El primer ataque de un tiburón desde 1953 en la popular playa de Rockaway, en Nueva York, generó una gran conmoción en la urbe estadounidense. Era el primero de este tipo en al menos 70 años. La víctima, una conocida activista ucraniana de 65 años, recibió una mordedura en la pierna que le arrancó 20 libras de carne (algo más de 9 kilos), según han informado los medios locales.
Este tipo de ataques y los avistamientos de tiburones se han vuelto más comunes en las costas del Atlántico norte en Estados Unidos en los últimos dos veranos. Al ahondar en las causas que provocan esta tendencia, existen varios factores que explican este aumento, pero los expertos coinciden en que el cambio climático y el aumento de las temperaturas en las aguas podría ser algunos de los motivos.
Si bien no existen datos que sugieran que el cambio climático esté detrás del acercamiento de los tiburones a las costas, las especies están ligadas a rangos específicos de temperatura y, por tanto, reorganizarán sus ubicaciones a medida que cambien las condiciones, explicó James Sulikowski, biólogo marino y fundador de Sulikowski Shark and Fish Conservation Lab, a ABC News.
"A medida que aumenta la temperatura del mar debido al cambio climático, muchas poblaciones de peces se están desplazando hacia el norte", afirmó Chris Paparo, del equipo de investigación de tiburones del Museo de Historia Nacional de South Fork, a la cadena estadounidense CBS.
En la otra costa del país, la oeste, un estudio publicado en la revista Nature en 2021 descubrió que las poblaciones juveniles de tiburones blancos se han desplazado cada vez más hacia el norte de la costa de California a medida que el cambio climático ha calentado las aguas oceánicas. “Estos registros contradecían la historia de vida establecida por la especie, donde los juveniles permanecen en aguas más cálidas en la corriente del sur de California”, señaló el estudio.
¿Una buena noticia?
No obstante, no todos los expertos consideran que la aparición de escualos cerca de las playas del Atlántico norte estadounidense sea una mala noticia, ya que podría ser signo de una conservación exitosa. Las mordeduras indican un mayor número de tiburones en las aguas y, por tanto, que el hábitat marino está lleno de peces, esto es, de alimento para los tiburones.
La población mundial de tiburones ha ido en continuo descenso en las últimas décadas. Según la oenegé WWF, la población mundial de tiburones y rayas de alta mar ha disminuido un 70% desde los años 70 y actualmente el 36% de las 1.200 especies que existen de tiburones y rayas se encuentran en riesgo de extinción.
En gran parte, esta rápida reducción de la población de tiburones y rayas se debe a la pesca industrial. No sólo por su captura —muchas veces accidental—, sino también por el agotamiento de su suministro de alimentos. La llegada de los tiburones a la costa este de Estados Unidos, por tanto, puede ser un signo de la recuperación de los hábitats marinos y el símbolo del éxito de una ley reciente de la urbe para proteger al pez búnker, la principal fuente de alimento de los escualos.
“Los tiburones son un signo de un ecosistema saludable”, explicó Chris Paparo, experto en tiburones de la Universidad de Stony Brook en Long Island al medio estadounidense Vox. "Veo eso como un signo de conservación exitosa".
No buscan carne humana
Aunque la película de Steven Spielberg haya generado un importante trauma en muchas personas, lo cierto es que los tiburones no están interesados en la carne de los humanos. “Aunque este fue un evento aterrador, queremos recordarles a los neoyorquinos que las mordeduras de tiburón en Rockaway son extremadamente raras", señaló en un comunicado el departamento de Parques de la ciudad de Nueva York tras el ataque a la bañista del 8 de julio.
Tal y como explica la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, los tiburones “evolucionaron millones de años antes de que existieran los humanos y, por lo tanto, no forman parte de sus dietas normales”. Su verdadera dieta está compuesta por peces e invertebrados más pequeños, aunque algunas especies más grandes se alimentan de focas, leones marinos y otros mamíferos marinos.
“Por lo general, simplemente ignoran a las personas. Creo que si la gente supiera con qué frecuencia están en el agua con tiburones, probablemente se sorprenderían”, indicó Galvin Naylor, director del Programa de Florida para la Investigación de Tiburones, a ABC News. Y es que los tiburones atacan a los seres humanos solo cuando están confundidos o curiosos, especialmente cuando el escualo está en edad juvenil. Cuando un tiburón ve a un humano chapoteando en el agua, podría intentar investigar y provocar un ataque accidental, explican desde la NOAA. Pero no es lo normal.
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Eso sí, cuando más se dan estos ataques es el período estío, cuando más bañistas hay. "Más gente en la playa, más gente en el agua, eso es potencial para aumentar las interacciones", dijo Sulikowski a ABC News. No obstante, los expertos aseguran que no hay mucho que temer, ya que hay alrededor de seis muertes por encuentros con tiburones, en comparación con las 20 personas que mueren cada año por la caída de rayos.
En todo caso, hay que tener en cuenta la importancia de los tiburones para el ecosistema marino. “Necesitamos tiburones en el océano para mantenerlo limpio, regularlo, asegurarnos de que los ecosistemas estén limpios y saludables”, advirtió Sulikowski. Ese ambiente saludable, añadió, es el que acabamos disfrutando los seres humanos cuando vamos a la playa durante el verano.