Triplicar los subsidios mensuales, que el trabajo doméstico lo realicen personas extranjeras, exenciones del servicio militar por paternidad o reducir los tipos de interés hipotecario a los padres. Estas son algunas de las medidas que el gobierno surcoreano está implementando para fomentar los nacimientos. Las empresas, por su parte, también han empezado a tomar cartas en el asunto ofreciendo incentivos a sus empleados. Una compañía de construcción, el Grupo Booyang, hasta plantear la concesión de 100 millones de won —unos 70.000 euros— por recién nacido a sus trabajadores.
La intención de Booyang de poner en marcha esta iniciativa fue anunciada por su presidente de la constructora, Lee Joong-keun, durante una reunión del comité ejecutivo a principios de este año: "Si Corea sigue lidiando con la baja natalidad actual, es probable que la nación se enfrente a una crisis dentro de dos décadas que implique un descenso de la población en edad de trabajar y escasez de mano de obra de defensa para la seguridad nacional y el mantenimiento del orden", afirmó el ejecutivo.
Booyang también ha planteado ofrecer alicientes especiales a aquellos que decidan tener 3 hijos. "Si el Gobierno proporciona terrenos, a los empleados con tres o más hijos les dejaremos elegir entre un incentivo equivalente a tres recién nacidos o una vivienda pública de alquiler [sin carga fiscal para el inquilino ni responsabilidades de mantenimiento]", explicó Lee. Así, tendía la mano a los proyectos de vivienda del gobierno para hacer un esfuerzo conjunto contra el problema de natalidad.
Además de los incentivos a la natalidad, Lee propuso un sistema de subsidios exentas de impuestos para las ayudas a la natalidad. El planteamiento sugerido consiste en eximir de impuestos la cantidad recibida y ofrecer a los padres ventajas fiscales tanto en el impuesto sobre la renta como en el de sociedades equivalentes a la suma donada.
"Me preocupaban los problemas económicos de criar a un hijo antes y después del parto, pero gracias al extraordinario apoyo del Grupo Booyoung, ahora puedo planificar un segundo hijo", dijo Song Jeong-hyeon, empleada de la empresa que dio a luz el 3 de enero, en declaraciones al diario surcoreano JoongAng.
El Grupo Booyang prevé desembolsar 4,8 millones de euros a los empleados que han dado a luz a 70 bebés desde 2021. De esta manera, se posiciona como la primera en "regalar dinero" a los trabajadores por tener hijos. Este programa se enmarca dentro de los esfuerzos de otras empresas del país por abordar el problema de la baja natalidad y fomentar un entorno propicio para que los empleados críen a sus hijos.
Por ejemplo, Posco permite a sus empleados con hijos menores de 9 años elegir entre opciones flexibles de teletrabajo, contemplando la jornada completa o media jornada. Por su parte, LG Electronics ofrece un permiso parental y tiempo libre remunerado para someterse a tratamientos de infertilidad.
"No tendrían un hijo solo por dinero"
"Uno sabe que criar a un hijo no es algo que se haga durante un solo día. Tiene que continuar hasta que el niño tenga al menos 20 años, y el coste mínimo de ello, incluidas las clases particulares, es de 200 a 300 millones de wones [entre 138.000 y 208.000 euros] por niño, en mi opinión", expresó Insill Yi, presidente del Instituto de Población de la Península Coreana para el Futuro y ex Comisario coreano de Estadística, declaró a Euronews Next, en declaraciones a Euronews Next.
Bajo su punto de vista, estos incentivos pueden tener "un impacto positivo", pero cuenta que en conversación con los jóvenes, le aseguraron que "no tendrían un hijo solamente por el dinero". Esto tendría que ver con la carga de trabajo que entraña criar a los niños, algo que recae normalmente en las mujeres.
Una bomba de relojería demográfica
En Corea del Sur, según una encuesta reciente elaborada por la Comisión Presidencial sobre el Envejecimiento de la Sociedad y la Política Demográfica en colaboración con el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo, el 49% de los coreanos de entre 18 y 49 años no tiene intención de tener hijos.
Los más jóvenes no quieren tener hijos porque no están dispuestos a renunciar al "ocio y el confort de no tener hijos. Mientras que para las personas de mediana edad, "la inestabilidad económica" es lo que les amedrenta. Y a partir de los 40 años, aseguran que "se les ha pasado el arroz".
El problema demográfico plantea una serie de retos: una menor tasa de reemplazo (con sus consecuencias en las pensiones) y menos personal militar (lo que podría dinamitar la posición estratégica de Corea del Sur en un vecindario de creciente tensión geopolítica). Para mantener los niveles actuales de fuerzas militares —en 2022 solo nacieron unos 250.000 bebés—, es necesario una natalidad anual de 200.000 individuos.
"Actualmente, estamos haciendo diversos esfuerzos desde todos los ámbitos de la vida y el gobierno también", afirmó Yi a Euronews Next. Y añadió que "en el futuro, creo y espero que muchas empresas como Booyoung se esfuercen y que hagamos una sociedad que sea buena para tener y criar hijos".