Haití lleva desde enero en una situación de caos; y esta sólo ha ido a peor. El 11 de marzo, el presidente, Ariel Henry, dimitió después de que le denegaran su regreso cuando visitó Kenia en busca de ayuda militar. Ahora, la ONU considera que las bandas tienen el control de la capital, Puerto Príncipe, y del país. Mientras tanto, la población se enfrenta a una situación de desplazamiento forzoso que afecta en especial a los niños. Según Unicef, 125.000 niños están en riesgo de desnutrición grave. 

    Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, explica que "la violencia y la inestabilidad en Haití tienen consecuencias que van mucho más allá del riesgo de la propia violencia". La situación, dice, está "creando una crisis de salud y nutrición infantil que podría costar la vida a innumerables niños y niñas". 

    Asegura que hay ayuda humanitaria esperando para ser entregada cuando haya una seguridad básica. A principios de marzo, las bandas asaltaron uno de los 17 contenedores que UNICEF tenía preparados. Además, la situación de violencia ha dejado maltrecha la situación de los hospitales: sólo dos de cada cinco de todo el país están operativos. 

    [Infierno se escribe con 'H' de Haití: más de 5M de personas sin ayuda humanitaria, niños 'escudo' y la sombra del cólera]

    El único corredor humanitario hasta la capital está controlado por los guerrilleros. Esto dificulta el acceso a material básico sanitario y de alimentación, lo que deja al borde del desastre a unos 15.000 niños y niñas. UNICEF llama a la intensificación de los esfuerzos de la comunidad internacional para, al menos, garantizar el acceso de la ayuda humanitaria. 

    Jake Johnston, experto en Haití del centro de investigación económica y política de Washington, considera que precisamente la situación actual viene de la dependencia del país de la ayuda externa tras el terremoto de 2010. Desde entonces, la necesidad de ayuda de organizaciones internacionales gestionadas por una pequeña élite local ha conseguido que las pandillas consiguieran un gran poder.

    Un punto clave fue que el presidente Henry no convocara elecciones anticipadas como había prometido. Según él, no se daban las condiciones necesarias. Fue entonces cuando el líder guerrillero, Jimmy Chérizier 'Barbacue', amenazó con una guerra civil si no se convocaban. Así, ahora mismo la situación es insostenible, con más de 1,5 millones de personas en niveles de emergencia y 362.000 desplazadas.

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    Las madres no saben qué comerán sus hijos

    Las madres sólo pueden asegurar una comida al día a sus hijos. Dependen de la ayuda internacional de organizaciones como UNICEF.

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    Azotados por el cólera

    UNICEF ha podido ayudar a más de 119.000 personas con suministros esenciales de agua e higiene y más de 40.000 mujeres y niños con acceso a servicios de atención médica.

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    Las familias son cada vez más jóvenes

    La comunidad internacional reclama la salvaguarda de los derechos de los niños a la educación, y abordar las terribles condiciones de vida que enfrentan por niños y familias desplazados internamente.

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    Los pandilleros son cada vez más jóvenes

    Según los informes, las bandas controlan ahora entre el 80% y el 90% de la capital y, en el caos subsiguiente, las agencias de la ONU sobre el terreno informaron de casos de reclutamiento de niños por parte de grupos armados, espiral de violencia, saqueos y destrucción.

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    125.000 niños en riesgo de desnutrición

    Tres de cada cuatro mujeres y niños no tienen acceso a intervenciones básicas de salud pública y nutrición en Puerto Príncipe; y el 60% de los hospitales no funcionan y se enfrentan a cortes de electricidad y suministros médicos.

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