Las vacaciones de verano son el momento perfecto para sumergirse en una novela o hacer un maratón de esa serie que lleva tiempo queriendo ver, pero nunca encuentra el momento. Desde ENCLAVE ODS le proponemos, además, que la elección de entretenimiento sirva no solo para evadirse y olvidarse del mundo.
Vamos, que le proponemos sumergirse de lleno en historias que le dejarán sin aliento, que le harán pedir más, pero que además le harán reflexionar sobre el futuro —alguno que otro distópico—, el pasado e, incluso, el presente. Porque el desarrollo sostenible se puede esconder en el trasfondo de cualquier trama.
En esta selección de cinco libros y cinco series descubrirá diferentes maneras de entender la actualidad y, de paso, los posibles futuros a los que la humanidad y el planeta se podrán enfrentar. Y es que muchos autores y guionistas hablan —y llevan décadas hablando— de la hoja de ruta que es el desarrollo sostenible sin ser del todo conscientes de ello.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se camuflan en nuestro día a día, incluso en la ficción que consumimos. Sin darnos cuenta, y sin que los propios escritores sean del todo consciente, encontramos ideas y tramas que reflejan la realidad del mundo y encapsulan a la perfección lo que buscaban desde Naciones Unidas al crear esta hoja de ruta: un mundo más inclusivo e igualitario, más habitable, que huya de los futuros distópicos.
Series 'sostenibles'
Para entender cómo funciona el mundo y qué podría suceder si la humanidad no se replantea su relación con el planeta, desde ENCLAVE ODS recomendamos cinco series que dibujan el ayer y el mañana de nuestra especie. Algunas presentan un pasado y presente preocupante, como sucede en Borgen: reino, poder y gloria.
Esta serie danesa de 2022, que puede verse en Netflix, retrata la historia de una primera ministra que se enfrenta al machismo y a los dobles raseros cuando llega al poder. Además, recomendamos verla acompañándola de la lectura del último libro de Nuria Varela, El síndrome de Borgen (Sine qua non, 2024), que reflexiona sobre por qué las mujeres abandonan la política.
Otro dos por uno, que viene en formato serie y también novela, y que dibuja el machismo, la misoginia y el patriarcado más voraz, es El cuento de la criada. La serie de HBO, de 2017, está basada en la novela homónima de Margaret Atwood.
En ambas se presenta un futuro distópico en el que la baja natalidad y la degradación ambiental crean un nuevo país, Gilead. Ese nuevo Estado, que ocupa buena parte de las fronteras de lo que hoy es Estados Unidos, reina una teocracia ultraconservadora en la que las mujeres se ven despojadas de todos sus derechos.
Siguiendo esa lógica hiperrealista de lo que podría ocurrir si se toman determinadas decisiones, estaría la serie británica Years and Years. Allá en 2019, este producto de HBO mostraba un Reino Unido sumido en el caos por el Brexit y una Europa en la que la extrema derecha se ha hecho con el control. La serie sigue a una familia británica a lo largo de varias décadas y, con ellos, explora cómo los cambios políticos, económicos y medioambientales afectan sus vidas.
Más cerca de la ciencia ficción se encontraría The Expanse, una serie de 2015 que puede encontrarse en Prime Video. Situada en un futuro donde la humanidad ha colonizado el sistema solar, reflexiona sobre cómo la explotación de recursos, la desigualdad económica y los conflictos políticos ponen en jaque la supervivencia de los seres humanos.
En una línea similar estaría Firefly, serie de 2002 que muestra un futuro donde la humanidad ha colonizado otros planetas. En el proceso, ha cometido los mismos errores que en el pasado. Este producto audiovisual, además, habla de autosuficiencia alimenticia y energética, del impacto medioambiental y social de los avances tecnológicos, la brecha social entre planetas ricos y pobres o la sobreexplotación de los recursos.
Un poco de literatura
Para quienes este verano elijan también dedicar sus días a la lectura, desde ENCLAVE ODS recomendamos comenzar con La parábola del sembrador (1993), de Octavia Butler. En esta novela se presenta un futuro distópico en que el agua, el recurso más básico para la vida, es prácticamente inexistente. Esto lleva a la sociedad a vivir en el caos, envueltos en llamas y al borde constante de la violencia y la pobreza más extrema.
En Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1969), Maya Angelou narra su propia vida, desde una infancia marcada por las desigualdades hasta su vida adulta como mujer independiente. Durante el transcurso de sus páginas, la poeta estadounidense trata temas como la desigualdad, el racismo, la violación o la alfabetización.
En su mítica novela, Cien años de soledad (1967), Gabriel García Márquez nos presenta la vida de los Buendía. Y, especialmente, de su ciudad, Macondo, toda una impulsora de las urbes sostenibles.
De ella, escribió García Márquez que "[…] podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años, Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus trescientos habitantes. Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto".
Por su parte, en El nombre del mundo es Bosque (1972), Ursula K. Le Guin explora el impacto de la colonización humana en un planeta boscoso. En el texto, la autora destaca los peligros ecológicos de la explotación de recursos medioambientales y la importancia del respeto por los ecosistemas nativos.
Para acabar, desde ENCLAVE ODS recomendamos Ensayo sobre la ceguera (1995), de José Saramago. Y es que esta novela presenta una sociedad que colapsa tras una pandemia de ceguera y retrata cómo una crisis sanitaria de tal calibre provoca una reacción en cascada, llevando a la humanidad al caos.