Una de las 100 especies descubiertas este año en Chile.

Una de las 100 especies descubiertas este año en Chile. Schmidt Ocean Institute

Historias

Parece un Nemo de peluche y sabe 'andar': así es el peculiar pez poco conocido en España que ha fascinado a la ciencia

Este extraño sapo marino se integra dentro del centenar de especies encontradas recientemente en las montañas submarinas cerca de Chile.

5 junio, 2024 02:12

El ser humano conoce mejor la superficie de la luna que los fondos marinos de su propio planeta. En pleno 2024, se estima que al menos el 80% de las profundidades del océano permanece inexplorado. Esto, además de alimentar la talasofobia de muchas personas, ha impulsado desde tiempos antiguos hasta hoy la puesta en marcha de investigaciones dirigidas a descubrir qué ocurre exactamente en la inmensidad de nuestros mares.

Este año, un equipo de científicos de la Universidad Católica del Norte de Chile (UCN) ha descubierto recientemente más de un centenar de especies presumiblemente nuevas para la ciencia en el Pacífico. En la expedición, realizada a bordo del buque de investigación Falkor, el equipo exploró las profundidades del sudeste del océano y envió un vehículo robótico submarino (ROV) equipado con luces y cámaras a más de 1500 metros de profundidad.

Entre los hallazgos destacan criaturas con las que el ojo humano jamás se ha cruzado, porque si lo hubiera hecho las recordaría, dado su peculiar aspecto. Una de las más peculiares es un nuevo tipo de sapo marino que por su apariencia parece sacado de una tienda de juguetes.

La piel de este rape de aguas profundas parece, a simple vista, tejida con punto: es así porque está formada por pequeños orificios y agujas que brindan protección al animal, cuya otra particularidad es que sus aletas en forma de patas le permiten caminar por el fondo marino. 

El pez, como otras especies reconocidas dentro del género Chaunacops, se caracteriza por tener la cabeza en forma de globo, líneas laterales —órganos sensoriales que le ayudan a detectar el movimiento y las vibraciones del agua para evitar colisiones— y un llamativo color rojizo, que en otras especies también varía en otros tonos como el naranja o el rosa.

Este género se describió por primera vez a partir de un único espécimen recolectado frente a la costa de Panamá durante una expedición en 1891. Sin embargo, durante décadas, los investigadores recolectaron peces de aguas profundas utilizando redes de arrastre, por lo que nunca fue visto con vida. Eso cambió en 2002, cuando investigadores de MBARI, Moss Landing Marine Laboratories y el Santuario Marino Nacional de la Bahía de Monterey lo encontraron en el Davidson Seamount, un volcán extinto frente a la costa de California Central.

Este año, el equipo de la UCN ha vuelto a toparse con un ejemplar de los Chaunacops, entre otras 100 especies que han logrado identificar frente a las costas de Chile. Los investigadores exploraron los montes submarinos a lo largo de las dorsales de Nazca y Salas y Gómez, tanto dentro como fuera de la jurisdicción del país, para recopilar datos que pudieran respaldar la designación de un área marina protegida internacional en alta mar.

En el listado figuran corales de aguas profundas, erizos de mar, anfípodos, langostas y otros muchos animales que podrían resultar nuevos para la ciencia. "Superamos con creces nuestras esperanzas en esta expedición; siempre esperas encontrar nuevas especies en estas áreas remotas y poco exploradas, pero la cantidad que encontramos, especialmente para algunos grupos como las esponjas, es alucinante”, expresaron en un comunicado. 

Detalle del sapo marino hallado en la expedición.

Detalle del sapo marino hallado en la expedición. Schmidt Ocean Institute

La expedición también cartografió cuatro montañas submarinas desconocidas hasta entonces, así como seis ya conocidas por la ciencia. Según los expertos, estos montes submarinos son "oasis en medio de un desierto marino", ya que la naturaleza única de su topografía permite que ciertos tipos de especies vivan y se adapten a un estilo de vida que no se puede encontrar en otros lugares del mundo.

Aunque los investigadores hallaron un centenar de nuevas especies, aseguran que apenas han descubierto una ínfima parte de la biodiversidad que habita en el Pacífico. Muchas más especies permanecerán ocultas hasta que avancen las próximas expediciones. "Lo que ya sabemos [sobre estos ecosistemas] justifica su protección, pero lo que aún desconocemos la justifica aún más", afirmó Javier Sellanes, biólogo marino de la UCN al frente del estudio, en una entrevista concedida a National Geographic el pasado febrero.