Si eres un fan empedernido de las artes marciales, quizás esté familiarizado con la consigna be water, my friend, pronunciada por el actor y maestro de artes marciales Bruce Lee. Este es uno de los principios de su filosofía, el camino del puño intercepto o el Jeet kune do. Lejos de parecer originales, las consignas de Lee se inspiran en la filosofía oriental y esta idea, en concreto, es similar al wu-wei, un precepto del taoísmo, que si se practica, puede aumentar la felicidad

Wu-wei se traduce del chino como no-acción (que no es lo mismo que la inacción). Es un principio de la filosofía china del taoísmo, atribuida al gran filósofo Lao-Tse, que vivió entre los siglos VI y IV a. e. c. Este concepto concentra la enseñanza de que la mejor manera de enfrentar una situación, especialmente si es conflictiva, es no actuar

Según el texto central del taoísmo, el Tao Te King, el wu-wei se resume en dos versos: "El mundo no se gana a la fuerza" y "el camino [el dao] nunca actúa, pero nada queda sin hacer". Por otro lado, The School of Life lo define como "estar en paz mientras se realizan las tareas más frenéticas para poder llevarlas a cabo con la máxima destreza y eficacia".

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En un mundo que exige el rendimiento máximo, la competitividad y la superación personal, la idea de no esforzarse puede parecer paradójica, e incluso contradictoria. Pero poner en práctica la no-acción es más fácil de lo que parece. 

La traducción literal del concepto "transmite una sensación de pereza o dejadez", explica Stephan Joppich, un ingeniero reconvertido en filósofo, en su blog homónimo. Joppich declara haber incorporado en su vida este concepto. Y lo aclara: "Wu-wei no consiste en no hacer nada, se trata más bien de hacer las cosas sin esfuerzo".

En un artículo para la revista Psychology Today, donde desentraña el significado de este concepto, el profesor Mark D. White señala que el wu-wei "no se aplica a las tareas que hay que esforzarse para terminar: los ensayos no se escriben solos, los garajes no se limpian solos y los bebés no eructan solos".

No-acción

El wu-wei no tiene que ver con la pereza y la complacencia. Se trata de conservar la energía y preservar el esfuerzo mental y físico. "Implica renunciar a forzar las cosas, pero nunca renunciar del todo", señala Joppich en su blog. Una mentalidad wu-wei implica también dejarse llegar y no pensar en exceso. 

"Dejar que fluya" (go with the flow) sería otra manera de interpretarlo. Aplicar esta filosofía a la felicidad. "Demasiado esfuerzo dedicado a ser feliz probablemente te hará desgraciado" explica White. No hay obsesionarse con buscar activamente la felicidad, sino que llegará eventualmente

Este precepto, según White, también se aplica al amor. "No debes esforzarte demasiado en buscarlos, pero tampoco debes evitar que te encuentren", explica. Por eso, recomienda, "debes mantenerte abierto a nuevas cosas, nuevas experiencias y nuevas personas". 

'Flow'

El psicólogo húngaroestadounidense Mihaly Csikszentmihalyi, en su obra Flujo: la psicología de la experiencia óptima, plantea un término similar al Wu-wei: el flow (o flujo). Su principal diferencia es que el wu-wei consiste en aprender cómo funcionan las reglas de una situación y amoldarse a ellas. Mientras que el flow es un estado psicológico en el que se entra cuando se está totalmente concentrado en un trabajo que se está realizando. También se denomina "la zona". 

Tal como explicaron varios investigadores en el artículo que analizaba cómo los atletas pueden poner en práctica el wu-wei, publicado en la revista Asian Journal of Sport and Exercise Psychology, "[el wu-wei y el flow] subrayan la pérdida del yo y una sensación de ausencia de esfuerzo". No obstante, insisten en que aunque el wu-wei puede conducir a resultados deseados, su práctica no se base en conseguir algo en concreto. El flow, en cambio, se hace en pos de la mejora del rendimiento.