Esa imagen me ha hecho tener muchas pesadillas; no quiero volver a ese lugar", recuerda.
La amenaza de la violencia es una realidad siempre presente y puede hacer que la vida cambie en un momento. Los niños en contextos propensos al conflicto tienen que lidiar con la realidad de dejar atrás su hogar pero también vivir con el trauma de lo que vieron.
Tras los ataques, los hermanos se trasladaron a un campo de desplazados pero no tardaron en alistarse en el ejército y Achut se quedó sola, atormentada por los recuerdos de aquella noche. Esto es el conflicto. Y obliga a los niños huérfanos a entrar en la edad adulta antes de tiempo. Todo ello mientras lidian con el dolor, la pérdida y los traumas no resueltos.
"Cuando llegamos aquí, me resultaba muy difícil vivir, no tenía qué comer", recuerda Achut. "Vivir sola es muy duro, todo lo tienes que hacer tú misma, a veces me da miedo ir a buscar agua por lo que me pueda pasar".
World Vision distribuye alimentos regularmente en el campamento y presta especial atención a los niños y niñas vulnerables como Achut, que no pueden depender de un familiar para comer y no tienen otra forma de sobrevivir.
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"Cocino mi propia comida. Cuando se hace la distribución recibo una ración y esa es la comida que tengo para cocinar. Como arroz, a veces harina de maíz”.
Cuando no hay comida, Achut encuentra la manera de conseguir alimentos silvestres. No tiene red de pesca, así que utiliza una mosquitera para pescar peces muy pequeños. "Los seco y después los vendo para comprar azúcar o los cocino con salsa y me los como. Tengo dos mosquiteras, una la uso para pescar y otra para dormir".
Niños y niñas de todo el mundo se enfrentan a las consecuencias de las guerras y la violencia y comparten historias similares a la de Achut, donde a veces muestran la más humilde resiliencia.
*** Eloisa Molina es directora de comunicación de World Vision.