Construcción del megaparque eólico Tyligulska, en la región de Mykolaiv, en Ucrania.

Construcción del megaparque eólico Tyligulska, en la región de Mykolaiv, en Ucrania. DTEK Group

Historias

Tyligulska, el megaparque eólico que levanta Ucrania como símbolo de resistencia a las bombas de Putin

El gobierno ucraniano no solo pretende ganar potencia energética con las renovables, sino también acercarse al objetivo 'verde' de la UE.

8 julio, 2023 02:17

Como los gigantes de brazos largos y casi dos leguas que veía el Quijote, 19 turbinas eólicas se erigen a 100 kilómetros del frente de batalla de la guerra de Ucrania. En la región sur de Mykolaiv, bajo control ucraniano, esta planta de energía eólica no le teme a las bombas ni al conflicto. Se alzan como escuderos frente al desafío energético ruso y como un símbolo de resistencia y confianza en la victoria frente a Rusia.

Tyligulska, como se conoce a este megaparque eólico, vio la luz en 2020, salpicado por un contexto de pandemia. No comenzó a construirse hasta diciembre de 2021, tres meses antes de que estallara la invasión rusa de Ucrania. Con las aspiraciones renovables del país a flor de piel y 6 turbinas instaladas, el proyecto se paralizó. Las fuerzas enemigas avanzaban en Mykovaiv. 

Llegado el verano de 2022, y con el ejército ruso fuera de esta región, el plan siguió su marcha. Se hizo cargo DTEK Group, una empresa ucraniana centrada en mercados energéticos europeos que antes de la guerra proporcionaba alrededor del 30% de la electricidad al país. Tras la entidad, resuenan nombres de importantes inversores como Rinat Ajmetov, que además de ser propietario y presidente del club de fútbol ucraniano Shakhtar Donetsk, es el ucraniano más rico del mundo y una de las personas que más millones ha perdido con el conflicto en su país.

Con su apoyo financiero, cuentan a EL ESPAÑOL desde DTEK, el trabajo se reanudó de la mano de un equipo ucraniano de 650 personas en su punto máximo. "El personal trabajó con chalecos antibalas y pasó más de 300 horas en refugios antiaéreos desde agosto de 2022 hasta abril de este año, bajo la constante amenaza de ataques con misiles", señalan.

Sonaban las sirenas de ataques aéreos y ellos se escondían en búnkeres. Mientras, rugían los misiles que disparaban los barcos rusos desde el Mar Negro, relatan, pero "volaban más bajo que las turbinas, tratando de evitar la detección de radar de las defensas aéreas ucranianas".

Los trabajadores durante la construcción del parque eólico en Ucrania.

Los trabajadores durante la construcción del parque eólico en Ucrania. DTEK

Y lo cierto es que no han parado hasta levantar la primera tanda de gigantes, esas 19 turbinas con una capacidad instalada de 114 MW que proporcionan hasta 390.000 kWh, lo suficiente para abastecer a 200.000 hogares al año, aseguran desde la entidad. Es una primera fase de un proyecto, para la que se han invertido unos 200 millones de euros, pero que pretende ir mucho más allá. 

Se prevén agregar hasta 64 turbinas más para aumentar la capacidad del parque hasta los 500 MW. Según DTEK, estas dimensiones la convertirían en "la planta de energía eólica más grande de Europa del Este". La idea, recuerda la empresa, es ayudar a Ucrania a convertirse en un exportador de energía limpia a la Unión Europea.

Sin embargo, para esa segunda fase de expansión de Tyligulska reconocen que necesitarán una financiación adicional de 450 millones de euros, que bien puede proceder de inversores extranjeros como de instituciones financieras adicionales. O, incluso, de la Unión Europea.

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Un símbolo de resistencia y de 'europeización'

Para el país ucraniano, las renovables se han vuelto una opción para hacer frente a los ataques que ha ido profiriendo Rusia a sus infraestructuras energéticas. Es una forma de diversificar. Hay que recordar que, tanto la central nuclear de Zaporiyia -que aportaba alrededor del 20% de electricidad al país- como el 66% de la generación renovable de Ucrania se encuentran en zonas que o bien están en manos rusas o se encuentran en pleno frente. Además de Mykolaiv, es el caso de las regiones de Odesa, Zaporizhzhia, Kherson y Dnipro.

Por no hablar de los sucesivos ataques rusos a infraestructuras críticas. Por ejemplo, en noviembre de 2022, la artillería rusa se cebó con las redes eléctricas del país, lo que dejó a al menos el 40% de la población sin suministro. Y todo en medio de un invierno helador en el que la empresa que opera la red eléctrica de Ucrania se vio obligado a llevar a cabo cortes en el servicio durante horas. Apagones que pudieron ser advertidos por los satélites de la NASA.

Infraestructura energética en Kiev golpeada por los ataques rusos.

Infraestructura energética en Kiev golpeada por los ataques rusos. STATE EMERGENCY SERVICE OF UKRAI

Antes de la guerra, Ucrania ya estaba apostando por las renovables. De hecho, se había marcado el objetivo de alcanzar el 25% en su mix energético para 2035. Como recoge el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), del 3% que suponían las energías limpias en 2009, se alcanzó el 12,4% a finales de 2020. La hidráulica y la solar eran las mayores contribuyentes, aunque la eólica y la solar también empezaron a despuntar en los últimos años antes de la invasión rusa.

El hecho de apostar por este megaparque eólico en plena guerra y en zona de conflicto tiene bastante simbolismo. Parece que, como los gigantes del Quijote, no tienen miedo a ningún hidalgo armado a lomos de su Rocinante. De acuerdo con Víctor Burguete, investigador sénior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), "cuando estás apostando por las renovables, y particularmente en el eólico, estás dando una señal de confianza en la victoria del ejército ucraniano".

Estas infraestructuras se convierten en un símbolo de la resistencia ucraniana, porque busca mejorar la resiliencia del sistema energético del país en pleno conflicto, donde las bombas de Putin se ceban con sus redes de energía. Según señala Burguete, "lo que te ofrecen las renovables es diversificar el suministro. Esto es importante no solo desde el punto de vista de la generación energética, sino también por el desarrollo de las redes". 

Molinos eólicos y una central de carbón.

Molinos eólicos y una central de carbón. Efe

El experto del CIDOB explica que el sistema ucraniano está muy centralizado y lo que te permite el desarrollo de las renovables es la diversificación de las fuentes de suministro y de las redes. "No solo el tema eólico, también el solar, desarrollando, por ejemplo, paneles solares encima de los hospitales para buscar que en medio de una guerra se aseguren el suministro de las instalaciones críticas", recuerda.

No obstante, Burguete también identifica un claro objetivo de Ucrania de alinearse con las políticas energéticas de la Unión Europea -encaminadas hacia las renovables-. Sobre todo de cara a recibir fondos para la reconstrucción, pero también de cara a posicionarse como un país clave para el suministro energético de Europa en un futuro, ya sea por gases o electricidad.

"Por la parte del gas, Ucrania ha sido un país de tránsito, y se está posicionando ahora como un país de almacenamiento. ¿Por qué? Porque tiene entre las segundas y las terceras mayores reservas de gas de Europa y están en el oeste del país", apunta el experto. "Por lo tanto, podría ser factible utilizar estas instalaciones ucranianas como parte de las reservas estratégicas de Europa. Al menos esto es lo que vende el gobierno de Ucrania".

Ahora bien, también "está promocionando el posible papel que podría tener Ucrania en la generación de hidrógeno. Probablemente, del rosa, procedente de la energía nuclear. Incluso el papel del biometano", precisa Burguete. No obstante, hay problemas importantes, como es el más evidente: la propia incertidumbre de la guerra.

Todo está por ver. La Unión Europea, de momento, mantiene firme su compromiso con el país ucraniano. Como anunció la Comisión, el pasado 20 de junio de 2023, se propuso la creación de un nuevo mecanismo para apoyar la recuperación, la reconstrucción y la modernización de Ucrania en el período 2024-2027.

Según apunta la institución europea, con hasta 50.000 millones de euros en forma de subvenciones y préstamos, el Mecanismo apoyará los esfuerzos de Ucrania por mantener la estabilidad macrofinanciera, promover la recuperación y reconstruir y modernizar el país, aplicando al mismo tiempo reformas clave en su senda de adhesión a la UE en ese período. Concluyen: "El Mecanismo subraya el firme compromiso de la UE de apoyar a Ucrania frente a la actual guerra de agresión de Rusia y en su camino para hacerse miembro de la UE".